xv. Un mal (buen) plan

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Musicalización del capítulo:
Mamma mia!, Abba

Un día desde la infección.

Al amanecer del día siguiente el viento corrió con más ímpetu que por la noche. Un soplo helado entró desde la ventana rota, e incluso si la mayoría dormía los hizo titubear de frío. Los primeros rayos del sol comenzaban a asomarse entre las nubes rojas y amarillas que decoraban la mañana sobre el inmenso patio repleto de zombies, sangre y un caos que jamás dormía. Entonces poco a poco todos fueron despertando. Habían dormido poco, y descansado mucho menos. Se sentían agotados, y con miedo, y aquella noche corta no había conseguido calmar sus nervios; con la señorita Park y Na-yeon en algún salón o pasillo, en la incógnita de si estaban vivas o muertas, y Gyeong-su asesinado por una compañera los hizo a todos dudar por un segundo de las esperanzas que había.

– No estoy segura de que vengan hoy – dijo On-jo.

– ¿Por qué? – cuestionó Dae-su decaído.

– La escuela está lejos de la ciudad, si evacuan allí primero, tardaran un poco más en venir por nosotros – contestó On-jo.

– Deberíamos pensar en buscar comida o agua, ¿no? – dijo Chayoung.

– Mmh, es verdad – coincidió On-jo –. Pero no hay manera de salir de aquí, y este lugar es más seguro que los salones.

– Podemos ir a los salones de al lado – propuso Cheong-san sin mucha aprobación –. No tenemos forma de llegar a las cocinas, pero el salón de al lado es el de primero. Siempre traen comida. No perdemos nada intentando.

– Podemos morir – recalcó Joon-yeong, como si a sus amigos se les hubiera olvidado aquel pequeño detalle.

– Si algo sucede, usaremos esto – sugirió Chayoung, levantando el extintor –. Podemos rociarlo por donde vayamos, para que los zombies no puedan vernos. Como una niebla.

– ¡Ah, si! Olvide que los extintores tienen esa función, no solo sirven para golpear gente... ¿porque no pensé en eso? – rió Cheong-san.

– Entonces, ¿dices que deberíamos usarlo como una pantalla de humo? Pero... ¿no nos entorpecerá también a nosotros? No podríamos ver a dónde están los zombies – razonó Joon-yeong.

– Mientras sepamos de que dirección vienen, deberíamos estar bien – aseguró Chayoung –. Sería peligroso si lo rociamos por todas partes, obviamente. Así como los calamares usan su tinta, ¡solo debemos bloquear la linea de visión de nuestros atacantes y correr!

– Es un buen plan, pero no creo que sea tan fácil como suena... de todos modos, ¡creo que el extintor nos será útil tarde o temprano! – comentó Joon-yeong, quizás pensando en cuando golpeó a los zombies con uno.

– Haré una salida de prueba primero – les informó Chayoung.

– ¿Qué? ¿Ahora? – preguntó Wu-jin sorprendido.

– ¿Eh? Chayoung ¿saldrás tu sola? – cuestionó Ji-min.

– Chayoung, no creo que sea una buena idea – opinó On-jo.

– ¡Es peligroso que salgas sola! ¡Yo iré! – exclamó Suhyeok.

– Solo iré al aula de al lado. No es necesario que vayamos todos. ¡Puedo hacerlo yo sola!

– Creo que aprendimos que muchas manos facilitan el trabajo – comentó Cheong-san –. ¡Chayoung, yo peleo, tu busca las cosas!

– ¿Cuál es tu plan? – le preguntó Joon-yeong.

– Mmh. Como podemos ver por la ventana de allá arriba podemos fijarnos si viene algún zombie – dijo, señalando la ventanita a un lado de la puerta –. Saldré ahora, aprovechando que está totalmente despejado de aquel pasillo. Si hay zombies del otro lado, usaré el extintor para llegar al aula 4 o 5.

yesterday, estamos muertosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora