𝙄 𝙬𝙖𝙣𝙣𝙖 𝙗𝙚 𝙮𝙤𝙪𝙧𝙨

XXII

La cena era muy buena, y más porque estaba en compañía del mayor. Bright se estaba portando de lo más grandioso. Cumplía sus promesas, y en aquella entrevista estuvo a su lado; se sentía demasiado bien.

- ¿Tu pagaras cierto? - Pregunto con una sonrisa sobre Los labios y se llevaba una albóndiga a la boca.

- Pero claro que no. Tu lo harás.

- No traje mi cartera.

- Entonces tendremos que correr, yo saldré primero y te esperare en la esquina. - Sus palabras parecían serias. Aunque comenzó a reírse posiblemente por la expresión que ahora tenía el menor.

- ¿Estabas jugando conmigo, Bai?

- Claro que si. - Soltó una carcajada negando. - Yo pagaré, yo te invite. ¿Recuerdas?

- Mmhh... - Saco su teléfono y por instinto se metió en la cámar; la puso en la dirección del contrario y le tomo distintas fotos. El castaño siempre estaba posando o poniendo sus gestos extraños. - ¿Esta rica tu comida?

- Si. ¿Quieres probar? - Le pregunto. Con su tenedor puso un poco de carne, verdura y algo de arroz en la cuchara. Extendió su brazo a su dirección.

- Mmmh... - Abrió la boca por instinto y comió lo que le ofrecía. Mastico un par de veces dejando que el sabor inundará su boca. - Sabe demasiado bueno.

- Hubieras pedido como el mío. Pero no, el niño quería comer algo diferente. - Se quejo con una sonrisa sin dejar de comer. - ¿el tuyo sabe bien?

- Si, mucho. - imito su acción del castaño, puso algo de; pollo, arroz y un pedazo de huevo. Extendió su mano y vio como comía lo que le ofrecía.

- ¿Necesita algo más la pareja? - Ambos se giraron y vieron a una chica con una libreta en las manos.

- No, muchas gracias. - Dijo.

- Si necesitan algo, háganme saber. - La vieron alejarse de su mesa.

Win comenzó a reírse por lo que había pasado a lo que se unió el contrario. Posiblemente los habían visto compartir de su comida uno del otro.

- Entonces, cariño... - Win sonrió mientras que ponía sus codos sobre la mesa, entrelazaba sus manos y ponía su barbilla en ellas. - ¿Quieres postre?

- Claro que si, cariño. - contestó con sarcasmo rodando sus ojos. La risa ajena era contagiosa.

- ¿Por qué crees que pensaron que somos pareja?

- No lo sé, ¿parecemos una? - Bright se miró como si estuviera buscando algo y después a él.

- Eres muy guapo, se me hizo extraño que no intentará coquetearte.

- ¿Te pones celoso cuando me dan su número o me coquetean? - Pregunto con su tono burlón.

- Idiota. Claro que no, calma ese ego, Vachirawit.

- Haré como que te creo, Opas.

Se dedicaron una sonrisa de complicidad, siguieron platicando de tonterías y de más hasta que pidieron la cuenta. Bright dejó un par de billetes y los puso en la pequeña bandeja. Su mirada se poso sobre un pequeño papel blanco. En ello tenía algo a lo que agarro y Leyó.

- Creo que es para ti... - Se lo paso al menor y este lo agarro curioso. Vio lo que estaba en el; era el número de una chica.

- Mmh... que amable. - contestó levantándose y salió del lugar.

- ¿Le llamaras? - Pregunto sacando sus lentes negros y se los ponía.

- No. No lo creo, recuerda que estoy fuera de esto.