Un mes después.
El tiempo era a veces tu enemigo y a veces es tu amigo. Este mes, el tiempo fue mi enemigo; habían días en los que el tiempo pasaba tan lento que era horrible, y a veces era mi amigo porque cuando menos me daba cuenta, ya había acabado el día.
Esos días donde no nos veíamos por la falta del tiempo cuando trabajaba era difícil, y ahora el saber que no podría ni tomarse ni cinco minutos para vernos, era frustrante. Demasiado.
Me alegraba mucho que estuviera siguiendo con sus sueños, sus metas, su trabajo. Y yo lo comprendía, no todo el tiempo estaríamos juntos, y debía ir asimilando eso.
Y aun que este mes, me había acercado más a mis hermanos y mi amiga, se extrañaba los comentarios de la pelirroja y la presencia de el. Triny había vuelto hace tres días, y mi hermano estaba feliz de ir por ella al aeropuerto.
Seguía sin saber que se traían esos dos, pero estaba segura de que cuando llegara el momento, me... Bueno, nos dirían.
—Toma, Ani.
—Gracias, Vic.
Tome la mini cuchara de mi helado al mismo tiempo que Vic para llevarlo a mi boca y sentir el sabor en mi lengua. Ambas hicimos un sonido de satisfacción.
—Jamás habrán unos helados tan buenos como estos en el mundo.
Asentí mientras me llevaba otra cucharada a la boca.
—¿Recuerdas la primera vez que venimos? —pregunté.
—Claro que sí. No traíamos dinero y compramos uno entre las dos y casi nos peleamos por el helado.
—Si, lo mejor fue cuando literal luchamos con las cucharas por la última probada.
Reímos al recordar.
Amaba mis momentos con ella. Era como estar con alguien que aún que dejes de ver por mucho tiempo, siempre había una platica y risas fluidas.
—Ya nos hacía falta una salida solas —dijo.
—Si... Pero no eran tan malas nuestras salidas con los demás.
—Ay, obvio no; pero lo extrañaba. No es lo mismo tener que compartirte con Aidan, Hannah y Triny a que tu solo seas mía.
—Yo también te compartía con David.
—Sabes que siempre fui tuya.
Reí cuando beso mi mano haciéndome ojitos.
—Eso no lo discuto.
Volví a mi helado sintiendo una felicidad muy grande.
—Si vendrá Triny —dijo mi amiga.
—No, tiene trabajo ahora que regreso de la gira. Pobre, trabaja mucho.
—Si, pero almenos trabaja en lo que le gusta.
El teléfono de mi amiga sonó con una nueva notificación. Ella lo reviso y abrió sus ojos en sorpresa.
—¿Qué pasa?
—No, nada malo. Mira esto.
Me enseño su teléfono y era una foto de la empresa donde seria la película donde trabaja Aidan.
—Wow.
Tome el teléfono de mi amiga y ella se paso al lado de la mesa donde estaba.
Era una foto de Aidan, era la promoción de la película. La parecer ya las grabaciones estaban en marcha y el ensaño ya se había acabado.
Se veía demasiado guapo a decir verdad. Y aparecía junto con una chica rubia de ojos azules que estaba pegada a su pecho con una mano en su cuello.
—¿De qué es la peli?
—Es de una de romance, Aidan iba hacer el personaje principal.
—Pues Wow.
Mire la foto de nuevo. Debía admitir que cierta molestia apareció en mi estómago al verlo con esa chica, pero sabía que era por trabajo que estaban así. Solo eso. No debía porque estar celosa.
—Oye...
—Tranquila, no estoy celosa, comprendo que es su trabajo.
Asentí y cambie de tema sobre cómo sería la película. Lo poco que me había dicho Aidan, por el contrato de confidencialidad al todavía no ser revelada la promoción, era como un amor prohibido, de una princesa y un chico común del pueblo donde ella era la segunda en la línea de reyes. Solo eso sabía, y la verdad, es que con eso, me hacía querer saber más.
Salimos de la heladería despidiéndonos del chico que atendía —ya que como éramos clientas distinguidas nos hacían un descuento por ser tan fieles a los helados—. Oh eso decía mi amiga por que desde que entramos por primera vez, el chico mostró cierto interés en mi, pero trataba de hacer como si no me diera cuenta.
—Ya debes sacar tu licencia, en una semana cumples los dieciocho, ya es hora.
—Alto hay velocista. Todo a su tiempo —le dije a mi amiga.
Y si, en una semana sería mayor de edad. Y según papá me dejaría el bar para hacer lo que quisiera, y aún que no tengo muchos amigos, lo haría.
Solo serán tres Julia, ni al caso.
Bueno, pues esos tres eran más que suficientes.
(...)
—¿Entonces estoy invitado a tu fiesta?
—Claro, siempre y cuanto prometas no salirte de control
—¿Acaso insinúas que yo pierdo el control?.
—No lo sé, tu dime.
—En tres meses verás lo que es en realidad es salirme de control.
Entendía el doble sentido en sus palabras, pero trate de ignorarlas por el bien de mi, de mis hormonas, y de que ya era suficiente de mi sonrojo.
—¿Cómo te ha ido?
—Bien. Viste la nueva foto.
—Como no verla, se volvió tendencia en redes. Oh eso dice mi amiga.
Todavía no abría mis redes, prefería mantenerme así un tiempo más.
—Bueno, me alegra saber eso. También para aclarara que... La foto la escogieron, es... Es para la promoción, cariño, yo...
—Oye, no tienes porque explicarme... Todavía —reí—, no, no es cierto. Entiendo que es tu trabajo. Solo quiero preguntarte si hay besos a futuro.
El lo pensó un momento para abrir la boca y después cerrarla. Con eso me dijo todo.
—Bien, ok, tranquilo. Solo preguntaba para... No se ni para que lo pregunte, pero ya lo hice.
—Solo son para la trama. Te lo juro.
—Si, tranquilo, no pasa nada.
—De hecho, es una película basada en un libro. La autora estará en las grabaciones.
Minutos más y colgamos.
El saber que habrían besos... Era un poco incómodo, pero no lo suficiente para sentirme mal.
(...)
Mi fiesta de cumpleaños fue bastante épica para solo ser mis padres, los de Aidan, los de Triny, ella, Vic, sus padres, David, mis hermanos —cosa que mis padres junto con mi hermanita y los demás adultos se fueron después de apagar las velas del pastel—, ah y no podía faltar una llamada virtual de Hannah y Aidan.
Fue una noche... Extrema. Papá no nos puso límites en el alcohol, y eso provocó que todos, terminarán acostados en las mesas, oh los sillones del bar.
Yo aún que no tome tanto, de lo cansada termine con mi hermano acostada a su lado.
Casi dos meses se cumplían, y creo que estos días habían sido más difíciles, pero traté de sobre llevarlo.
Lo difícil eran ya las llamadas. Pues a veces ni llamada podíamos hacer, y cuando las habíamos, trata de aprovecharla. Como ahora.
—Entonces... Algo nuevo —dije sonriendo con inocencia.
—No te diré más. A este paso te sabrás toda la película antes de que se estrene.
—Bueno, es una ventaja de que mi novio la esté protagonizado.
—Me encantaría decirte mas cariño, pero no puedo.
—Bien, lo entiendo.
Lo note tenso en un momento, doble mis rodillas abrazándolas.
—¿Qué pasa?.
—Por esto de la película quieren que nosotros mismos también hagamos como que propaganda, fotos, videos, y demás cosas... Pero para eso... Bueno, debo de abrir de nuevo...
Entendí cuando se quedó callado. Sonreí con dulzura.
—Deberías hacerlo. Abre tus redes, desde un principio te lo dije, no quiero que las cierres.
Su expresión cambió y dejó de estar tenso.
—Sabes que te amo ¿Verdad?
—Si, me lo dices cada que puedes.
—Pues lo hare mas, y el resto de mi vida hasta que muera.
(...)
Tres meses después.
Tres meses sin tocarlo era difícil. Más cuando quería uno de esos abrazos que el me daba, uno de protección, amor, y cariño, y quizá, a veces con un toquecito de dobles intenciones.
Aun me seguía sonrojado cuando pasaba eso, y aún que el me hacia sentir segura y querida en cada momento, no quitaba el que tuviera ciertas inseguridades sobre mi.
Y en este momento necesitaba ese abrazo de el. Mire dudosa la aplicación en el teléfono. Dude al poner el dedo sobre ella sin ejercer presión.
—Ya es momento, Ani —mire a Triny.
—Tiene razón ella. Además, las seguirás teniendo en privado.
Mire a las dos personas que estaban frente a mi.
Vic me miraba emocionada y expectante, mientras Triny me animaba con la mirada.
Estaba a punto de volver abrir mis redes, y tenía que admitir que me daba cierto miedo, no quería volver a lo de antes. Y aún que hayan parado, tenía miedo de que volvieran cuando abriera mis redes.
Solté un suspiro y presione la pantalla del teléfono. La aplicación se abrió y me exigió mi cuenta, la puse al igual que mi contraseña; espere unos segundos cuando se abrió y me mostró el menú de mi cuenta. Así hice con las demás.
Mi teléfono no dejo de sonar una y otra vez con diferentes notificaciones de cada red social. Algunas eran que me habían etiquetado, otras eran mensajes con una autorización para que me llegara.
—Listo están abiertas.
(...)
—¿No me has dicho como te fue en tu examen?.
—Bien, estuvo difícil, algunas me costaron trabajo contestarlas, pero tengo fe.
Seguí escribiendo mi tarea al mismo tiempo que escuchaba la música que había puesto Aidan.
—Has visto la nueva foto, muchos se han vuelto locos.
Mire la pantalla y vi su teléfono con la nueva foto de la propaganda de la película. Era la chica rubia con otra chica morena de ojos claros.
—¿Quién es?.
—La mejor amiga de la protagonista. Pero se convierte en enemiga.
—Huy, acaso eso es spoiler.
—No, o tal vez si.
Subraye el título para que resaltara y cerré el cuaderno. Había terminado.
—Ya acabaste.
—Si, por fin. Este ensayo me iba a matar.
—Me alegro de que ya terminaste. Te mereces el descanso, ya cada noche era verte haciendo tarea.
—Si, ahora solo falta entregarlo —metí mi cuaderno a mi mochila y la dejé a un lado. Entonces recordé que el todavía no sabía de lo que había hecho—. Por cierto, me han llegado los videos que han sacado de las fotos y los videos que publican de la película. ¿Los has visto?
—¿De la película? , si algunos. También han sacado algunos de las fotos que he publicado de... —se quedó callado analizando lo que estábamos hablando— Un segundo, ¿Cómo sabes de los videos?.
—Bueno, puede que no se... Haya vuelto abrir mis perfiles.
El se quedó analizando mis palabras, y luego cambió su expresión con una sonrisa.
—¿En serio?.
—Si, y la de Instagram ya no está privada, claro que algunas fotos que tenia las puse privadas. Pero ya pueden verlas.
—Cariño, que bueno, me alegro de las hayas abierto de nuevo.
—Si. Igual a mi, recibí muchos mensajes de disculpas, y algunos de que me apoyan. ¿Y adivina que?
—¿Qué cosa?
—Algunas personas me pidieron una canción, bueno, canciones en general. El video que me sacaron en el bar de mi padre, de cuando cante contigo, ¡me están pidiendo más!
—¡Cariño eso es fantástico! Debes hacerlo. Puedes ir con Triny a la disquera, Simón y Jonathan te ayudarán, no te negaran nada. También te han escuchado.
—Si... No, mejor no. Así esta bien.
—Ali, deberías intentar lograr; Simón te ha escuchando, le ha encantado tu voz, deberías ir.
—Mejor cuando regreses. Puedo esperar.
—Bien, prometo llevarte para que grabes una canción.
—Ah si, claro.
(...)
Los cuatro meses habían llegando a su fin. Y con eso la alegría de volver a verlo. Pues mañana ellos vendrían.
Hace unos días llegaron a Nueva York para filmar una escena, al parecer es la última
Y una buena bienvenida no era nada si no se hacía una fiesta. Oh eso dijo Triny.
Pues aquí estábamos en el departamento de Aidan. Triny, Vic, David y mi hermano colgaban globos y decoraciones por toda la sala.
Vi a mi suegra detenerse a mi lado donde tenía el cartel de bienvenida. Ella se detuvo tocando su pecho y poniendo una mueca.
—Está bien, Lauren.
—Si querida, tranquila.
Siguió su camino y yo me centre en el cartel.
—¿Le hará falta más brillo? —la pregunta de mi hermana me hiso mirarla.
—No, ya es suficiente.
—Nah, nunca es suficiente para los brillos —dijo y empezó a regar el bote de brillantina en el cartel.
—Ok, demasiados brillos por hoy —mamá le quito el bote.
(...)
Gire en la silla riendo por las ocurrencias de Aidan. Estábamos en llamada y creo que mi corazón no paraba de saltar de lo emocionada por saber que mañana lo vería.
—Entonces mañana vendrán ya por la tarde ¿no? Son casi doce horas de viaje y salen en la madrugada. Sigo sin saber por qué no tomarán el vuelo.
—Hannah quiere despejarse antes de llegar.
—Bueno, en la carretera principal harán el descanso que ella quiere.
Note que se quedaba en silencio. Enarque una ceja.
—¿Qué pasa?.
—No, es que... No tomaremos la carretera principal, si no externa.
No dije nada, ¿Cómo podía decir eso? Esa carretera estaba llena de curvas y era peligrosa. Por lo regular hay transitaban los camiones grandes. Quizá era más directa, más rápida, pero prefería que tomarán la ruta larga a esa.
—No.
—Ali...
—No Aidan, esa carretera está llena de curvas, no, es peligrosa.
—Es más rápida.
—No importa, prométeme qué tomaras la principal, Aidan.
El se quedó en silencio, y pude sentir exacto como mi pecho se oprimió teniendo una emoción que no había sentido hasta ese momento. ¿Era miedo?.
(...)
Mire de nuevo el reloj en la entrada de la puerta del departamento de Aidan. Madi dormía en mis piernas con sus bracitos rodeando una de mis piernas.
Ya debieron haber llegado. Y si hubieran tomado la carretera externa, pues más. Empezaba a sentirme desesperada y ansiosa. ¿Por qué no llegaban?
Mire de nuevo el reloj que cambiaba un minuto más tarde. ¿Dónde estaban?
Mi suegra a mi lado se acariciaba su pecho continuamente. Y eso me alteraba más. Triny frente a mí tenía el teléfono en la mano y movía su pierna de arriba abajo. Iba a tener una ataque de ansiedad pronto.
—Debieron llegar ya —dije.
Triny me miró preocupada y, esa mirada no me gustó. Ella era de las que estaba serena en todo momento, y de verla así, me dio mas miedo.
—Iré por un poco de agua.
Mi suegra se levantó y yo la imite sintiéndome prisionera. Dejé Madi acostada y camine de un lado a otro queriendo que este malestar que se formaba en mi pecho desapareciera. Mi cabeza no dejaba de imaginar mil escenarios, trate de respirar con fuerza al sentir que el aire se me iba de mis pulmones.
El teléfono de alguien sonó y solo vi a mi suegra detenerse en mitad del camino de la cocina a la sala y contestar. Me gire dándole la espalda.
—Hola, si ella habla —empezó a decir, y después de un silencio tortuoso su voz se rompió apenas volvía hablar— ¿Que? ¡¿Cómo?! ¡No! ¡No, mi hijo!
Todos los giramos a verla, y ya su esposo se acercó a ella y la tomó en sus brazos antes de que ella se doblará con lágrimas correr por sus mejillas y soltar un grito de desesperación.
Triny tomó su teléfono y lo llevó a su oreja tomando la llamada.
—Si, bien. ¿Qué le pasó? —la intriga hiso que mi estómago se revolviera y el silencio de todos esperando saber que pasaba era agobiante—. Bien, si, en que hospital.
¿Hospital?
¿Qué estaba pasando?
Triny colgó y me acerque a ella presionando a que me dijera que pasaba.
—Hannah y Aidan tuvieron un accidente —no, no—, están rumbo al hospital, debemos ir.
Y no faltó más para irnos.
(...)
Al llegar al hospital sentía mi estómago pequeño, tenía ganas de vomitar y la cabeza me dolía. Me sentía ansiosa y desesperada por saber que pasaba, que les había pasado.
—Aidan Gagher y Hannah McGreen.
—Si, la sala de espera por favor, en unos momentos el doctor saldrá a darles informes.
La espera fue tortuosa, mis uñas lo sufrían por cada mordida que recibían de lo ansiosa que estaba. Necesitaba verlo, verlos, saber que estaban bien ambos.
Pareció una eternidad cuando un doctor salió y dio el nombre de los dos.
—Cómo está mi hija doctor —dijo la madre de Hannah.
—Bueno, su situación no es tan grabe. Tiene una fractura en el brazo, y varios golpes por el cuerpo, no sabemos exactamente como fue el accidente por lo que tuvimos que hacer varios análisis y radiografías de su cabeza y su cuerpo para descartar alguna lesión mayor; no vimos nada fuera de lo común, al parecer el golpe no hiso un daño mayor.
