"¿Por qué no me tenéis miedo?
¿Por qué os preocupáis por mí?"
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Una niña entrenada para matar desde que nació es enviada en una misión para derrotar a los Volturi, pero no se atreve a h...
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Aro y yo caminamos de la mano por un pasillo, uno que puedo reconocer ligeramente ahora.
Conduce a los aposentos de los reyes. Conduce a Caius. Por alguna razón, mi estómago bulle de nervios... Supongo que se debe a nuestra última conversación, aquella en la que me dio órdenes y básicamente le dije que se fuera a la mierda. Aro dice que Caius no está enfadado conmigo, solo se siente culpable, pero yo sigo jugando con el dobladillo de mi manga con los nervios.
A medida que nos acercamos a sus habitaciones, siento más nerviosismo.
"Querida, Caius no está enfadado, créeme, he visto a ese hombre enfadado más veces que cualquier otra emoción". Aro me habla. "Deja de estresarte, odiaría que tuvieras un paro cardíaco".
Las palabras de Aro ayudan a que mi estómago se calme un poco, pero todavía me pongo más nerviosa con cada paso que damos, cada centímetro que nos acercamos. "¡Ni siquiera sé por qué estoy ansiosa!" Me quejo. Mi cuerpo está exagerando severamente y lo odio.
Los fríos dedos de Aros que están envueltos alrededor de los míos los aprietan suavemente. "Estoy seguro de que todo desaparecerá una vez que hables con él, tal vez incluso una vez que veas por ti misma que no está enfadado".
"Eso espero." Digo mientras entramos en el corredor con tres puertas. Aro y yo caminamos hacia el que nunca había entrado antes.
"¿Estarás bien?" Aro pregunta en voz baja, ahora mirándome fijamente.
Me giro para poder mirarlo mejor y no tener que estirar el cuello. Asiento con cautela. "Supongo."
"No pareces muy segura." Aro comenta con una leve sonrisa. "No tienes que hacer esto ahora, amor".
"No, necesito hablar con él. Quiero hacerlo". Le aseguro a Aro y sobre todo a mí misma.
Aro asiente. "Muy bien. No estaré muy lejos si cambias de opinión". Levanta nuestras manos entrelazadas y coloca un delicado beso en el dorso de la mía. Nuestras manos se desconectan y se vuelve hacia la puerta que conduce a su habitación, pero lo llamo por su nombre.
"Eso fue rápido." Dice una vez que me mira de nuevo con una sonrisa perpleja.
"No, no es eso. Yo solo-" Me acerco a él y lo miro a los ojos rojos. Una vez más, siento la innegable necesidad de sentir sus labios sobre los míos como las dos veces anteriores. Debe ser algo del vínculo del alma gemela, pero mierda, seguro que es fuerte. Su mano se mueve hacia arriba para tocar mi cara, y luego sus ojos se abren un poco, y sé que ha leído mis pensamientos y probablemente sintió la urgencia que yo siento.
Se inclina antes que yo, y luego nuestros labios se tocan y un estallido de energía nos rodea. Mi ansiedad y nervios son completamente inexistentes a partir de ahora en esta dicha.
Nuestros labios permanecen uno sobre el otro por unos momentos eufóricos más, pero luego nos alejamos, mis mejillas están cálidas incluso bajo su mano fría. "Está bien, eso es todo lo que necesitaba. Estoy bien ahora". Digo y retrocedo hacia la puerta de Caius una vez más. Mi corazón acelerado combate con mi estómago ansioso, y mi corazón está ganando por lo que puedo ver.
