Fugitivos Enamorados

La batalla comienza

Después de tanto tiempo dentro de esta habitación de hospital, restringido y vigilado día y noche, sin contacto con prácticamente nadie más que Tsunade y algún que otro enfermero del hospital, finalmente pudo convencer a la Hokage de permitirles estar los tres juntos de nuevo, aunque sea una vez más. Por culpa de las «complicaciones» que Naruto estaba teniendo después de su cirugía, el hospital decidió que la mejor opción para prevenir alguna complicación de mayor gravedad era limitar las visitas de todo el mundo que no sea personal completamente necesario para su cuidado y haya pasado por los específicos protocolos de desinfección.

Lo que ellos no sabían es que la condición de Naruto en realidad ha mejorado a pasos agigantados en este tiempo. Pero, gracias a su pequeña actuación, mezclada con algunos trucos hechos con chakra y su conocimiento sobre medicina, ni siquiera Tsunade se ha percatado. Lo más probable de esto último, es que sea por qué no se espere que él haga algo como esto ya a lo peligroso que puede ser. El haber mostrado síntomas que realmente no tiene, ha provocado que los médicos le prescribieran medicamentos que realmente no necesitaba, y para cualquier otra persona que no tuviera una resistencia al veneno y una regeneración como la suya, esta pequeña maniobra podría haber sido mortal.

Qué bueno es para él, el hecho de que no le importe perder su vida para esta misión...

Todo está yendo como planeado, cada pequeña parte de su plan perfectamente preparado para el gran momento, ha pensado en cualquier detalle que podría dañar la misión de cualquier manera y creando cientos de planes dependiendo de lo que pueda ocurrir. Realmente no le deberían de dejar con tanto tiempo libre. Pero ahora que todo está listo, solo le falta una cosa por realizar.

Es momento de que les diga su última despedida a Sai y Tayuya antes de su proclamada muerte.

Es una alegría que pueda morir peleando una vez más junto a ellos. Juntos pueden contra cualquier cosa que les echen encima. No importa si es una simple lluvia a la intemperie o la mayor de todas las aldeas ninjas. Si están juntos van a lograrlo, aunque sea él quien de su último suspiro durante la batalla y aunque sea él quien no volverá a andar al lado de sus queridos amigos. La simple idea de volver a pelear todos juntos le pone una sonrisa en la cara, una vez más, peleando por su libertad. Él encontrará su libertad en la muerte y ellos en el viaje que viene después.

- Hay algo que tengo que contaros -Naruto les miró cariñosamente, una sonrisa verdadera en su rostro- Pero... Para contarlo primero necesito que vigiléis vuestras muestras de emociones cuando lo haga, no quiero que los ambu dé a fuera de la ventana, se dé cuenta de algo...

Mientras el chico decía esto, colocó con sus manos libres de la manera más discreta posible un pequeño sello de silencio. No muy complejo, pero lo suficientemente avanzado como para que pudiera cubrir la zona de la cama y un poco más afuera, lo suficiente como para que Tayuya y Sai puedan hablar sin preocupación.

- Entendido... -Sai comentó rápidamente, puede que se note un poco de nerviosismo en su mirada, pero sea como sea no dijo nada más.

Tayuya, en cambio, tardo un poco más en responder, manteniendo su mirada conectada con la suya. Ella le ha conocido el suficiente tiempo como para entender que él es capaz de hacer cualquier estupidez inimaginable y esto no tiene por qué ser diferente.

- Me preocupa que nos pidas algo así -Tayuya hablo firmemente, antes de suspirar por lo bajo- Pero sé que eres demasiado tozudo como para que te podamos sacar de la cabeza lo que sea que tengas planeado.

Naruto no quito su sonrisa en todo este tiempo. Tomo un suspiro y comenzó a explicar, de forma lenta y vigilante, de cualquier mínimo movimiento de su cuerpo y rostro. Debe tener en cuenta también que su boca no pueda ser visible para el ambu que los observa.