•3•

2K 304 43
                                    

Yo tenía defectos, muchos en realidad, pero la impuntualidad no es uno de ellos, siempre he sido una persona bastante puntual, pero hoy tuve un pequeño inconveniente. Si, Choe se enteró de lo de la chica y tuvo que ir a visitarla al hospital y pagar por los gastos, dijo que soy "muy impulsiva".

Y gracias a escuchar por una hora sus regaños ahora voy a llegar tarde, no mucho pero espero que aún haya alcohol.

Entré en un callejón y miré todo con una mueca, definitivamente se ve insalubre. ¿Pero a quien quiero engañar? En México comía tacos en la madrugada en un lugar donde el taquero se lavaba las manos en el mismo bote donde los perros tomaban agua.

Tengo buenas defensas.

Subí las escaleras del local y al entrar me encontré con una escena bastante graciosa.

— Eh... No bebo...

— ¡Es mentira!.

— ¡De un trago!.

Vi a Daniel demasiado incómodo a un lado de Zoe, con el pequeño vaso en la mano. Quise reír pero sé lo terrible que se siente que te obliguen a beber. Me senté a un lado de Zack y me acerqué a quitarle el vaso a Daniel para bebermelo.

— Lo siento por llegar tarde, veo que empezaron sin mi.

— Ah, no te preocupes, ten bebe otro.

Ese tipo... Doo Lee creo que se llamaba, me sirvió otro trago que no rechacé, todo bajo la atenta mirada de los demás.

— Y tú Daniel, ¿De verdad no vas a tomar?.

— No.

— Je, je. Seguro eres un bebedor ocasional.

Volteé hacia Zack pues de repente ya estaba tomando como un maníaco, uno tras otro y yo solo quiero ver cuándo caiga, será gracioso.

— Guau. ¡También soy bebedora ocasional!, Es el destino. Loco.

Mi mirada viajó a Zoe y si algo tengo que decir de ella es que sabe usar lo que el universo le dió. La vi rebotar mientras actuaba tontamente y nadie sabía a dónde mirar.

La noche comenzó con tragos y cigarrillos, yo no me la estaba pasando tan mal, pero Daniel, el parece que está en el infierno. Se nota que no está en este ambiente con regularidad.

Yo me dediqué a escuchar sus conversaciones mientras bebía y fumaba, también de vez en cuando comía algo, no había cenado y la verdad tenia hambre.

Los insultos iban y venían, aunque me siento un poco hipócrita al criticarlos porque yo también hablo con más groserías que palabras, pero eso en español, me gusta más como suena. Doo Lee volvió a hablar.

— Dinos, Daniel... ¿Dónde vives?.

— ¿Eh?, Vivo solo.

— ¿Enserio? ¡Yo también!.

Dije mientras que tomaba la mano de Daniel emocionada, ganandome una mala mirada de Zoe, pero es que cuando bebo soy un poco más cariñosa que antes.

— Caramba, ¿Enserio?.

— Genial.

— ¿Por qué Daniel se pone colorado?.

Y Zack volvió a tomar trago tras trago sin detenerse, dios, no puede ser que esté así porque vivimos solos.

— ¿Podemos ir, Laila?.

— Nop, nadie puede entrar a mi casa por asuntos ultra secretos.

Le puse el dedo en los labios a uno de los idiotas y después reí limpiando mi dedo en la ropa de Zack. Que asco.

𝐴𝑛𝑜𝑡ℎ𝑒𝑟 𝑊𝑜𝑟𝑙𝑑 / 𝐿𝑜𝑜𝑘𝑖𝑠𝑚 𝐹𝑒𝑚 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora