𝐴𝑛𝑜𝑡ℎ𝑒𝑟 𝑊𝑜𝑟𝑙𝑑 / 𝐿𝑜𝑜𝑘𝑖𝑠𝑚 𝐹𝑒𝑚 𝑅𝑒𝑎𝑑𝑒𝑟

•28•

La cabeza me punzaba, sentía la boca pastosa y el estúpido celular no dejaba de sonar. Quité la mano de mi cintura del chico que estaba a mi derecha, pasé sobre el que estaba a mi izquierda y suspiré cuando por fin pude tomar el celular. Contesté enseguida sin ver el contacto.

— ¿Qué sucede?.

— Laila, ¿Estás bien? -la voz de Eli resonó dolorosamente preocupada al otro lado de la línea- llevas semanas sin volver a la escuela.

— Estoy algo ocupada... Volveré, lo prometo.

— ¿Estás ebria?.

Suspiré cansada, por supuesto que el se daría cuenta, es demasiado listo para darse cuenta y yo tengo demasiada resaca como para soportar que me esté gritando.

Quité sin delicadeza la mano que se encontraba en mi cintura, viendo al tipo con desagrado, ni siquiera lo recuerdo, ni a él, ni al de mi izquierda. Me estiré para tomar un cigarro y tomé el encendedor también.

— ¿Estás fumando?.

— Eli, no me jodas en este momento.

— ¿Dónde estás? Iré por ti ahora mismo y lo que sea...

— ¿Puedes callarte por un minuto? -lo interrumpí- no quiero que me busquen, volveré cuando yo lo quiera o simplemente no lo haré, soy rica, no necesito estudiar.

Simplemente colgué y me levanté apagando el celular. No necesito que nadie me joda en este momento con las misma mierdas de siempre, palabras de aliento vacías mientras me siento como muerta. Agh, necesito consumir lo que sea y rápido.

Tomé lo que supuse que era mi ropa del piso y revisé mis bolsillos, como supuse se encontraban tremendamente vacíos. Échale vistiendome y tratando de no quemar la ropa en el proceso, ya sé quién me prestará algo de dinero. Choe me bloqueó las tarjetas.

Salí de esa habitación sucia, para mí suerte al parecer ya era de noche. El edificio luce viejo y en segundos me arrepiento de meterme con semejantes idiotas, ni siquiera la tenían tan grande. Me volví absolutamente loca. Bajé con Rapidez tropezando de vez en cuando, pero solo me volví a levantar sintiendo mi cuerpo pesado.

Caminé, no sé si fueron horas o minutos, pero el cigarro se había terminado y estaba frente a un edificio lujoso. Sonreí y entré, seguro me veo como la mierda, pero eso no importa. Entré bajo la atenta mirada de vecinos y por último del guardia de seguridad que me tomó del brazo deteniendome.

— ¿Qué carajos quieres?.

— No puede entrar, le recomiendo volver por dónde vino.

No estoy para estas mierdas.

No no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no no.

Golpeé sus rodillas haciéndolo caer y torciendo su brazo hasta sentir como se salía de su lugar, un escalofrío me recorrió la espalda, entre satisfacción y miedo. Iba a seguir, pero unas fuertes manos me arrastraron hacia un lado, lejos de las miradas de vecinos ricos y chismoso, niñitas con cabello castaño y ancianos murmurando.

— Gun, suéltame.

No me hizo caso y me subió al ascensor, pude vernos en el reflejo de las paredes. Cómo lo puse me veo horrible, tengo los labios secos, los ojos rojos he hinchados, creo que hasta bajé de peso. Mi mirada bajó hasta el trasero de Gun, tan plano como lo recordaba, pero de igual forma le dí una fuerte nalgada.

— Ya bájame, vine a ver a Goo, no a ti.

— Te voy a lanzar al pasillo.

— Imbécil. -murmuré entre dientes.