II

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Bright disfrutaba del sexo casual, no quería volver a sentir el corazón roto. Después de aquella ruptura, intentaba mantenerse soltero. Le gustaba la sensualidad de las mujeres, la forma en la que se movían estando bajo sus manos, sus cuerpos y sus gemidos resonando en los cuartos de hotel. O la forma en la que querían meterse a su cama. Algunas veces, la atención.

La fiesta que había echo Joss había sido muy buena, se habían divertido tanto que la resaca estaba atacando su cabeza. Se removió en la cama y noto un cuerpo a su lado. Entre abrió los ojos y noto que había una chica rubia. Esta descansaba boca abajo con la sábana sobre su cuerpo, está dejaba ver su espalda desnuda. La miró por última vez antes de salir de la cama. Sus ropas estaban regadas por todos lados pero no se le hizo imposible encontrar la suya.

- ¿Ya te vas? ¿No puedes quedarte conmigo? - La voz dulce de la chica le hizo girar apenas su cabeza para encontrase con sus ojos.

- Tengo cosas que hacer. No puedo quedarme.

- Deberías de hacer una excepción, tuvimos un buen sexo y se que te gusto.

- Siempre me ha gustado, pero sabes que no repito más de dos veces. Y a ti te he visto toda una semana.

Subió sus pantalones y estos los dejo desabrochados; subió el cierre, dejando el botón libre.

- Métete a la cama, no me has permitido darte tu despedida.

La chica se puso sobre sus rodillas, Bright la recorrió nuevamente con la mirada; le estaba dando un espectáculo muy bueno. Su diestra comenzó a tocarse los senos. Solamente llevaba puesto su braga. Comenzó a gatear hasta llegar enfrente de Él. Se relamió los labios, estiro su mano hasta encontrase con su pantalón. Lo jalo despacio y sin dejar de verlo, con un movimiento lento fue bajando el cierre.

- Déjame aunque sea llevarte al cielo una vez más. - Murmuró acercando su boca a su vientre. Dejó un par de besos en el provocando que el ajeno cerrara los ojos y la tomara por el cabello.

- Hazlo, y terminaré por recompensare en la noche. - Sentenció con una media sonrisa.

Fue lo último que pudo pronunciar mientras que se deleitaba con la compañía ajena. Esa mañana iba a ser muy larga, y posiblemente inolvidable. Agradecía demasiado haber ido a esa fiesta de su compañero.

Termino saliendo a la una de la tarde con más de seis llamadas perdidas de su madre. Posiblemente estaría castigado por dos meses.

- Estoy jodido.

- ¿Qué fue lo que hiciste ahora? - Pregunto off con una voz somnolienta.

- No llegue a casa, me fui con una chica.

- ¿Cuántas llamadas de atención llevas ya?

Se quedó callado, y resoplo comenzando a desesperarse.

- Tres, no me había desaparecido en dos meses, pero en esta fiesta encontré a la chica del bar ¿Recuerdas?

- ¡¿Esa chica?! ¿Y que tal estuvo? ¿Si te gusto?

- Si, no esta tan mal. Pero la había visto dos veces más. Una fue en el baño aquella vez que fuimos al bar.

- ¿Te fuiste con ella al baño y por eso nos dejaste horas?

Bright comenzó a reírse. Camino un poco rápido para poder tomar el autobús. Siguió platicando con Off todo el camino hasta que llegó a casa.

- Tengo que irme. Llegue, deseame suerte.

- Espero que aprendas la lección. Y por favor avísame cualquier cosa.

- Mhm...

Colgó y respiro hondo. Saco sus llaves con cuidado sin querer hacer tanto ruido. Pero la puerta se abrió de repente. Su madre estaba del otro lado con una expresión seria.

𝙄 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙗𝙚 𝙮𝙤𝙪𝙧𝙨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora