TRES

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Leonardo aún no caía en la sorpresa de que Henríquez y Martines estuvieran saliendo, claro que se conocían desde la academia, pero nunca pensó encontrarlos en un interés amoroso; se sentía realmente feliz por ellos, ya que estaban pasando por la etapa más maravillosa de todos.

El amor

Regreso a su casa tarareando una canción, se dió la tarea de hacer un espacio en su agenda para poder comer con sus hermanos; así que estaba decidido a comer con ellos, pronto tendrían el operativo más grande desde que Leonardo fue nombrado jefe de policía. Un decomiso de droga que estaba perfectamente camuflado dentro de una fábrica abandonada y completamente segura aún; Leonardo llamo a sus mejores hombres para acompañarlo, y claramente entre ellos estaban sus mejores amigos. No le diría nada a su familia para no angustiarlos como la última vez en la que casi muere a manos de uno de los narcotraficantes más peligrosos.

Mientras caminaba, pensó nuevamente en benjamín; aquel chico que había visto algo más en el que lo físico, alguien que lo miró con otros ojos y que lo acompaño fielmente hasta su triste final. En su corazon pesaba el haberlo invitado a visitar nueva York, ya que pensaba que quizás el no hubiera venido otra sería la historia; pero benjamín ya se había ido, ya no había nada más que hacer, lo amaba con todo el corazón, tanto que por fin lo dejo irse en paz

Sabía que lo único que lo ayudaría era recordarlo en sus facetas felices, cuando estaban juntos, cuando paseaban etc; porque esos recuerdos siempre le quedarían en el alma, y nunca serían olvidados.

_te extraño benjamín, pero ya es hora de que te deje ir en paz_ susurro mientras miraba la puerta, suspiro, y puso una de sus manos en la Manilla_ llegamos a la pesadilla

_¡Maldición!_ alegó su hermano pelirrojo, dando vueltas y vueltas en el salón de entretenimiento

Al voltear la mirada, vio como sus hermanos menores estaban completamente asustados sentados en los sillones; el pelinegro negó con la cabeza, y entendía la situación

_¿Que paso ahora?_ preguntó mientras dejaba la chaqueta del uniforme en el perchero

_mona lisa quiere que le demuestre mi amor con un gesto romántico _ se cruzó de brazos desesperado_ pero no sé que hacer, las rosas son muy típicas al igual que las citas, los chocolates son para hombres arrepentidos

_¿Quien te dijo que los chocolates solo los regalan los hombres arrepentidos?_ arremetió el castaño hacia el

_¡Nunca había regalado nada a una chica!_tomo su cabello con fuerza_ ¡No sé porque seguí los concejos de cassey!

_ahi está lo malo del asunto_ comento Mike acomodándose en la silla

_¿Que cosa?_ preguntaron leo y doni

_¿Quien rayos sigue los concejos de cassey?_ preguntó mirando a sus hermanos_ claro, es tu amigo, pero ninguno de los concejos que da, da resultado

_mike tiene un buen punto_ aclaró leonardo _ cassey no ha tenido muchas citas y no es experto en chicas

_¡Que iba a saber que yo seguiría un concejo de ese idiota!_ alegó casi a la histeria

_rapha, llévala a cenar su comida favorita _ Leonardo se sentó junto a su hermano _ luego pasean por el parque, se detienen a darle de comer a los patos y finalmente la llevas a casa como todo un caballero

_wow es el mejor concejo que he escuchado_ alegó_ gracias leo

El pelinegro subió las escaleras hasta su cuarto, mientras tanto sus hermanos se miraban entre sí; había pasado más de 1 año y Leonardo no había retomado alguna otra relación amorosa desde que benjamín falleció, cosa que sus hermanos respetaban pero respetaban su opinión.

TOMAR NUESTROS CAMINOS  [TEMPORADA 2]✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora