DERROCANDO AL REY | TPN •NORRAY•

•❀•|CAPITULO 57 - DILES|•❀•

Para cada persona que había sido visitante del reino se le asignó un cuarto especial para pasar la noche, no se había podido creer nada de lo que había pasado esa tarde, aún muchos estaban asustados.

—No puedo creer que el príncipe este muerto.

—Y para variar aquellos idiotas que huyeron no lograron capturarlos y robaron nuestro carruaje— Emma estaba sentada en uno de los sillones de cuarto tomando la mano de Gilda

—¿El mocoso aún no despierta?— Yuugo, quién era el padre y Rey del reino de Goldy aún permanecía junto a su hija, no tenia forma de volver a su reino y todo lo que estaba pasando le preocupaba.

—No, mi señor Norman sigue inconsciente— Anna bajo la cabeza al decirlo —Ahora Ray está con el, aunque el también parece un poco afectado.

—Bueno, después de todo James trato de matarlo y fue en sus brazos donde murió, no me sorprende que Ray tenga problemas después de esto— al escuchar a Gilda todos se quedaron cayados.

No tenían permitido salir por nada, aún así Nat, quién estaba recargado en una de las paredes cruzados de brazos se acercó hasta la puerta.

—¿A dónde vas?— le pregunto Anna tomando su mano, temblaba debido al miedo, no quería que nada le pasará a Nat allá afuera —No deberías salir.

—Tranquila, solo iré un momento a ver cómo se encuentran ambos, a decir verdad estoy muy preocupado por los dos.

—Te acompaño.

—Ni hablar— Yuugo hablo —Es peligroso salir, también deberías reconsiderarlo narizón, después de todo hay dos asesinos por ahí, no sabemos si de verdad vuelvan, puede ser peligroso.

Nat miro al suelo un momento, suspiro y volvió a ver a Yuugo.

—No tiene de que preocuparse, se perfectamente lo que hago— Nat tomo las manos de Anna besando las para después besar su mejilla —Estaré bien, mantente aquí a salvo, no tardaré.

Anna dejo que Nat saliera y con el mayor miedo de su corazón se sentó a un lado de Emma y Gilda para tratar de tranquilizarse.

—Tranquila, el estará bien.

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Los pasillos de todo el reino se mantenían cayados y tranquilos, no había nadie afuera y ni siquiera los guardias estaban ahí ya que se quedaron afuera cuidando de todos y hasta que no fuera seguro el salir no permitirían que nadie cruzara por la puerta del palacio.

Aun así, unos cuantos pasos se escuchaban por el pasillo cercano al cuarto del trono, Ray había dejado por un momento a Norman quien aún no despertaba para poder ir hacia aquel lugar.

Antes de abrir la puerta vio la sangre de James que aún estaba en el suelo, sonrió pasándola y camino hacia dentro del cuarto. Miró todo el lugar y se veía en el suelo como había aún mas sangre, pero toda ya estaba seca.

Subió las escaleras hasta llegar a la parte alta donde está el gran trono del rey, camino unos cuantos pasos y entonces jalo una cuerda que dejó que dos de las cortinas de la parte de arriba se abrieran dejando ver aquella arma que había sido disparada contra James.

—Que tontos, según ellos inspeccionar era estúpido ya que habían visto quienes fueron los que lo mataron— Ray solo sonrió jalando la cuerda e inmediatamente el arma bajo hasta donde el estaba tomándola con sus manos —Y pensar que con tan solo mover esta cuerda el arma se dispararía sola.

Con una navaja, Ray corto aquel hilo delgado y casi transparente del que nadie se había percatado haciendo que toda evidencia desapareciera.

—Asi que de verdad fuiste tu— Ray estaba de espaldas sosteniendo el arma con delicadeza sin querer voltear —¿¡Si sabes que pudiste haber herido a Norman!?

—¿De verdad crees que le haría daño?

—¿¡Entonces también fuiste tu quien mato al príncipe Peter?!— Ray solo se cruzó de brazos suspirando —Eres increíble, no puedo creer que hayamos estado al lado de un asesino y no nos hayamos dado cuenta.

—¿Asesino?— al fin Ray volteo viendo a Nat —¿Me dices asesino a mi?

—¡Aléjate del señor Norman! ¡No quiero que te vuelvas a acercar a el!

—¿O que?

—Le diré todo— Ray sonrió al escucharlo —Le diré sobre el arma, sobre todo lo que vi hoy y le diré que me aceptaste que mataste a sus hermanos.

Ray solo cubrió su cara empezando a reir, Nat lo estaba amenazando, había sido descubierto.

Nat solo se dio vuelta para salir, debía ir hacia Norman lo más rápido posible, pero antes de poder abrir la puerta una bala salió dando directamente a un lado de su mano rozandola.

—¡Mierda!

—Vaya, vaya, vaya, así que de verdad piensas delatarme— Ray comenzó a bajar poco a poco las escaleras, Nat quería retroceder pero ya estaba tocando la puerta, no habia a donde huir.

—¡No te acerques!— Nat se paró firme tomando su mano —Esa vez en la biblioteca, se que eras tú, logré ver la cicatriz de tu nuca justo cuando caíste al suelo. ¡Ya viste de lo que soy capaz así que aléjate!

—Y tu también ya sabes de lo que soy capaz— Ray al fin llegó hasta abajo quedando frente a Nat —Asi que esa tonta cicatriz sigue ahí, pensé que con el tiempo desaparecería, pero bueno, da igual— Ray se cruzó de brazos acariciando con su pulgar el arma —Muy bien, hagamos este trato.

Nat no entendía a qué se refería.

—Yo me alejo de Norman y digo que fui culpable de ambos asesinatos de los príncipes, si...— Nat no sabía que hacer, tenía que huir en ese momento —Te alejas de Anna para siempre y te vas lejos.

—¿Que? Estás loco, ¡No dejaré a Anna, yo la amo!

—¡Y yo amo a Norman! ¿No entiendes que hice todo esto por el?— Nat se mantuvo cayado —Pero claro que lo sabes, claro que me entiendes, ¡Entiendes justo como me siento!

Ray bajo el arma dejándola en uno de los lugares que habían a su lado.

—Vamos, diles a todos, diles que fui yo quien mato a los príncipes, que fui yo aquel que organizo todo este plan. Veamos si te creen después de que todos sepan, incluida Anna, quién fue el que mato al primer hijo del comandante Lucas.

Nat abrió los ojos al escucharlo.

—Acaso tu... ¡¿Como mierda lo sabes?!