Interrogatorio

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Tayuya se despertó estando rodeada de Anbu. Se esperaba esta situación ya a su trato con la Hokage y su estado de fugitivos, pero eso no significaba que le tuviera que siquiera agradar. Aun a sus máscaras podía sentir las miradas de los Anbu siempre posadas en ella y Sai.

El chico aún estaba dormido apoyado en su hombro, con los ojos rojos tras haber estado llorando al descubrir lo que había hecho. Odiaba verlo así, pero no había otra opción y sea como sea el grupo de la Hokage estaba ya cerca de ellos, les iban a capturar igualmente sin importar lo que hicieran. Ella no quiere morir, eso es verdad, pero cuando la cosa viene entre ella y sus amigos, prefiere ser ella la que muera.

- Estás despierta -La voz de Tsunade llamó su atención. La mujer aún estaba revisando algunos papeles, ella le dio los papeles a un grupo de enfermeros antes de dirigirse a ella- Antes de comenzar debo indicar que soy un clon, la verdadera Tsunade se encuentra aun preparando cosas para la próxima cirugía

Tayuya asintió ante esto. No conocía a muchos médicos, pero por los que conoce parece ser que el uso de los clones es muy común en esta rama ninja. Le sorprende no haberlo sabido de antemano, pero como nunca le había interesado la medicina antes de conocer a Naruto, tiene sentido que nunca haya alcanzado este conocimiento.

- Te haremos unas preguntas respecto a todo lo sucedido -El clon continuó- Tus respuestas determinarán tu castigo. No pienses en mentir, tenemos formas de saber cuándo lo haces y no te servirá para nada más que empeorar tu condena

- Responderé sin problemas, ya no tengo nada que ocultar -Tayuya respondió, ya había hecho el trato con la Hokage de no castigar a Sai o Naruto, y, aunque la Hokage ya falló a su palabra una vez, cuando prometió que la integraría a la aldea si se portaba bien, duda que realmente haga daño a sus ninjas o al menos espera que no lo haga. Tayuya trato de dejar lo más claro posible su colaboración con los ninjas  de la hoja, tal vez de esta manera la Hokage se siente mejor para cumplir su promesa, pero eso no pareció tranquilizar las miradas de los Anbu. 

El clon de la Hokage tomo algunas notas más en su portapapeles antes de mirar a Tayuya- Bien, entonces, comencemos -El segundo en el que la mujer dijo eso, todos comenzaron a mirarla aún más intensamente de lo que ya lo estaban haciendo- ¿Aún sigues las órdenes de Orochimaru del sannin?

- No -Tayuya respondió sin dejar pasar un segundo- El momento en el que salí de Konoha y no volví con él me convertí en traidora de la aldea del sonido -Tiene sentido que comiencen con preguntas de este tipo, saber si aún trabaja con Orochimaru implica saber que tan grabe realmente es la situación.

La Hokage volvió a tomar una nota- ¿Qué implicación tuviste en la traición de Uzumaki Naruto y el ninja Sai?

- Realmente, no lo sé -Tayuya respondió, tiene miedo de esta pregunta- Hablé con ambos antes de sus respectivas traiciones, especialmente con Naruto, pero nunca comente nada al respecto de que me ayudarán a escapar. -La Hokage le dio una indicación para qué continuará- Como se me había indicado la posibilidad de mi integración en konoha trate de ser amigable con todos los ninjas que me estaban vigilando, lo cual no tuvo resultados fuera de lo esperado hasta llegar al equipo siete. Yo conocí a Naruto antes del ataque a Konoha, y también hablé con él antes de que me comenzarán a vigilar, de modo que, se podría decir que ya éramos amigos, conocidos al menos.

Tayuya tomo un respiro antes de continuar- Cuando me llevaron con el equipo 7 por primera vez su equipo y otro equipo genin lo estaban, como podría decirlo, tratando como mierda. Me molesto y actué al respecto, lo cual puede haber provocado que Naruto me empezará a ver como más que un enemigo -Tayuya miró a Sai, aún adormilado en su hombro- Sai también se nos unía en las conversaciones de vez en cuando, lo más probable es que fuera en esos instantes cuando también se fue forjando una relación con él. Pero, yo nunca dije nada sobre escaparme.

Fugitivos EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora