¿Ahora qué?

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Cuando Naruto fue liberado del hospital Keigo les guío a su casa, donde se quedarán hasta que decidan irse de allí. La casa es completamente normal, quitando el hecho de que parece estar diseñada y decorada con el mísero hecho de ser segura y divertida para niños.

Cada uno tuvo su propia habitación, fue raro estar separados después de tanto tiempo todos durmiendo a unos pocos pasos de cada uno, pero no es algo a lo que no se puedan adaptar, especialmente teniendo en cuenta que no se pueden quedar aquí mucho tiempo. No importa que tan amable sea la gente, cuando descubran quienes son en realidad, cuando descubran que Konoha está detrás de ellos y las acciones que han cometido, las vidas que han arrebatado... Todo lo que hacen ahora no será más que un misero recuerdo de buenos tiempo.

Seguramente les expulsen a patadas o entreguen a los ninjas Konoha. Puede que envenenen su comida o les ataquen por la noche. Hay mil maneras en que podrían atacarles. Por eso no pueden confiar en ellos. Aceptarán y agradecerán su ayuda, no serán una molestia para las personas de este pueblo, ayudarán en lo que sea necesario y no se quejarán, cuanta menos atención sea dirigida a ellos mejor. 

Pero prepararán su plan de escape de emergencia por si acaso los ninjas lleguen antes de lo previsto o descubran la verdad, pero si no lo hacen aún deben de planear su salida, ¿Qué harán ahora? Saben qué le ocurre a Naruto y saben quién es la única persona que le puede curar... Pero... Naruto apretó los puños

No puede permitir que les atrapen. Miró a Tayuya y Sai un poco más adelante de el por el pasillo. Konoha les quiere muertos, también a él. Son traidores, enemigos de la aldea, criminales. No importa que tan amable haya sido con él Tsunade cuando era su aprendiz, no imparte lo importante que le han sido sus enseñanzas en la medicina, no importa que Tsunade le haya mirado con ojos amables.

Tsunade Senju, Quinta Hokage, quiere matar a sus amigos. Quiere terminar con la existencia de sus preciosas personas. Quiere separarle de las personas con las que ha viajado, ha reído, ha llorado, ha sufrido y ha avanzado, quiere quitarle a su familia. Y no lo va a permitir, no importa si él muere en el proceso, no permitirá que Konoha ponga sus manos en ellos

Todos juntos se reunieron en la habitación designada a Sai ya al ser está la que se encuentra más lejos de la habitación de Keigo. Como las otras dos no tiene muchas cosas, una cama, un escritorio, un armario y unos cuantos juguetes. Las paredes eran blancas pero los muebles son de brillantes colores. En sí, bastante infantil, es obvio que Keigo se dedica al cuidado de niños

 Hicieron un forte con cojines y sábanas en una esquina de la habitación para aún más privacidad y cosas entre Keigo y ellos. No es que no confíen en él... Bueno, no confían del todo en él, pero sea como sea no pueden permitirse que escuche algo que no deba.

Todos se acomodaron, sentados en el suelo se miraron unos segundos en completo silencio. Se nota la seriedad en sus miradas.

- ¿Qué hacemos? -Sai rompió el silencio- Si vamos a por Tsunade morimos y si no Naruto muere. No me gusta ninguna de las dos opciones

Naruto bajo la cabeza, si no hubiera aceptado a esa criatura nada de esto estaría pasando. Se miró las manos antes de apretarlas en rabia. No. No se puede arrepentir de lo que hizo, puede que ahora esté llevando a todo esto, pero, si no hubiese aceptado a la criatura, si no hubiese aceptado su odio aún estaría en Konoha, Tayuya estaría muerta y Sai aún estaría bajo el control de ese maldito Danzo

Puede que haya llevado a su muy posible muerte y puede que ahora estén en esta posición por culpa de eso, pero le dio la iniciativa y la motivación para hacer un cambio. Eso es lo importante.

Tayuya suspiro apoyándose en la pared- Conozco un médico que puede que sepa como solucionarlo, pero es la segunda persona menos fiable que conozco.

Sai levanto al ceja confuso- ¿De quién estás hablando?

Fugitivos EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora