"¿Por qué no me tenéis miedo?
¿Por qué os preocupáis por mí?"
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Una niña entrenada para matar desde que nació es enviada en una misión para derrotar a los Volturi, pero no se atreve a h...
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El sol se estaba poniendo, una luz dorada atravesaba las ventanas hacia la pared de piedra al lado de Sienna, haciendo que su piel aceitunada brillara.
Cada vez que la pareja pasa por delante de una ventana, Sienna entrecierra los ojos, frunciendo el ceño ante el resplandor del exterior.
"Entonces, ¿vamos a algún lado o solo vamos a caminar?" Sienna pregunta después de un par de largos minutos de, sorprendentemente, cómodo silencio.
Se acercaban a un empinado tramo de escaleras, en lo más alto había una puerta de madera oscura.
"Estamos aquí. No hay necesidad de inquietarse". Aro bromea.
Sienna le lanza una mirada mordaz, a la que él sonríe ampliamente. Comienza a subir los empinados escalones, agarrándose a la barandilla. Aro la sigue suavemente detrás de ella.
Sienna llega a la puerta estacionada en la parte superior, agarra la manija dorada y la abre, encontrándose con una cantidad cegadora de la luz del sol poniente. Parpadea rápidamente un par de veces antes de entrar en la habitación. "¿Este lugar está dentro del sol?"
Aro se ríe en voz baja, "No del todo".
Sienna abre completamente los ojos, boquiabierta de asombro ante lo que la rodea: plantas verdes estaban alrededor de la habitación que tenía ventanas por paredes, permitiendo que el sol se filtrara a través de ellas y mostrando el cielo rosado con vetas anaranjadas. Sofás y sillas blancas estaban pegadas a las ventanas, un resplandor anaranjado los envolvía.
Sienna mira hacia el techo y ve que también está hecho de vidrio. Se da la vuelta, buscando a Aro, y lo encuentra acechando en la puerta, manteniéndose en las sombras.
"¿Vas a quemarte si pisas el sol?" pregunta Sienna. La luz del sol caía sobre ella, haciendo que su cabello rojo brillara y sus ojos oscuros se iluminaran.
"No, no me quemaré. Aunque, supongo que encontrarás lo que sucede bastante divertido".
"Oh", se burla, "no lo encontraré divertido".
Aro inclina la cabeza hacia un lado y le envía una mirada. Él no conoce bien a la chica en absoluto, pero ha estado presente en las conversaciones con ella, y puede ver que tiene un espíritu ligero y una personalidad divertida; cuando no está tratando de arrancarle la cabeza del cuerpo, eso es.
"Estoy seguro de que lo harás". Él reprende.
Sienna levanta las manos y dice: "Solo hazlo. No me reiré ni me burlaré de ti, lo prometo". Ella borra cualquier forma de sonrisa de su rostro, haciendo que su expresión sea lo más pasiva posible.
Aro exhala por la nariz y niega con la cabeza, dejándose salir a la habitación abierta. Espera a ver la reacción de Sienna, pero ella solo lo mira con los ojos muy abiertos.
Ver a alguien brillar como diamantes no era lo que Sienna esperaba que sucediera hoy. O alguna vez. Ella esperaba que Aro estallara en llamas y luego se convirtiera en un montón de cenizas humeantes.
