La banda tocó con energía "Ain't she sweet" y las animadoras, las Star Girl,
formaron un túnel de pompones azules y dorados para que Phoebe pasara por
el medio. Cuando pisó el campo para la final del campeonato de la AFC,
resplandecía con una chaquetita de terciopelo llena de miles lentejuelas azules,
doradas en la parte superior a juego con la minifalda, medias caladas y
zapatillas doradas llenas de estrellas brillando intermitentemente encima de los dedos de cada pie. La afición la saludó con silbidos y aplausos mientras las
Stars Girls meneaban sus pompones y contoneaban sus caderas.
Mientras saludaba con las manos y lanzaba miles de besos, sentía que la
tensión aumentaba entre los seguidores y se reflejaba en las expresiones
sombrías de los jugadores arrodillados en los márgenes del campo. Evitó mirar
a Dan mientras llegaba al final del banquillo para sus rituales de prejuego.
Muchos de los jugadores creían que ella les traía buena suerte, y la habían
involucrado en un montón de rutinas como golpear cascos y hombreras o
meterle monedas de buena suerte en los zapatos. Bobby Tom, sin embargo, se
negaba a perder su beso de buena suerte.
—Lo conseguiremos hoy, Phoebe. —Él le dio un sonoro beso y la bajó otra
vez al terreno.
—Sé que lo haréis. Buena suerte.
Ella observó como los Sabers se unían a los Stars en el campo. Su
quarterback estaba listo para jugar el último partido, cosa que a los Stars no les
gustaba nada, pero Ron ya la había avisado de que, aún herido, los Sabers eran
un equipo muy bueno.
Cuando el kicker se colocó, ya no pudo evitar mirar a Harry. Vio los tendones
tensos en su cuello mientras hablaba por el auricular del casco a sus ayudantes
y luego le dijo algo Jim Biederot, que estaba a su lado. Sólo cuando los
jugadores estaban colocados para empezar el partido se dirigió hacia ella. Sus
ojos estaban entrecerrados, pero su expresión estaba en blanco, sin revelar
ninguno de sus sentimientos. Ella buscó el chicle en el bolsillo de su chaqueta
mientras venía hacia ella.
Ya habían pasado los rituales previos al partido que tenían los Stars y los
hinchas miraban hacia el campo, para no perderse el momento en que el kicker
pusiera en juego la pelota, después miraban como Phoebe le pasaba los
Wrigley. Cuando Harry se paró a su lado, trató de sonar normal.
—No olvidé tus chicles.
Él la estudió por un momento, su boca dibujaba una línea apretada y dura.
—Bobby Tom te da un beso y yo sólo consigo un paquete de chicles. Me
parece que no.
Sus ojos se abrieron cuando él se quitó el casco y el auricular. Antes de
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Tenias que ser TU |H.S|
FanfictionDOS CORAZONES QUE CHOCAN Windy City no está preparada para Phoebe Somerville -el bombón más moderno, escandaloso y curvilíneo de Nueva York que acaba de heredar el equipo de fútbol Chicago Stars-. Y Phoebe no está definitivamente preparada para el e...