Llegué al aeropuerto, si, al final mi correo tuvo respuesta y a pesar de que volví a clases puedo tomarme este día libre para venir por mi invitado. Y que invitado.
Estoy un poco nerviosa, tengo tres años sin verlo y me dijo que me tenía una sorpresa. Ya se, ya se, seguro se preguntarán quién es mi distinguido invitado y no es nada más ni nada menos que mi entrenador de México, Miguel, Mike para los amigos. Es un viejo lindo y canoso, pero su apariencia engaña, te puede matar con lo que sea que tenga en la mano.
Sus entrenamientos son duros, literalmente tienes que dejar sangre, sudor y lágrimas con el, porque si no para el no funciona, el esfuerzo es igual al dolor y por eso no quería llamarlo, la última vez me dejó en cama por una semana. Ese viejo está loco, pero es muy lindo, lo adoro.
Bajé un poco los lentes de sol cuando la gente comenzó a aparecer, rápidamente lo identifiqué, aunque ahora tiene la barba más larga. Corrí hasta el y me le lancé encima, a pesar de ser viejo es fuerte, por lo que me atrapó sin ningún problema besando mi mejilla, después golpeó mi cabeza con la revista que tiene en la mano.
— ¿Por qué no seguiste el plan? De verdad que tenía fé de que ahora sí tuvieras disciplina.
— ¡Viejo loco! -me sobé el golpe-, he estado ocupada, ahora manejo empresas.
— Huerca mal educada.
Murmuró mirándome con desaprobación, pero no tuve mucho tiempo para decirle nada, pues otra voz me sacó de nuestra pelea de miradas.
— ¿Y yo no tengo abrazo ni beso?.
Mi mirada pasó a aquel chico que lleva una playera de las chicas super poderosas drogándose. Solté hacia Dylan y me le colgué como koala mientras que soltaba pequeños gritos.
— ¡¿Qué haces tu aquí?! ¡Ay por dios! ¡Me van a matar de la emoción!.
Repartí besos por todo su rostro mientras que solo lo escuchaba reír y acariciar mi espalda. Es el hijo de Mike, bueno, el hijo menor, nos conocemos hace mucho tiempo y nos entrenó juntos, por lo que si alguien de verdad puede joderme es el. Conoce cada uno de mis puntos débiles así como yo los de el.
— Si, yo también te extrañaba Lai, ahora bajate.
— No quiero, no lo voy a hacer.
Lo escuché suspirar y con una mano me levantó para cargarme mejor y con la otra tomó su maleta, por supuesto que lo llevaré de compras.
— Vamos por un taxi, solo caminen derecho hasta la salida.
Los escuché bufar y después comenzaron a caminar, yo en ningún momento me solté de Dylan, aprecié los lunares de su cuello, tiene tres en forma de triángulo y cuando éramos pequeños me gustaba dibujarles, unirlos y todo lo que se pudiera hacer. Ahora huele diferente, huele a loción masculina pero es tan fresco que me agrada, antes olía a perfume de Avon de Spiderman.
Dejé un besito en su cuello y lo escuché reír, entonces salimos y yo solo escondí mi rostro, no me agrada el sol en los ojos.
— ¿Y la princesa quiere bajarse? Ya vamos a tomar el taxi.
Me bajé con pesadez y subimos al primer taxi que encontramos. Mike adelante y Dylan y yo detrás, por supuesto conmigo pegada como garrapata, lo extrañé muchísimo, nadie puede culparme de querer estar pegada a el todo el tiempo.
Oh, otra cosa es que Dylan sabe Coreano, después de escucharme hablar por teléfono coreano aprendió un poco, tampoco tiene el mejor acento pero se puede comunicar con facilidad, así que me siento orgullosa de mi capacidades de enseñanza... Aunque todo fue por su esfuerzo.
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𝐴𝑛𝑜𝑡ℎ𝑒𝑟 𝑊𝑜𝑟𝑙𝑑 / 𝐿𝑜𝑜𝑘𝑖𝑠𝑚 𝐹𝑒𝑚 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟
Fanfiction𝐿𝑜𝑜𝑘𝑖𝑠𝑚 𝑓𝑒𝑚 𝑟𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟 𝑓𝑎𝑛𝑓𝑖𝑐 Laila comienza una nueva vida enterrando así su pasado, ¿Pero verdaderamente alguien puede ocultar lo que es? "Si es un mundo de apariencias está bien, igual es lo único que me queda."