—Podemos verla.
—Por el momento está dormida, pero en cuanto despierte podrá verla.
Sentí un alivio a escuchar eso. Estaba bien ella.
—Como esta mi hijo —mi suegra parecía desesperada y si no le daba una respuesta que fuera casi igual de buena que la anterior que dio, se desmayaría.
—Bueno, debo ser honesto. Es grabe la situación de su hijo. Vino con varios cortes en su espalda por los vidrios rotos del auto, varios golpes y tiene un brazo roto —guardo silencio y sentí mi corazón detenerse por milésima de segundo sabiendo que lo siguiente que dijera, sería peor—. Al igual que a la señorita McGreen, le hicimos análisis y radiografías tratando de encontrar algo interno que fuera peligroso y... Encontramos un coagulo de sangre en la cabeza.
Mi respiración se volvió pesada, mis ojos amenazaban con lagrimear. No, díganme que no es nada malo.
—Tuvimos que operarlo de emergencia, logramos quitarlo, por fortuna no fue de mayor gravedad pero dejó secuelas, oh esperamos secuelas.
—¿Cómo cuáles? —pregunte con miedo.
—Esperamos un derrame cerebral —lleve mis manos a mi boca—, oh un shock que haya recibido el cerebro bloqueando recuerdos causando una pérdida me memoria. Oh también... Un tumor. Ya que uno de esos golpes que recibió fue en una parte sensible de la cabeza, y eso podría provocarlo.
Negué varias veces con la cabeza ya con las lágrimas salir. Sentí los brazos de Triny y su voz como eco dentro de mi cabeza.
—Pero eso se puede arreglar, el estará bien.
—Lo peor que podría pasarle sería que tuviera el tumor por el golpe. Si eso pasa, no podremos hacer mucho para que desaparezcan.
Cerré los ojos sintiéndome pequeña, indefensa y con un ejército a mi alrededor que me amenazaba con destruirme.
No, el no.
Ya no escuche nada, mi mente se paso a esas veces donde estábamos juntos. Mis lágrimas nublaban mi vista y la respiración me faltaba.
—Hey, Ani, Ani mírame, no, tienes que estar bien. Tenemos que estarlo. Mírame —Triny me obligó a mirarla tomando mi cabeza entre sus manos—, debes estar bien, controlarte, se que es difícil, pero debemos estar bien.
Sus brazos me rodearon en un abrazo que me hacia sentir un poco protegida.
Las horas pasaban y me sentía cada vez peor. Hannah había despertado y sus padres fueron los primeros en verla, después Triny y por último yo.
En cuanto entre, me dio tristeza verla en una cama de hospital, verla más pálida de lo que ya era, sin color y con varios cables en sus brazos y un yeso en su otro brazo.
—Hannah —la abrase sin lastimarla.
—Creí que íbamos a morir —sollozo sobre mi hombro y acaricie su espalda.
—Tranquila, están bien.
—No, el no lo está. Dios, casi muere por mi culpa.
La mire sin comprender.
—Se qué no es el momento, Hannah, pero que paso.
—Peleamos, le dije que tomará la principal pero no lo hiso, me enoje y empecé a reclamarle. El trato de calmarme pero seguí diciéndole de cosas, no nos dimos cuenta en una curva, un tráiler nos empujó a la orilla... Y solo recuerdos mis gritos y el diciendo mi nombre y sus brazos protegiéndome. Después... Ya nada, solo abrí los ojos pero volví a cerrarlos y no lo vi, pero sabía que estaba frente a mi para que no me lastimara yo. Dicen que lo encontraron a él casi cubriéndome con su cuerpo. Si no hubiera sido por el, yo estaría en un estado mucho peor. Pero el se llevo todo el golpe. Por mi es que el esta en peligro.
Se soltó a llorar y la abrase con fuerza. No era su culpa, de nadie lo era. Fue un accidente que podría haber pasado en cualquier momento y a cualquier persona.
Solo rogaba para que Aidan despertara y estuviera bien.
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La ultima nota de amor
FanficUna gran pasión por la música se desarrollo apenas empezó hablar. Su sueño; cantar para todo el mundo, inspirar a otras personas por medio de su música, por las notas y letras de cada canción que escribía. Pero con miedo y sin tener claro su camino...