"¿Por qué no me tenéis miedo?
¿Por qué os preocupáis por mí?"
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Una niña entrenada para matar desde que nació es enviada en una misión para derrotar a los Volturi, pero no se atreve a h...
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Sus ojos se encuentran con los míos. Son rojo brillante y se siente como si pudiera ver dentro de mi alma.
Rompe el contacto cuando Aro grita su nombre. "Tobías, ¿qué causó este disturbio?"
¿Tobías? El nombre no me parece familiar, pero tampoco sé por qué lo sería. No conozco a mucha gente aparte de mi padre, algunos de su seguridad y otros como Ren y yo, que luchan para él.
Posiblemente podría parecerse a alguien con quien hablé hace años. También es probablemente el único razonamiento plausible.
"Lamento la interrupción, maestros. Tenemos otro criminal esperando su juicio". Su voz era quebradiza. Sus ojos parpadearon de rey en rey con nerviosismo.
Algo andaba mal con él, pero realmente no puedo entender qué es, enérgicamente clavé mis ojos en su figura y traté de obligar a mi mente a recordar por qué siento cierta familiaridad hacia él.
Aro suspira, "Tráelo". Ordena a regañadientes.
Tobías asiente y desaparece en el pasillo.
"¿Quizás podríamos visitarte más tarde?" pregunta la voz susurrante de Marcus.
Giro la cabeza para mirarlo, su barbilla descansa sobre su puño mientras me mira.
Asiento con la cabeza, "Sí". Digo distraídamente, mi mente todavía está llena de confusión.
Sé que definitivamente estoy pensando demasiado en esto, y ya llegué a la conclusión de que probablemente solo se parece a alguien que he conocido antes. Pero una parte de mí está cuestionando esa teoría.
"Jane". Caius ladra y escucho la puerta abrirse, miro hacia adelante de nuevo. Jane se apresura a entrar en la habitación, con las manos apretadas detrás de la espalda, que estaba muy recta. Su cabello estaba recogido en un moño limpio.
Ella se inclina hacia adelante en una reverencia, "¿Maestro?"
"Lleva a Sienna a su habitación". Caius ordena apresuradamente.
Algo en el rostro de Jane cambia de apático a enfadado. La mirada en sus ojos casi envía escalofríos por mi espalda.
"Por supuesto." Ella acepta sin problemas, aunque su rostro todavía está contraído por la frustración.
Me levanto con cautela, no queriendo realmente estar a solas con la chica enojada. Bajo los escalones de mármol, tratando de evitar el contacto visual con Jane, puedo sentir sus ojos ardiendo en mi piel como ácido.
Cuando la alcanzo, se da la vuelta y camina a paso rápido hacia la puerta. Me apresuro a seguirla por detrás.
Jane empuja la puerta para abrirla y tengo que apresurarme para atravesarlos antes de que se cierren de golpe. Ella no los mantuvo abiertos como lo hizo Alec.
Ella camina delante de mí rápidamente, tanto que estoy a punto de quedarme sin aliento una vez que llegamos al ascensor.
Nos quedamos en silencio mientras esperamos que las puertas de metal se abran. Cambio mi peso de una pierna a otra torpemente.
