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El otoño había llegado, las hojas de los árboles caían, el pasto estaba seco, todo era realmente lindo, los tonos naranjas, rojizos y amarillos eran lo que más amaba el pequeño de Hoyuelos.... Pero ese amor no le ganaba a Jay, pues el mayor era un aficionado del otoño, su época favorita.
Y más para un Jay de 17 años y un Jungwon de 15... La edad... Tenían bastante diferencia, dos años podrían ser mucho para algunos, pero para ellos no era algo que importará.
Era 1913, un año increíble, o así lo describía el pelinegro menor, el cual los últimos meses habían sido perfectos para el, no sólo desde que llevo sus Pinturas al mercado y vendió la gran mayoría de estas, si no que sentía que la relación con Jay estaba en ese punto perfecto, bueno, a decir verdad cualquiera que viera a ese par juntos se daría cuenta del amor que dejan por donde pasan, y Sunoo no era la excepción, o tal vez el único que noto que aquellas miradas no eran sólo una amistad, el pequeño de pecas no habló al respecto de eso, era la vida de su mejor amigo, y si él no le contaba, él no se entrometeria en eso, la única duda que tenía el chico era, ¿Aquella vez que Jay habló sobre estar enamorado de alguien que lo llevaría a la muerte pero aún así se arriesgaría, era sobre Jungwon?, lo más seguro es que si.
Ambos chicos se encontraban en la terraza de la habitación del menor, pues hace ya una hora que Jungwon había, prácticamente obligado a Jay, a ser su modeló, pues a pesar de llevar tanto tiempo de conocerse, casi 10 años, el pequeño no tenía ningún retrato de él, algo tonto a decir verdad.
Después de ese largo tiempo, el menor apenas llevaba muy poco, pues la belleza del mayor lo distraía demasiado, al igual que cada beso que le robaba de vez en cuando, había muy pocas cosas detalladas, sus ojos, sus labios... La forma de su rostro.
Tal vez Jungwon pudo hacer todo eso sin necesidad de que él mayor fuera su modelo, pues conocía a la perfección cada facción de él.
Pero él quería retratar cada mínimo detalle, cada lunar, cada peca, cada pestaña, cada cosa.
Cada cosa que amaba del mayor.
Dibujar sus ojos con el universo que había dentro de ellos, sus labios con cada beso que ha robado de ahí.
Eso era lo que necesitaba, no sólo la imagen de su cabeza.
La concentración de ambos fue interrumpida por la madre del mayor, aquella que los llamaba por la comida, así que su retrato, tardaría un poco en ser terminado.
Ambos jóvenes ingresaron a la cocina de la gran mansion, donde ayudaron a ambas mujeres a servir la mesa, mientras Sunoo ayudaba a servir la comida, la pequeña familia de cuatro, ahora eran cinco, algo perfecto para Jungwon.
El menor era el único de la familia Yang, que disponía a comer con ellos, ya que su padre y esposa, solían comer ellos dos, solos, ni siquiera el pequeño de los Yang se les unía.
Pues le parecía algo tonto, estar con esas dos personas, que no eran su familia, tal vez estaba unido por la sangre, pero solo de su padre, si es que podría llamarlo, así, pues después de la muerte de su madre, solo se dispuso a dejarlo solo, con Jay, Jihyo y Tzuyu, pero, eso no haría que lo odiaría, mejor dicho, le agradecía, pues gracias a eso, pudo encontrar a su verdadera familia.
Al finalizar la comida el sol comenzó a meterse, la tarde había llegado, y pronto la noche, Jungwon guardo todos sus materiales, el dibujo podría esperar un poco más, al final, tenía todo el tiempo junto a Jay, y podría hacerlo de nuevo otro día.
Cuando la Luna estaba en lo alto del cielo, todos estaban durmiendo, a excepción de un pequeño de ojos gatunos, el cual se encontraba agitado por el sueño que acababa de tener, una pesadilla realmente, así que con pasos lentos salió de su habitación caminando al jardín, pasando por la habitación donde se encontraba Jay, el cual al sentir los pasos despertó, siguiendo al pequeño a donde se dirigía.
Así Jungwon, junto a un Jay, detrás de él, llegaron al Jardín del lugar.
— Cuento 1,2... ¿Dónde estás? — habló en susurro el mayor, tratando de no asustar al pequeño Jungwon.
— Cuento 1,2... Aquí estoy — respondió de igual forma, en un susurro.
Jay tomó lugar a lado de Jungwon, mientras este platicaba sobre ese horrible sueño donde Jay se iba de su lado.
El mayor le prometió que eso no era más que un tonto sueño, y Jungwon creía en el.
Vamos, solo fue un estúpido sueño.
Después de un rato, Jungwon logró convencer a Jay de dormir con el, pues, realmente tenía un poco de miedo, era la primera vez que dormían juntos.
Después de que mayor aceptará, se dirigieron a la habitación de Jungwon, donde ambos durmieron abrazados, uno del otro, una escena muy linda.
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Holiii
Se viene el 10, y de ahí, se desata lo mero bueno (según yo) sjakjs.
Spoiler: Habrá final feliz.
Ya que uno sufra en el proceso es diferente hdja, pero si habrá un final feliz.
Nos vemos la próxima actualización
Lxs tqm <3
Lili
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Cuento 1,2...¿Dónde estás? -Jaywon -
FanfictionJungwon y Jay... Dos mejores amigos desde su infancia. Jungwon era hijo de una de las familias más ricas de toda la ciudad... Jay, el era un chico humilde pero de gran corazón... En el año de 1914 la familia Yang no estaba para nada contenta de que...