Cuento 1,2...¿Dónde estás? -Jaywon -

VI

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Hacía ya un rato que ambos pelinegros se encontraban sentados en la gran pradera del lugar, era un lugar tranquilo, un gran campo, el pasto verde, el viento lento, el cielo de un lindo color azul.

— Jungwon, ¿no te parece hermoso? — el menor asintió — cuando seamos mayores, nos casaremos aquí, alejados de todos

— ¿Te gustaría casarte conmigo, Jay? — preguntó el menor sin mirar los ojos de Jay, pues si realizaba esa acción, era muy probable que su rostro le pusiera rojo.

— Claro que si Wonwon, quiero pasar hasta el último día de mi vida, contigo, amandote

— Lo prometes Jay

— Lo prometo Wonwon

Ambos jóvenes sellaron su promesa cruzando sus meñiques.

Era una promesa, estar juntos por siempre.

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Después de que la noche empezará a llegar, ambos jóvenes se dirigieron a casa de la Familia Park, tanto la madre y abuela del mayor los esperaban, pero no sólo ellos, también un lindo pelinegro que se encontraba, ahora, el los brazos de Jay, el cual lo había tomado por sorpresa.

— Jay ahh te  extrañe demasiado — habló una vez el pequeño al momento de alejarse del cuello del mayor

— Sunoo que alegría verte — respondió Jay — ¿cómo haz estado? Hace meses que no sabía nada de ti, ¿Tu hermano cómo está?

Aquel encuentro sólo era sorpresa para el pequeño Jungwon que se encontraba confundido, pues para alabar mujeres que se encontraban en el lugar era algo normal, el pequeño Sunoo, un niño huérfano que llegó a vivir a la casa vecina, era el mejor amigo de su pequeño Jay, desde hacía años, y cuando la madre de Jay se mudo a la ciudad para una mejor vida para su pequeño, ambos niños habían llorado demasiado al ser separados, así que cada re encuentro era muy especial para ellos.

— Jihyo, ¿Dónde está Tzuyu?  — susurro el pequeño de Hoyuelos, pues aunque no quisiera admitirlo, esa escena le había causado, un poco de celos

— En la segunda habitación Joven Jungwon — el menor asintió, poniendo una mala cara a Jihyo, pues en muchas ocasiones Jungwon había dicho que no lo llamaran de esa manera, pues para el, ellos eran su familia.

El pequeño de Hoyuelos se dirigió a la dirección indicada por la mujer, encontrando a Tzuyu acomodando algunas cosas del equipaje.

— ¿Qué pasa, mi Pequeño? — pregunto la mujer, al momento de ver entrar a Jungwon a la habitación

— Nada... — negó Mientras suspiraba

— Te conozco muy bien Yang Jungwon, algo pasa, ¿te hizo algo Jay?... Porque si fue así lo...

— No, no me hizo nada — habló Jungwon interrumpiendo a Tzuyu — es solo que, me sentí raro, cuando si amigo lo abrazo

— Entiendo, estas celoso, es normal — habló la mujer sin quitar la vista de la ropa que se encontraba doblando

— No estoy celoso — habló Jungwon Mientra hundía su cabeza en la almohada.