Capitulo 6

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—Ya llegamos, Señorita Somerville.

El Buick modelo Park Avenue dejó la carretera principal y tomó un camino de acceso de dos carriles marcado con un letrero azul y blanco de madera donde se podía leer: Stars Drive. Annette Miles, la conductora que había recogido a Phoebe en O'Hare, había sido la secretaria de Bert durante varios años. Era cuarentona, demasiado gorda y su pelo era corto y canoso. Aunque educada, no era particularmente comunicativa y había habido poca conversación entre ellas.

Phoebe estaba cansada por haberse levantado de madrugada para tomar un vuelo muy temprano y se sentía tensa por lo que se avecinaba. Tratando de relajarse, miró por la ventana del pasajero al paisaje arbolado. Bosques de robles, nogales, arces y pinos jalonaban ambos lados del camino de acceso y entre los árboles a su derecha, vislumbraba un torbellino tras una valla.

—¿Qué pasa allí?

—Es un campo de entrenamiento de hierba de tamaño reglamentario, mide setenta yardas. Los árboles protegen el área privada de los curiosos más descarados. —Tomó un desvío marcado con una señal rectangular azul y blanco indicando el área de entrada—. Su padre le compró esta tierra a la iglesia católica en 1980. Antes había aquí un monasterio. El complejo no es lo que uno se imagina, no tiene las comodidades del de los Cowboys o de los Forty Niners, pero es funcional, y el Midwest Sports Dome no está demasiado lejos. Existe un poco de controversia sobre la situación del Dome, pero supone una gran fuente

de dinero para el DuPage County.

La carretera giraba a la derecha y subía una suave pendiente hacia un edificio arquitectónicamente poco impresionante de dos plantas, de acero y vidrio. Su aspecto más agradable era la forma en que el cristal reflejaba los árboles circundantes, suavizando la apariencia utilitaria del edificio.

Annette apuntó hacia un área pavimentada marcada como estacionamiento reservado.

—Traje el coche de su padre como le dije. Está estacionado en la entrada lateral. Supongo que querrá usarlo, pero hoy entraremos a través del vestíbulo.

Se dirigió a la zona de aparcamiento más cercana a la entrada delantera y apagó el motor. Phoebe salió. Cuando se acercó al edificio, deseó haber llevado a Pooh con ella en lugar de dejarla con Viktor. Divisó su reflejo en las puertas dobles de cristal. Su traje de chaqueta gris perla, era lo más cercano que tenía a un traje de negocios. Llevaba una blusa de seda color añil bajo la chaqueta corta y unas sandalias color índigo a juego que se cerraban con unas delicadas correas doradas. Su rizado pelo rubio, suave y brillante, estaba retirado de su cara. La única frivolidad que se había permitido era un broche púrpura y blanco en la solapa de su chaqueta. Y sus gafas de sol de diamantes falsos.

Annette le abrió una de las puertas dobles de cristal. Cada puerta tenía el logotipo del equipo de tres estrellas doradas entrelazadas dentro de un círculo color azul. Subiendo las gafas de sol a la parte superior de su cabeza, Phoebe entró en el mundo de su padre.

El vestíbulo semicircular, como era de esperar, alfombrado en azul, tenía sillas de plástico doradas y un mostrador curvo de rayas blancas, azules y doradas. En un extremo había una vitrina con trofeos, periódicos, pósters y un entramado formado por los logotipos de todos los equipos de la NFL entremezclados.

Annette señaló una silla.

—¿Puede esperar ahí sólo un momento?

—Por supuesto. —Phoebe se quitó las gafas de sol y las guardó en su bolso. Apenas pasó un minuto antes de que un hombre saliera precipitadamente de la sala de la izquierda.

—Señorita Somerville. Bienvenida.

Ella clavó los ojos en él.

Era adorable, un pequeño y aburrido Tom Cruise con expresión acogedora y servil que sirvió para apaciguar los nervios de su estómago. Aunque probablemente era de su edad, parecía mucho más joven, casi un adolescente. Tomó la mano que le ofreció y se miró en un par de gloriosos ojos azules, parecidos a los de Cruise, que estaban casi al nivel de los de ella.

Tenias que ser TU |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora