-escuche que se lo pedirá hoy- sonrió con emoción, cosa que a la muchacha también emocionó- pero es Raphael, sabemos como es, ojala no lo eche a perder
-al parecer no confías en tu hermano- río la pelirroja, Donatello la miro con una ceja levantada
-Raphael no es capas de hacer cosas cursis por mucho tiempo- el castaño sonrió mientras negaba con la cabeza- el necesita mantener su faceta ruda y dura todo el tiempo, lo hace para que nadie lo vea como un débil
-estando con Mona es diferente- April miro a su pareja, quién bebía fielmente su café para tranquilizarse- ella logro avanzar un poco y entrar lentamente traspasando esa barrera de chico duro que Raphael tiene, ya no es el mismo de cuando se fueron a realizar sus sueños individualmente
-todos hemos cambiado, y no lo digo porque ahora somos adultos con carreras ya formadas- Donatello observo fijamente a su pareja, April seguía siendo una chica dulce y fuerte como lo era antes- nuestros sentimientos se han formado correctamente, somos parejas.
-me encanta la idea de que Raphael y Mona lisa se casen por fin- la pareja se abrazo tiernamente mientras miraban el cielo nocturno a través de una de las ventanas- formarán una bonita familia algún día
-mientras guarden la idea de hacerme tío por unas cuentas semanas mas después de que se casen- río burlesco, sintiendo un pequeño golpe en su brazo derecho- ¿que?
-¿acaso no quieres ser tío?- pregunto mirándolo con sorpresa- ¿tener a pequeños seres gritando ¡tío doni, tío doni!?
-me gustaría eso- sonrió con ternura al imaginárselo- pero no estaría bien que tuvieran bebés unos días después del matrimonio ¿o si?
-ya veo tu punto- río- tienes razón, le diré a mona que se cuide por al menos unas semanas para que no quede panzona de una vez
ambos rieron mientras se tomaban el estómago, la idea de Raphael teniendo que cambiar pañales, preparar biberones y tener que cambiar su horario de ejercicio era gracioso; sería una escena maravillosa y graciosa para todos, ya que nunca imaginaron que Raphael podría llegar a ser padre, debido a su amor por los ejercicios y la actividad extrema.
(....................................)
Karai paseaba por la ciudad en busca de un buen lugar con un buen café para pasar la fría noche, no tenía ganas de regresar al departamento ya que sabía que sus amigas estarían con sus respectivos novios y eso indicaría que llegarían un tanto tarde; tampoco quería quedarse sola en el departamento ya que se aburriría, miro a lo lejos una tienda lo bastante llamativa como para llamar su atención.
comenzo a caminar con rapidez hacia el local que ofrecía variedad de café y comida para acompañar, al llegar pidió el café mas cargado disponible; esa noche pensaba en no dormir, se sentó en una de las mesas vacías que aun quedaban en ese concurrido lugar. prontamente un mesero se acerco con su pedido, la pelinegra agradeció con una sonrisa mientras bebía rápidamente un sorbo de su café.
-esto realmente esta delicioso- comento mientras sonreía- lástima que no había venido antes
admiro la vista de las calles principales de la ciudad, llena de esos ruidos molestos que a cualquier visitante de por aquí no estaría acostumbrado y le molestaría; sonrío mientras continuaba bebiendo su café y mordiendo el sándwich que venía con el, suspiro al darse cuenta que ya eran mas de las 9 de la noche.
-definitivamente tengo que conseguir un novio- comento al levantarse, y ver muchas parejas besándose apasionadamente dejando sus cafés a un lado
salió del local en dirección al parque, viendo como muchas parejas celebraban su aniversario, cumpleaños, o los años que mantenían de matrimonio; bufo en tono de molestia, no le gustaba ver por todas partes a parejas besándose todas acarameladas dándose cariños sin ningún motivo. al llegar al parque se sentó en una de las bancas que encontró vacía, bufo nuevamente sintiéndose en completa soledad nuevamente. sentía un poco de envidia al ver a todas sus amigas con novios, que la hacía pensar en querer buscarse un chico para ella; sonaba a envidia, pero era una realidad que solo a ella le dolía, quería compartir momentos felices con alguien, quería tener a alguien que la abrazara cuando se sentía triste, o para felicitarla ante un logro.
pero no era fácil, ella no tenía un buen carácter que digamos y los novios que ha tenido siempre terminaban con ella por la misma razón; aunque trato de cambiar esa pequeña parte suya que no le agradaba a todos, eso es parte de ella, y se dio cuenta que no tenía porque cambiar algo de ella para agradar a todos a su alrededor. no les daría el gusto a nadie de verla cambiar algo perteneciente a ella, por encontrar a alguien que verdaderamente la amara.
de pronto, cuando estaba profundamente perdida en sus pensamientos; sintió como algo choco contra su pierna, al mirar al frente, se encontró con un chico de cabello blanco y ojos azules como el cielo, que se encontraba notablemente en sillas de ruedas.
-lamento mucho ese pequeño accidente- se disculpo con una sonrisa avergonzada- a veces no puedo controlar esta silla
-no te preocupes- Karai sonrió de vuelta, se acomodo en su asiento y lo miro de pies a cabeza- tu no eres............ ¿el amigo de Leonardo? ¿Cómo dijo que se llamaba?...........Usagui
-hola!, si- sonrió acomodándose en la silla- tu debes ser Karai, su ex novia
-en realidad nunca llegamos a ser novios- río con vergüenza- solo yo estaba enamorada de el, y el no sentía interés en mi
-lamento escuchar eso- comento suspirando- pero a veces el amor suele ser ciego totalmente, eres preciosa, seguramente encontrarás a alguien que te ame verdaderamente como tu lo haces
Karai no supo que decir en ese momento, las palabras de aquel chico en silla de ruedas la habían sorprendido y entusiasmado; unas leves cosquillas sintió en su estómago, Usagui, como le había dicho que se llamaba, la miro con una sonrisa, casi invitándola a seguir esa agradable conversación.
-¿quieres ir a tomar un helado?- invito el muchacho con una sonrisa, la pelinegra asintió en forma de respuesta aun manteniendo la sonrisa en su rostro
-me encantaría
la pelinegra se levanto y camino hacia atrás de la silla para comenzar a empujarla, aunque Usagui intento decirle que no era necesario ya que sabía movilizarse solo; pero Karai siguió empujándolo diciendo que no sería un problema para ella hacerlo, el de cabello blanco asintió mientras veía como salían del parque, esperando encontrar algún local donde vendieran helados, a la 1 de la mañana recién cumplidas.
CONTINUARA.........
ESTÁS LEYENDO
TOMAR NUESTROS CAMINOS [TEMPORADA 2]✓
Fanfictemporada 2 de "reunidos y unidos" "No Digo Que Al Verte Me Muera, Digo que Me Muero Por Verte, y Vivo Para Quererte.."