yesterday, estamos muertos

viii. Tallahassee

Musicalización del capítulo:
Bohemian rhapsody, Queen.

Cuando Chayoung volteó y encontró la puerta libre, se lanzó a través de ella sin dudarlo. Aquel momento era una de esas situaciones donde las glándulas suprarrenales trabajaban sin descanso alguno, porque la adrenalina corría a través de sus venas ante la idea de poder ser devorados por zombies en cualquier momento. Con el corazón en la boca Chayoung giró la cabeza a penas sus pies abandonaron el salón, para verificar que todos hubieran logrado salir. Se le heló la sangre ante la catastrófica idea de que alguno de los dos zombies alcanzará a sus amigos, sin embargo, pudo darse el lujo de encontrarlos a los cuatro saliendo del salón. Todo empeoró cuando Suhyeok resbaló al piso sobre el umbral de la puerta, y la idea de verlo convertirse en un monstruo la hizo flaquear. Aunque Suhyeok fuese un cabeza de rábano dentro de clases, era un chico atlético, y rápidamente atinó a pararse y cerrar la puerta, dejando a los zombies encerrados dentro.

Mientras corrían, de manera progresiva todos echaron una rápida mirada hacía atrás, con el profundo deseo de averiguar si nadie había quedado dentro del salón, o había sido atacado por ambos zombies. Al frente iba Na-yeon, jadeando y gritando con temor, sin embargo frenó en seco y acabó en el piso en cuanto al final del pasillo, antes de poder doblar, apareció un grupo de zombies, atraídos por los fuertes gritos del grupo. Como acto instintivo todos retrocedieron aterrados, salvo por Suhyeok, quien a largas zancadas llegó hasta adelante y como podía enfrentaba a todos los zombies que corrían hacia ellos. Chayoung maldijo cuando se adelantó en la fila y con ayuda de Gyeong-su levantaron a Na-yeon, que se arrastraba en el piso, gritando con terror. Una pequeña parte de su cabeza se sintió terrible al ver que Gyeong-su también había corrido a socorrer a Na-yeon, aunque ella lo tratarse horrible, porque así era él.

Suhyeok peleaba contra un zombie en el piso, con el cual había rodado intentando que no lograse llegar hasta ellos. Sin embargo, en su lugar se acercó otro zombie, y se lanzó al piso, intentando morder la pierna de Suhyeok. Con la adrenalina rebosando en la garganta y más valor del que realmente sentía Chayoung se aproximó al zombie y lo pateó con todas sus fuerzas para tumbarlo al piso y alejarlo de Suhyeok.

Al instante, Cheong-san tuvo una de esas grandes ideas que surgen del inconsciente cuando los problemas superan la realidad, y arrancó el marco de la ventana de un salón, usándolo como arma. Avanzó hasta el zombie que se había levantando del piso, y se acercaba nuevamente, pero esta vez a Chayoung, y lo golpeó con la madera. Enseguida el resto de chicos lo imitaron. Habían logrado bloquear a los zombies con ventanas, sin embargo, el plan comenzaba a fallar. Los zombies estiraban sus manos sobre las ventanas e intentaban pasar por ellas. Chayoung sentía que le temblaban los brazos, pero seguía golpeando a los zombies con el marco ensangrentado.

– ¡Oigan! – gritó Dae-su, sacando una puerta – ¡Abran paso!

Entre todos habían logrado empujar a los zombies por detrás de la puerta hasta el final del pasillo, donde aguardaba la escalera.

– ¡Corran arriba! – gritó Wu-jin, señalando los escalones en subida.

Finalmente los chicos lograron tirar a los zombies por las escaleras con ayuda de la puerta, que resultó ser la mayor protección.

– ¡Vamos, Daryl Dixon! – exclamó Chayoung, bajando los escalones que había subido a trote para buscar a Suhyeok, quien seguía peleando contra los zombies, y arrastró a su amigo hasta las escaleras.

¿Entre tantas personas, debía volverse amiga del chico con complejos de Tallahassee? Corrió tan rápido como sus pies de lo permitieron, y fue en aquel momento que se sintió agradecida con la entrenadora de atletismo por obligarlas a entrenar tanto, y pidió perdón al aire por todas las veces que la había maldecido de las peores formas.