Cuento 1,2...¿Dónde estás? -Jaywon -

XIX

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Hace algunos meses...

Ni-ki estaba preparando algunos planos para el escape, no tenía uan fecha lista, pero buscarían la mejor oportunidad para huir, no importaba el día, la hora, lo que importa era salir de ese infierno.

- ¿Qué haces? - habló Jay una vez entró al lugar donde hacía el menor

- preparo algunas cosas para ese día... O noche - respondió sin mirar

- Eres muy inteligente Ni-ki, risas esas operaciones matemáticas que realizas, son increíbles, yo no pude tener educación porque mi familia era pobre, solo aprendí a leer y escribir en casa de Jungwon, el tenía tutores, y de vez en cuando me ayudaban - dijo el mayor mientras miraba con fascinación todo aquello.

- Que tonto Jay, no digas eso... Aun puedes aprender, te podría enseñar cuando estemos fuera - el menor sonrió con felicidad.

- ¿de verdad? - El menor asintió - Ni-ki...¿Y que pasa si nos descubren?

- Jay, eres mi hermano, arriesgaría la vida por ti, eres mi única familia, no dejaría que te fueras de mi lado.

Jay rio ante el comentario.

- Niño tonto, soy mayor debes de obedecerme, así que si algo pasá yo estaría ahí para ti - ni-ki sonrio y negó ante la petición de Jay.

Ambos rieron y siguieron con lo suyo, meses despues de había presentado esa oportunidad.

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Algunos soldados se encontraban subiendo al auto que los transportaria cerca del lugar, algunos más debían caminar, y algunos de ellos eran Jay y Ni-ki, por suerte al ser del mismo lugar de entrenamiento habían sido mandados juntos.

- Hey, Heeseung, ¿qué haces aquí? - habló sorprendido Jay

- Iré al Área....3, si, algunos soldados serán enviado acá - Los ojos de Jay brillaron, ahí estaba Sunghoon y Heeseung sería perfecto para entregar la carta.

De Entre su ropa saco un sobre que contenía el escrito para Sunghoon y Félix.

- Podrías entregar esto al cabo Sunghoon Park, 20 años - Heeseung lo miró con duda - es un amigo del los días de entrenamiento, por favor no la abras.

- Esta bien Jay, confio en ti, suerte en las trincheras - Jay asintió mientras entregaba el sobre y salía del lugar junto a su equipo.

Al llegar tomó fila junto a Ni-ki, minutos después partieron al su destinó.

Llevaban algunas horas caminando, el terreno era conocido, era momento de empezar el plan, Jay miró a Ni-ki y el asintió.

Dejó caer su arma para después tomar su pecho entre sus brazos mientras respiraba de una forma rápida.

Todos de manera inmediata centraron su atención en él.

- Ni-ki - habló Jay mientras se acercaba al menor que fingía un ataque al corazón.

- Joven Park, ¿todo bien? - habló el general.

- Comandante el cabo Nishimura está teniendo un ataque - respondió, esa fue la frase que hizo a Ni-ki "desmayarse" - comandante pido llevar al cabo al área para que sea atendido, los médicos fueron en auto.