Cuento 1,2...¿Dónde estás? -Jaywon -

I

Jay se encontraba en el césped del lugar, el sol se reflejaba en su rostro.. El viento movía sus cabellos... Y un pequeño de hoyuelos llegaba a su lado.

— Jay.... ¿Recuerdas la primera vez que los conocimos?

— Claro que si Wonie, como olvidar al pequeño niño de hoyuelos que me obligó a comer galletas preparadas por el

El menor río antes el comentario, para después recostarse a lado de Jay, y recargar su cabeza en el pecho del mayor.

— Jay... Te extrañe tanto todo este tiempo — Jungwon soltó un suspiro

— Yo también Wonwon, cada día era una eternidad sin ti... Pero ahora estamos juntos, y así será siempre

El menor sonrió y asintió

— Debes de platicarme como te fue, ¿que te parece? — habló el menor levantándose y mirando a Jay, quien permanecía con lo ojos cerrados

— Me parece bien, pero en otro momento Wonie, debemos irnos la noche esta llegando

— Pero... Yo quiero estar más tiempo contigo — hizo un puchero mientras trataba de convencer a su mayor

— Won, estaremos juntos, ya nadie puede separarnos, además tú fuiste el que tardó demasiado en venir aquí

El menor coloco su mano en su pecho, demostrando que se sentía ofendido por el reclamó de su mayor. Jay no le tomó importancia al pequeño berrinche de Jungwon, así que solo lo tomó de la mano, ambos se levantaron del suave césped y empezaron a caminar.

1904

Jungwon se encontraba en la habitación con su madre, la cual permanecía en cama enferma, la mujer llevaba unos cuantos días así.

Algunos minutos después entró Tzuyu la empleada doméstica de la gran mansión. 

— Buen día señora Nayeon, acaba de llegar la nueva chica que me ayudara en casa — la madre de Jungwon asintió mientras ingresaba una mujer algo mayor, junto a un pequeño

— Tu debes de ser Jay, ¿no es así? — el pequeño asintió — eres muy lindo

— Muchas gracias por permitir que mi hijo esté aquí, señora — habló la mujer recién ingresada

— Jungwon porque no llevas a Jay por esas ricas galletas que haces — el pequeño de hoyuelos accedió a la petición de su madre y se encaminó a la cocina del lugar junto al niño mencionado — Jihyo como sabes hace unos días enfermé, Tzuyu no podrá hacerse cargo de Jungwon sola, y cuando me dijiste que tenías un hijo, pensé que sería perfecto para Jungwon, no estará solo, ellos podrían ser muy buenos amigos, el doctor sólo me dio un par de semanas de vida... No quiero dejar a mi Pequeño sin alguien que esté ahí para el — habló una vez los niños salieron de la habitación

Nayeon limpiaba las lágrimas que habían salido, le dolia dejar a su pequeño hijo, pero Jay le parecía una excelente opción para que no sintiera la soledad.

En otro lado de la inmensa casa se encontraba Jungwon junto a Jay.

— Y... ¿Cómo te llamas?, Yo soy Jay y tengo 8 años, casi 9 — habló el pequeño

— Jungwon, tengo 6, casi 7 — decía mientras acomodaba más galletas en el plato — come, están muy ricas

El mayor asintió mientras ingresaba una galleta a su boca, el sabor era desagradable, pero no lo diría.

— Están deliciosas — hablaba mientras intentaba comer toda la galleta

— ¿De verdad? Tzuyu me está enseñando a hacerlas, a ella le quedan realmente deliciosas — Jungwon mostraba entusiasmo

— Si... Muy ricas — Jay sonreía falsamente, no quería decepcionar al pequeño que se encontraba frente a él.

Varias horas después ambos menores se encontraban en el césped del jardín de la casa Yang, ambos recostados mientras descansaban, era divertido pasar tiempo con el otro, y más después de hacer jugado varias horas seguidas.

— Joven Jungwon su padre ha llegado — El menor al escuchar las palabras de Tzuyu se levantó emocionado, su padre por fin había llegado a casa

Jay sólo se sentó en espera de Jungwon.

Mientras estaba ahí sentado se preguntaba cómo sería esperar por su padre, el nunca conoció al suyo, pero tenía una gran madre, y eso era suficiente para el.

Las diferencias entre ambos pequeños eran muchas.

Jungwon vestía tela refinada, tenía uan gran familia, sus manos eran suaves y delicadas, podía comer lo que el quisiera, tenía su propia habitación, y sobre todo tenía un padre que lo amará, los zapatos del menor eran nuevos, no había agujeros en ellos, ni en su ropa.

Jay no era así, su ropa tenía agujeros, usaba los mismos zapatos desde hace casi 5 meses, sus manos se veían mal por todo el trabajo que realizó, compartía habitación con su madre, también muchas veces durmió sin cenar, nunca tuvo un padre, pero él se  creía la persona más afortunada, tenía a su madre, que lo amaba.

Ahora el pequeño podría disfrutar de jugar sin preocuparse por la cena, pues hace algunas horas su madre le había informado que ahora vivirán en casa de una familia muy rica, que su habitación sería más grande, que todos los días comerian muy bien, y Jay ya no tendría que trabajar.

Llegar a vivir en casa de la Familia Yang era lo mejor, no sólo para los Park, si no también para dos pequeños, Jungwon y Jay, ahora ambos se tendrían el uno al otro.

Aquí una nueva historia jsjska
Espero les pueda gustar
Las actualizaciones serán los más prontas posibles djja

Nos vemos la próxima actualización <3

Lili