•❀•|CAPITULO 86 - BASTA|•❀•

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Mientras todos los demás murmuraban y se escuchaban las quejas de varios, un carruaje no muy conocido y poco frecuentado hacia su aparición justo enfrente de la puerta principal del reino despues de hace mucho tiempo.

—Vaya, cuanto tiempo.

—¿Crees que es buena idea?

—¿Por qué no lo sería?

La cara de intranquilidad del chico hacia que se preocupara, aún así se acerco a el tomando sus mejillas dando un corto beso en sus labios.

—Vamos, le dijimos a tu padre que lo haríamos— ambos solo se quedaron viendo mientras sonreían —Hay que ayudar al rey.

Muchos de los invitados hablaban dando preguntas al aire y todos se dividían entre los que apoyaban a ambos y los que se oponían al retiro de la ley.

—¿Entonces habrá dos reyes? Eso sería poco equitativo para los demás reinos.

—¡A muchos de nosotros nos obligaron a casarnos por interés, por el "bien del pueblo"! No deberían cambiar las cosas.

—¡Este es su reino! ¡Ellos deciden como organizar y cuidar de su propio pueblo!

—¡Tienen razón, dejenlos ser!

—¡¿Y que con la tradición?! ¿Que ya no importa la ley?

—¡Muy bien, escuchen todos!— Norman estaba harto de todo el alboroto, debía poner orden en el lugar, sin embargo —¡El hecho de que me case con el rey no es por interés, no los pone en desventaja, no hace un gran cambio!

Ray se había puesto al frente de la situación mostrando el poder que tenía, estaba convencido de que podría con eso, aún así sus manos temblaban y Norman podía notarlo.

—Asi es, ¿Por qué el que ellos se casen harían un cambio? ¿En qué los perjudica? ¿No sé sienten capaces?— la puerta principal del cuarto se abrió por completo, todos miraban asombrados a quienes habían entrado —Para mi está bien mientras sean felices.

—Oh por dios— todos estaban boquiabiertos al presenciar lo que tenían al frente.

—El tiene razón, este es su reino, que ellos decidan sin importar la palabra de los demás.

—¡Es obvio que los apoyarían! ¡Son igual que ellos!

—¡Oye bastardo!— y de entre toda la multitud la más desconcertada, confundida, asustada, molesta y feliz era Emma quien no había tenido miedo de mostrarse al frente de todos siendo el centro de atención —¡¿Quien te crees para hablarles así?!

—¡Una simple princesa no puede dirigirse a un rey de ese modo!

—¡Y un estúpido como tú no tiene el derecho de meterse con mis hijos!— Yuugo había entrado por la puerta principal llamando la atención de todos —¡Discúlpate!

De todos los de ahí, aunque Neverland se coronaba cómo el reino más grande del continente y el de mayor influencia y poder, Goldy no sé quedaba atras, al ser un reino pequeño no tenía muchas oportunidades de tener poder, pero cuando Emma tomo cierta responsabilidad el reino había crecido haciendo de Goldy no solo un reino de respeto, si no también de supremo poder y miedo para todos aquellos que se impusieron ante ellos.

El poder de Yuugo superaba al de cualquiera, claro que no al de Norman, pero aún así de su lado, ambos era imparables y con las nuevas relaciones públicas y gubernamentales que se habían hecho hace unas pocas horas, ahora quien se metiera con Neverland también atacaría a Goldy.

Varios de los presentes se habían hecho a un lado, todos estaban tan impresionados de las palabras de Yuugo, nunca se había metido en problemas públicos mucho menos había dado la cara por nadie y aquel rey no tuvo de otra más que arrodillarse frente a todos suplicando perdón.

DERROCANDO AL REY | TPN •NORRAY•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora