Capitulo 10

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Phoebe miró de reojo la cinta de video que reposaba en el asiento del pasajero a su lado, sabía que presentarse sin anunciar en casa de Harry Styles era la cosa más estúpida que había hecho en su vida. Pero en vez de dar la vuelta con el Cadillac de Bert y regresar a su casa, desvió la vista del resplandor de los faros delanteros hacia los lados de la calle tratando de encontrar el buzón de madera que Krystal Greer le había indicado que buscara. Mientras lo hacía, siguió pensando en que diría cuando lograra llegar.

Intentaría parecer informal, le diría a Harry que Paul había aparecido con la cinta no mucho después de que él hubiera dejado la fiesta. Como sabía que Harry quería verla antes de irse a la cama, había decidido llevársela para disfrutar de la hermosa noche con un paseo en coche. En realidad, nada extraño. Frunció el ceño. Era la una de la madrugada, quizá no debería decir nada sobre una noche hermosa y un paseo en coche. Quizá simplemente diría que no tenía sueño y que había creído que un paseo en coche la relajaría.

La verdad era que quería verlo otra vez antes de perder el valor. Se había sentido profundamente afectada aquel momento cuando había sentido un deseo tan abrumador de besarle. Ahora necesitaba verlo a solas, donde nadie los interrumpiría para tratar de descubrir lo que significaban esas sensaciones.

Se le ocurrían un millón de razones por las que no debería sentirse atraída por él, pero ninguna de esas razones explicaba cómo la había hecho sentir esa noche, como si su cuerpo lentamente cobrara vida. La sensación era aterradora y estimulante. Él no había mantenido en secreto el hecho de que ella le desagradaba, pero al mismo tiempo, estaba segura de que se sentía atraído por ella.

Sin previo aviso, sintió que se le llenaban los ojos de lágrimas. Durante todos esos años no se había permitido a sí misma soñar que algo así podría ocurrir. ¿Estaba siendo rematadamente tonta o era esa la oportunidad para que recuperara su feminidad?

Sus faros delanteros iluminaron el buzón de madera y parpadeó. No había ningún nombre, pero el número era el correcto, redujo la velocidad para virar por la estrecha senda cubierta de grava. La noche estaba nublada, con lo que apenas había luz suficientemente para insinuar un jardín bastante antiguo. Atravesó un pequeño puente de madera y dio una curva bastante cerrada antes de ver luces.

La granja de piedra no era la residencia de soltero que se había imaginado.

Construida de madera y piedra, contaba con tres chimeneas y un ala hacia un lado. Las escaleras llevaban hasta un porche delantero pasado de moda que estaba rodeado de una barandilla tallada. Iluminado por una luz acogedora que se escapaba por las ventanas delanteras, notó que los postigos y la puerta principal estaban pintados de gris perla. Sus llantas hicieron crujir la grava cuando se detuvo delante de la casa y apagó el motor. Abruptamente, las luces exteriores desaparecieron al apagarse las interiores. Ella vaciló. Debía haberlo pillado justo cuando se metía en la cama. Quizá, aún no estaba dormido. Agarrando apresuradamente el video del asiento antes de perder el valor, abrió la puerta del coche y salió enseguida. Un búho ululó a lo lejos, un extraño sonido que la hizo inquietarse aún más. Mientras caminaba cautelosamente hacia el porche delantero, deseó que no estuviera tan oscuro.

Apoyando la mano sobre la barandilla, subió cautelosamente los cuatro escalones de piedra. En la espesa oscuridad el sonido de sus pasos resonó siniestro en lugar de acogedor, como si estuviera entrando en una casa embrujada. No pudo encontrar el timbre de la puerta, sólo una pesada aldaba de hierro. La levantó para sobresaltarse cuando chocó con un ruido sordo.

Los segundos pasaron lentamente, pero nadie le contestó. Poniéndose cada vez más nerviosa, golpeó otra vez, luego deseó no haberlo hecho porque sabía que había cometido un error terrible. Era embarazoso. No había manera de explicar su presencia. ¿En qué había pensado? Estaba a punto de dar la vuelta para irse y...

Tenias que ser TU |H.S|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora