"¿Por qué no me tenéis miedo?
¿Por qué os preocupáis por mí?"
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Una niña entrenada para matar desde que nació es enviada en una misión para derrotar a los Volturi, pero no se atreve a h...
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Sienna se aleja de la ventana y mira alrededor de la habitación en la que estaba.
Apenas podía ver nada debido a la falta de iluminación en la habitación en la que se encontraba, así que caminó tratando de encontrar otras luces.
Eventualmente encontró dos lámparas más y las encendió, iluminaban muy levemente la habitación pero estaba mejor que antes.
Gracias a las nuevas luces, ahora podía ver que había una puerta alta de madera oscura con intrincados detalles tallados en ella. Ella estuvo allí en un instante, coloca su mano en la manija dorada de la puerta y la gira, suspirando derrotada cuando no gira completamente. Obviamente estaba cerrado desde el exterior.
Se aleja de la puerta, decidiendo que pensaría en formas de abrirla mientras mira alrededor del resto de la habitación.
No era una habitación demasiado grande, aunque tampoco era pequeña. Estaba la gran cama en la que estaba acostada hace unos momentos colocada en el medio, una gran estantería, un tocador y otra puerta.
Sus pies la llevan a la otra puerta, la abre, enciende la luz y se sorprende un poco al ver un baño grande allí.
Las luces en el techo proporcionaban a la habitación una luz tenue y reconfortante. Directamente frente a ella, al otro lado del baño, había una bañera de hidromasaje circular que tenía dos escalones de granito que conducían a ella, se encontraba frente a dos grandes ventanas que daban a las colinas ondulantes de Volterra. En el extremo izquierdo de la bañera había una gran ducha que era en su mayoría de vidrio, el cabezal de la ducha tenía muchas boquillas y botones. En el lado derecho de la bañera había un mostrador largo con dos lavabos separados entre sí, flores y cepillos de dientes y diferentes tipos de productos a lo largo. Encima había un espejo que iba a lo largo del mostrador.
Sienna se quedó allí con la boca abierta, el gran baño definitivamente no era lo que esperaba y se sentía un poco triste por no quedarse y tener la oportunidad de usarlo.
Entra al baño y se estremece cuando el azulejo frío golpea sus pies descalzos. Parpadea y mira hacia abajo, sintiéndose confundida al ver que ya no usaba sus botas y que un largo camisón blanco colgaba hasta sus tobillos.
Ella corre hacia el mostrador y se mira en el espejo, no tenía el abrigo de cuero, junto con su vestido negro. Le faltaba el cinturón donde guardaba sus cuchillos. Todo fue reemplazado por un camisón que parecía pertenecer a una era diferente. No tenía idea de quién le quitó las otras prendas y esperaba que no fuera uno de los hombres que decían ser su 'alma gemela'.
Se mira a sí misma, levantando la nariz por la forma en que su cabello rojo sobresale por todo el lugar y los círculos oscuros que están incrustados debajo de sus ojos. Exhala aire por la nariz y abre el grifo de uno de los lavabos, se agacha y se echa un poco de agua fría en la cara.
Ella suspira y se pasa las manos por la cara lentamente, se sentía abrumada y débil.
Se arrastra de regreso a la habitación y se para frente a la puerta. La manija dorada de la puerta no tenía cerraduras ni nada con lo que pudiera trabajar para abrir la puerta.
Ella prueba la manija una vez más por si acaso y, por supuesto, no se abre.
Su siguiente idea fue comenzar a golpear la puerta, pero antes de que pudiera ejecutarlo, la puerta se abre, revelando al chico que tenía niebla saliendo de sus manos y a una chica que se veía exactamente como él, excepto que su cabello era rubio y ella parecía mucho más enfadada.
Sienna salta hacia atrás con los ojos muy abiertos.
"¿Te asustamos? Lo siento". Alec se disculpa.
"¿Por que te estás disculpando?" La chica de cabello rubio pregunta, su voz mezclada con malicia.
Alec la mira, "Los maestros nos dijeron que fuéramos amables con ella".
"Intentó matar a Aro". Señala la niña.
Una fuerte culpa tira del corazón de Sienna y frunce el ceño. Todavía no tenía idea de por qué se sentía culpable por casi matar al rey, nunca se había sentido culpable por lastimar a nadie, pero tan pronto como sintió que él estaba a punto de morir, simplemente no pudo hacerlo.
Alec no responde a eso, en lugar de eso, se vuelve hacia Sienna: "No podrás escapar, probablemente ni siquiera puedas llegar al final del pasillo sin que te atrape uno de nosotros".
Sienna cruza los brazos sobre el pecho, "Casi mato a tu maestro, dudo que sea mucho más difícil haceros lo mismo a uno de vosotros".
La chica rubia entrecierra los ojos hacia la chica, Alec se da cuenta de esto y coloca una mano sobre su hombro.
"Tal vez, pero para cuando uno de nosotros esté muerto, te llevarían una vez más, no te serviría de nada matar a uno de nosotros". Alec dice con aire de suficiencia.
"¿Por qué estoy retenida aquí?" pregunta Sienna, cambiando de tema porque sabía que Alec probablemente tenía razón.
Alec sonríe, sintiéndose aún más presumido que antes. "¿No te lo dijeron? Eres el alma gemela de los maestros".
Sienna pone los ojos en blanco para sus adentros. Estaba harta de las cosas del alma gemela. "Por favor, di la verdad. No me creo todo el asunto del alma gemela".
"Está diciendo la verdad, querida". Una voz profunda y susurrante dice desde detrás de Alec.
Sienna jadea y mira hacia donde estaba la voz, sus ojos se posan en Marcus. Estaba de pie allí con una pequeña sonrisa en su rostro, sus profundos ojos rojos fijos en su figura.
Alec y la chica inclinan la cabeza hacia él antes de desaparecer por el pasillo.
"No quise asustarte, te pido disculpas". Dice suavemente.
Sienna lo mira por un segundo antes de negar con la cabeza, "No, está bien".
Marcus asiente con la cabeza y mira alrededor de la habitación, "¿Puedo pasar?"
Sienna se encoge de hombros y se aparta de su camino, él entra en la habitación.
"¿Tu habitación es de tu agrado?" Él pide.
"Claro", Sienna se encoge de hombros, "fue una agradable sorpresa despertar".
Marco se ríe. "Lamentamos tener que usar a Alec contigo, pero queríamos estar seguros". Él explica.
"Tengo una pregunta". dice Sienna, cierra la puerta de la habitación y se sienta en la cama.
Marcus la mira con curiosidad, "¿Sí?"
"¿Qué pasa con todas estas cosas del alma gemela? Dijiste algo al respecto anoche y ese chico también comentó algo".
Marcus le tiende la mano, "Será más fácil de explicar si los otros dos están presentes".
Sienna mira fijamente su mano, debatiendo si tomarla o no.
"Vamos, puedes confiar en mí". Él insta.
Sienna toma su mano y él la levanta, llevándola fuera de la habitación hacia un pasillo frío.
