Un final

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Han pasado dos días desde que empezaron la búsqueda. Aún a eso solo han llegado a Amegakure la aldea de la lluvia, en sí la aldea más cercana al país del fuego.

¿Por qué no han llegado más lejos? Te estarás preguntando. Bueno, tener a un genin de nivel civil y a un vago Nara en el equipo no ayuda a la velocidad ni al tiempo de movimiento del equipo sin importar cuantos ambus tengan.

Durante esos dos días Sai ha estado obligado a pasar el tiempo junto a Sakura y sus peroratas sin ningún descanso.

Por alguna razón los ambus que les acompañaban simplemente pensaron que como eran del mismo equipo él podía lidiar con esto todas las horas del día. Pero eso no es así, porque él no es invencible y su mente como Danzo mismo ha dicho es imposible de entrenar Imposible de aprender a controlar como el resto de ninjas raid hacen, por eso es considerado un fracaso.

- Agg, me duelen los pies ¿No podemos dejar ya de buscar? -Ella habló- ¿Siquiera por qué le damos tanta importancia a Naruto? Tendríamos que estar buscando a Sasuke-kun para rescatarlo de Orochimaru

Sai respiraba lentamente tratando de controlar las ganas que tenía de decirle a Sakura nada más que la verdad. De como Sasuke literalmente la ha golpeado y abandonado para ir con el hombre serpiente que le dejo un chupetón maldito en el cuello. 

- Tengo el pelo hecho un desastre, no me pude peinar esta mañana porque estabais tan desesperados por continuar corriendo -Sakuta continuó- ¿No sabéis que las chicas necesitan tiempo para prepararse?

Con todos sus esfuerzos Sai logró desconectar parcialmente la voz de Sakura de su mente. Aún la escuchaba, sí, pero ahora era más como el sonido de un mosquito al volar. Muy molesto, sí, pero mucho menos ruidoso que la voz normal de la chica. 

En esos momentos solo quiere sentir todo a su alrededor, el sonido del viento a través de las hojas, el olor de la naturaleza siguiendo su curso, el sonido de los pájaros cantar o los riachuelos correr colina abajo cargando peces en sus aguas. Van tan despacio comparando a como Sai normalmente viaja en misiones que esto casi parece un paseo por el parque.

Cuando realmente se puede relajar como lo está haciendo en estos momentos, es como si todo nunca hubiese pasado. Como si nunca hubiera estado en raid, como si fuera un simple niño civil jugando con sus amigos... A Sai le gusta imaginárselo. Si nunca hubiese sido acogido por Danzo en la raid ¿Hubiese sido amigo de Naruto? O lo hubiera tratado como todos los demás lo hacen ¿Alguna vez habría conocido a Tayuya?

Eso lo llevo a un pensamiento diferente. ¿Qué hubiera pasado si todos no fueran más que niños? Sin chakra, sin entrenamiento ninja, sin sangre entre sus manos. Solo niños pasando el rato como cualquiera lo haría. Jugando juntos, gastando bromas, yendo a fiestas de cumpleaños o metiéndose el uno con el otro

Se imaginó a Tayuya golpeando a cualquiera que se atreviese a hablar mal de ellos, ya ha defendido a Naruto aún a casi no conocerse en ese entonces así que no era una idea tan descabellada. Naruto sería quien siempre les trae una sonrisa con todas sus tonterías y él quien mantiene a ambos fuera de problemas

Era una imagen bonita. Pero imposible. Ellos eran ninjas y aún a todo lo que huyan en el fondo de su ser siempre lo serán, aunque se retiren o dejen de hacer misiones. Las habilidades que se aprenden en el oficio nunca se olvidan, pero mucho menos el trauma que cada misión traía con ella.

Sai agradeció la eterna lluvia de Amegakure. Así, si en algún momento alguna lágrima traicionera caía de sus ojos, ningún miembro del equipo podría verlo y preguntarle al respecto. ¿Por qué deseaba tanto algo imposible? No... ¿Era tanto pedir ser feliz con sus amigos?

Todos los demás niños de su edad pueden hacerlo. Todos tienen amigos con los que se ríen y pasan el rato, entonces ¿por qué no ellos? ¿Por qué no pueden ellos ser niños normales?

Fugitivos EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora