XV

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Hace un año y un mes que el pequeño Jungwon no veía ni escuchaba la voz de Jay. Cada día para el era eterno, al menos tenia a Sunoo, quien lo acompañaba cada día, eso para el menor era algo increíble, así no se sentía solo.

Claro sin olvidar la presencia de Tzuyu y Jihyo, aquellas mujeres que cumplían el papel de una madre para el pelinegro. Así lograba sentirse en familia, tenía a las personas que amaba, y en tan sólo, un poco tiempo más a Jay, cada día era una nueva esperanza de que la guerra terminará y volviera a los brazos de su amado.

Jungwon se encontraba camino a la oficina de su padre, quería pedir permiso para salir unos momentos.

Claro que si capitán, le agradezco su cooperación, está vez, y la primera, espero todo salga de maravilla.

Escucho en forma de susurro, esa sin duda era la voz de su padre.

Segundos después vio salir al mismo hombre que hace un año estuvo en su casa y se llevó con sigo a Jay. Jungwon lo miró de manera extrañado, la duda lo consumía por dentro, "¿como la primera vez?,  ¿que sucedió?, y ¿Por qué ese hombre lo vio con cara de asco?".

No comprendía la situación, así que solo entró a aquella oficina, esperaba que su padre pudiera resolver aquello.

— Jungwon, ¿que haces por aquí? — habló el hombre de manera nerviosa

— ¿Qué fue aquello que le dijiste a ese hombre, padre?  — preguntó el menor, trató de mostrarse frío, pero su semblante demostró lo contrario.

— No se de que me hablas... — habló su padre

— No me mientas papá  — Jungwon sentía un gran desprecio hacia aquel hombre que se hacía llamar su padre.

Pues el mayor había logrado causar que su pequeño lo odiara, solo por una tonta idea.

Meses atrás, Jungwon tuvo la confianza de contarle a su padre sobre la persona que estaba enamorada, no pensó que este lo tomará de una manera tan mal, simplemente golpeó a Jungwon mientras de la habitación del pelinegro sacó todo retrato de Jay, para después quemarlo. Aquello hizo que Jungwon odiara a aquel hombre, pero a a pesar de todo, el menor no podía salir de esa casa, ¿y si Jay volvía y él no estaba ahí?, solo por esa razón el menor aún seguía soportando todo.

Tal vez su padre sabía sobre el romance de su hijo y Jay, él cual pensó que sólo era una aventura, pero al escuchar que su hijo sentía amor, por otro hombre, lo golpeó hasta hacerlo sangran, lo lastimó, hasta el punto de odiarlo.

— Es por tu buen Jungwon — habló su padre sin mirarlo — todo lo que hago es por tu bien.

El menor no comprendía

— Nada de lo que haz hecho es por mí bien — respondió de manera fría

— Entiendolo hijo, Jay no es alguien que te beneficiará, el es solo el hijo de una empleada , no está al mismo nivel que nosotros, pagar para que fuera a la guerra fue lo mejor — Jungwon se congeló en su lugar.

¿Pagaron para que Jay fuera a la guerra?, ¿se podía hacer eso?.

—¿ Qué d-dices? 

— Jungwon, tu relación, no, tu aventura con ese muchacho solo traería cosas negativas, tanto para ti, como para nosotros, todo lo que hago es por tu bien... Jay inevitablemente morirá ahí, lo sabes.

— No, tú no lo conoces, ni a mi, ni a él, regresará, y no solo eso, si no que también me iré con el. Jay no morirá lo sé. — algunas lágrimas amenazaban por salir.

— Jay esta en el área más peligrosa, en algún momento recibirá una bomba — Jungwon negó

— Realmente te odio, por todo, eres el peor padre del mundo, me perdiste como hijo — Jungwon salió, solo pudo ir a refugiarse en los brazos de Tzuyu, la necesitaba.

El menor sollozaba, mojando el vestido de la mujer, a pesar de las preguntas, no podía formular palabras.

— Vámonos de aquí — habló el menor,  a lo que la mujer lo miró sorprendida, pero solo asintió.

Al día siguiente Jungwon había hablado con Sunoo, el pequeño de pecas lo abrazo para después seguirlo, no podría dejarlo sólo. Jihyo de igual manera se iría, no tenía algo por lo cual estar ahí.

Dos semanas después los cuatro partieron de la casa Yang, el único sitio que tenían para llegar era el pueblo natal de Jihyo y Sunoo, Tzuyu no tenía familia, ni un hogar, su hogar siempre había sigo ese chico de Hoyuelos.

Antes de irse Jungwon dejó una nota de despedida.

Señor Yang:

No sé en qué momento te convertiste en esto, pasaste de ser la persona que más admiraba, a aquella que más odio.

Me fui, mi familia irá conmigo, no me busques. Estaré lo más alejado de ti, espero tengas una vida feliz, no te preocupes por mi, nunca lo has hecho.

Adiós.

Jungwon.



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Como que no me gustó éste capítulo...

En fin

Nos vemos la próxima actualización <3

Lili


Cuento 1,2...¿Dónde estás?  -Jaywon - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora