Sucesos

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Temari miró por la ventana de su habitación del hostal, llevan múltiples días rondando por el país de los vegetales en busca de cualquier pista para encontrar a los traidores de la hoja. Pero ahora al fin tiene un poco de tiempo para descansar. Una vieja foto en su mano y su abanico descansando al lado de ella. Ella no pudo evitar soltar unas lágrimas. En sus manos está la única foto que tiene con sus dos hermanos juntos, una de cuando eran niños y estaban jugando en la arena.

En esa foto, Gaara se ve feliz, contento de estar jugando con ellos. Pasó sus dedos por él, su pelo despeinado y ojos cansados con esas eternas ojeras bajo sus ojos. ¿Por qué no estuvo para él? Tal vez, si su padre nunca le hubiera prohibido acercarse a su hermano, si no le hubiese dejado solo, tal vez de esa forma él estaría aquí ahora

Tal vez nunca se hubiera rendido ante el bijuu, tal vez hubiese peleado por control y no hubiese matado a todos en su camino. Tal vez de esa forma no lo hubiesen utilizado como arma en la invasión, tal vez de ese modo nunca hubiese peleado contra Jiraiya del Sannin, tal vez así no estaría muerto...

Temari se encogió sobre sí misma, la foto cerca de su pecho mientras sus ojos lloran. ¿Por qué tuvo que acabar así? Ella siempre tuvo fe en su hermano, ella siempre creyó que puede tomar el control de su propia vida, ella siempre quiso tener de vuelta a su hermanito pequeño. Pero ahora nunca será posible. Por culpa de Orochimaru, por culpa de Suna y por culpa de Konoha, su hermano ya no está y todo su culpa.

Si Orochimaru no les hubiese engañado para atacar la hoja nunca hubieran utilizado a Gaara como arma y nunca hubiera peleado contra un Sannin. Si su aldea nunca hubiese caído por la trampa o tratado a Gaara como un monstruo que debe ser asesinado nunca hubiese sido tan sangriento. Si Konoha nunca hubiese creado al primer Jinjuriki todo esto no estaría pasando en primer lugar.

- Aún sigues llorando -La voz de Kankuro la sacó de sus pensamientos- ¿Por qué estás tan triste por su muerte?

Temari miró a su otro hermano pequeño parado ahí en medio de la habitación, mirándola como si estuviera loca por sentir tristeza por la muerte de un familiar

- Es nuestro hermano, Kankuro -Ella murmuró en un tono enfadado mientras se pone recta en el sitio- Tengo derecho a hacer duelo por su muerte

Kankuro resopló mientras se apoya en una pared- Quería matarnos, Temari -Dijo él- Y estoy seguro de que Gaara nunca hubiera hecho duelo por nosotros

Apretando los puños ella tomó su abanico- Nunca estuvimos ahí para él -Ella replicó- le dejamos sufrir toda su vida ¿Por cuántos intentos de asesinato habrá pasado? ¿Cuántas veces la gente ha salido corriendo con tan solo verle cuando era solo un niño? Y eso no es todo Kankuro -Levantó su abanico del suelo provocando que Kankuro de unos pasos atrás- Éramos sus hermanos mayores, se supone que debemos protegerle y ayudarle en lo que podamos, e igualmente solo observamos mientras él sufría lo que ningún niño debe sufrir

Kankuro no dijo nada prefiriendo salir de la habitación antes de que ella use su abanico en su contra. Temari le observó las lágrimas cayendo más fuerte de sus ojos. ¿Cómo puede ser tan insensible?

Ella se derrumbó sobre la cama sujetando la imagen de sus hermanos una vez más pasando sus dedos por encima de su hermano más pequeño. Lo que hace esto mucho peor es la misión a la que le forzaron formar parte. Ayudar a la hoja a recuperar a un grupo de traidores. ¿Por qué tiene que trabajar con quiénes lo mataron? ¿Por qué debe ayudar a aquellos quienes le robaron a su hermanito pequeño?

Mucha gente murió ese día, tanto de Konoha como de Suna. La mayoría ninjas entrenados que estaban preparados para ese momento, todos a los que mandaron a la batalla estaban preparados para morir si es necesario. Pero él no lo estaba, él nunca vio la muerte como una posibilidad por qué él nunca vivió de verdad. Aún puede recordar su mirada, cuando Ichibi fue destruido y estaba cayendo del cielo, el sannin peli blanco observando desde lo más alto de su sapo. Su mirada de puro terror y ella no pudo hacer nada.

Fugitivos EnamoradosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora