"¿Por qué no me tenéis miedo?
¿Por qué os preocupáis por mí?"
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Una niña entrenada para matar desde que nació es enviada en una misión para derrotar a los Volturi, pero no se atreve a h...
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SIENNA LES DEVUELVE LA MIRADA CON LOS OJOS GRANDES.
Miró a cada uno de ellos a los ojos, casi jadeando cuando sintió que algo en ella cambiaba cada vez que sus ojos se encontraban. No sabía lo que significaba, y no tenía tiempo para pensar en lo que significaba.
La sangre carmesí se acumula alrededor de su mano, ella forma un objeto parecido a una cuerda que puede usarse para envolver algo, o en este caso, a alguien.
El objeto ensangrentado estaba a punto de ser enviado hacia ellos, pero antes de que Sienna pudiera hacerlo, uno de los hombres con cabello largo y oscuro comienza a decir algo.
"Eres tú." Su voz era aireada y suave y llena de, lo que parecía, adoración por la chica pelirroja que fue enviada para asesinarlo.
Sienna junta sus cejas, "¿Qué?" Ella pregunta secamente.
"Nuestra alma gemela". El hombre susurra. "Hermano, mira". Instó al hombre de cabello negro azabache que estaba sentado a su lado, colocando su mano sobre la suya.
Los lechosos ojos rojos del hombre de cabello negro brillan y después de unos breves segundos parpadea, mirando a Sienna con curiosidad y adoración.
Sienna parpadea y niega con la cabeza, no queriendo perder más tiempo. Sin embargo, no puede evitar sentirse un poco curiosa. "¿De qué estás hablando?"
"Eres nuestra", hace un gesto a los hombres a su lado, "alma gemela".
Sienna se burla y la cuerda se mueve suavemente por el aire, y antes de que pudiera reaccionar, se enroscó alrededor del cuello del rey de cabello negro.
El padre de Sienna le dio muy poca información sobre los inmortales, pero le dijo que la única forma de matar a estos seres es arrancándoles la cabeza de sus cuerpos y luego quemándolos hasta convertirlos en cenizas.
La cuerda está atada a su muñeca, por lo que cierra los dedos lentamente, lo que hace que la cuerda se apriete alrededor del cuello del rey.
Estaba tan concentrada en él que cuando alguien la agarró por detrás, la tomó por sorpresa. Uno de sus brazos fue inmovilizado dolorosamente detrás de su espalda. Aunque eso no la detiene. Afortunadamente, la persona que intentaba detenerla no agarró el brazo que controlaba la cuerda, por lo que la aprieta más.
Podía sentir que la cabeza del rey estaba a punto de ser arrancada de su cuerpo. Ella lo mira y sus ojos se encuentran con los de ella, jadea y se llena de una inmensa cantidad de culpa. La cuerda ensangrentada se vuelve líquida y cae al suelo.
De repente, la empujaron contra la pared, una mano se envolvió alrededor de su cuello con fuerza, el aire pronto dejó de fluir hacia sus pulmones.
Ella mira para ver quién ahora la tenía agarrada, era otro hombre, solo que esta vez tenía cabello rubio platinado y se veía mucho más enfadado que los otros dos.
