La llave del fregadero de la cocina había quedado mal cerrada, el ❝Plic, plic, plic❞ de las gotas que caían una a una estaban a punto de volverme loca y no sabía con exactitud si se debía al hecho de que tenía una fuerte herida en la cabeza, pero el mundo parecía ir en cámara lenta.
Podía apreciar los labios de Rix moverse a toda velocidad mientras gritaba totalmente enfadado y sacudía un cuchillo en el aire, su boca se movía pero por alguna extraña razón no podía escuchar ningún sonido saliendo a través de ella, sólo estaba ahí, discutiendo con Brian igual que siempre.
Cerré los ojos por un segundo y el dolor pareció desaparecer, sentía que me iba a explotar el cráneo y en cualquier momento mis sesos saldrían disparados por todos lados.
─¡¿Cuál es tu problema?! ─un fuerte grito me hizo regresar a la realidad.
Sentí que me apretaron la cabeza y de la nada ya tenía un par de manos rodeándome el cuello.
─¡Abre los ojos, abre los putos ojos! ─ordenó Rix mientras me sacudía con fuerza de un lado a otro.
─¡Suéltala, está herida! ─oí la voz de Brian saltar a mi rescate, pero ya era tarde, demasiado tarde.
─¡Hey, escúchame, escúchame! ─dijo dándome palmadas en el rostro para obligarme a abrir los ojos.
─Sea lo que sea, no quiero escucharlo, por favor, no quiero escucharlo. ─contesté casi que entre súplicas.
─Oh, por supuesto que sí lo harás, esta es la única manera en que podrás dejar en paz a mi hijo y a mi familia.
Una sonrisa maliciosa iluminó su rostro así que en busca de asegurarse de que le prestaría atención me tomó de los tobillos y me arrastró hasta pegarme a la pared, una vez allí deslizó sus manos por mi cintura y me sentó en el suelo.
─Díselo, adelante, vamos díselo. ─insistió Rix con la mirada fija en Brian.
El castaño estaba hecho un mar de llanto, era la primera vez que lo veía tan mal o afectado por algo.
─Tú causaste esto, tú fuiste el culpable de toda esta situación, ¡Tú la trajiste hasta aquí, así que ahora soluciónalo, con un demonio, díselo! ─gritó acercándose al chico para tomarlo con fuerza del cuello y tras darle un firme empujón tirarlo de frente contra una de las pequeñas mesas de centro.
La mesita era de cristal así que en cuanto el chico se desplomó con violencia el vidrio se reventó en mil pedazos causando un fuerte alboroto para finalizar con un golpe seco una vez que su cuerpo aterrizó junto a mí, Brian se mantuvo inmóvil por un par de minutos hasta que levantó la mirada y me observó fijamente mientras un río de sangre empezaba a brotar a través de su nariz, misma que ahora lucía algo torcida puesto que se la terminaba de romper.
─Cataleya... ─tartamudeó casi que sin aliento─. Yo... lo siento tanto. ─añadió rompiendo en llanto.
─¿Dónde está Sarah? ─insistí una vez más.
Él agachó la mirada y empezó a negar con los ojos bañados en lágrimas.
─Lo siento, lo siento, lo siento. ─repetía una y otra vez.
─Bien, ¿Quieren que les diga qué será lo que pasará aquí? ─se detuvo Rix sosteniendo el bate de béisbol con fuerza.
El hombre levantó sus brazos y tras tomar impulso lanzó un fuerte golpe contra la repisa repleta de accesorios de cerámica que estaban sobre el televisor, los pequeños animalitos de porcelana salieron volando por los aires y los que no explotaron tras el impacto se reventaron al chocar contra el suelo.
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PERFECTO DESCONOCIDO © » 1M8.
Romance❝Drama, celos, romance, drogas, engaños, un padre estricto y un asesinato, ¿Qué pasaría si un día despiertas y la realidad de lo que te rodea te golpea con tanta fuerza que... empiezas a dudar entre si es real o una alucinación? Después de la primer...