Se podía ver el dolor en sus ojos

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- Joe -

Por fin había llegado el día, hoy volvía a los escenarios. Recuerdo que me levanté con ganas de comerme el mundo, desayune de prisa y me marché corriendo al local en el que esta noche actuaríamos con Djo.

Entre en el local en el que más tarde tocaríamos, fue como si el tiempo se hubiera congelado allí mismo. Todo seguía en el mismo sitio que la última vez que estuve allí y olía exactamente igual una mezcla cargada de ilusión, música y alcohol.

Subí al escenario me coloqué la guitarra y roce mis dedos en ella, se sentía tan bien que toda mi piel se erizó al instante. Los chicos que ya estaban preparados aguardaban por mí, me miraban impacientes, así que me puse los in ears y comencé a tocar, sonábamos increíbles y no lo digo solo por qué es mi grupo. Finalmente, comencé a cantar, se sentía raro después de tanto tiempo, pero Jimmy, el dueño del local, sonrió de oreja a oreja, entonces comprendí que estaba bien, sonábamos bien.

Una vez finalizamos el ensayo, me despedí de los chicos hasta más tarde. Me fui de allí, caminando directamente hasta una de mis librerías favoritas en Williamsburg. Siempre que pisaba Nueva York tenía que ir allí, había algo en esa pequeña tienda que me daba suerte y sus libros, sus libros eran los mejores tesoros escondidos a la vista de todos.

Llegué y me entretuve a mirar cada portada y hoja gastada, posiblemente me pase varias horas en aquella pequeña tienda, pero al dueño nunca le importaba, después de revisar un montón de estantes opte por comprarme varios de los libros que estuve observando durante toda la mañana.

Una vez salí de allí caminé varias manzanas hasta que di con una pequeña cafetería, The Brooklyn, heart repaired, era realmente bonita, aunque pequeña. Entre sin pensármelo dos veces, necesitaba un café urgentemente, a penas había logrado dormir unas pocas horas con los nervios de mi vuelta a los escenarios. Un chico muy amable me atendió.

Rápidamente, salí de allí y seguí caminando hasta el hotel, estaba claro, pediría comida a la habitación y me quedaría ahí hasta la hora de ir a cenar con los chicos. Nada más terminé de comer y tras mirar un largo rato el móvil, me decanté por ponerme a leer un rato uno de los nuevos libros que había comprado esa misma mañana, pero mis ojos decidieron irse por otro lado.

Recuerdo que me desperté exaltado por los golpes en mi puerta, era Ben, estaba gritando, salté de la cama y abrí la puerta a toda prisa dejando que Ben entrará en mi habitación. Yo ni siquiera recordaba haberme quedado dormido.

- Tío, ¿qué haces así todavía? Llevamos casi media hora esperándote

- No sé qué me ha pasado - confesé - Me he debido de quedar dormido y de pronto estabas como un loco gritando en mi puerta

- Necesitas aprender a dormir a unas horas normales, lo sabes, ¿verdad? - preguntó, yo respondí rodando mis ojos - Vamos, date una ducha rápida que aún estamos a tiempo de llegar a cenar

Me metí a toda prisa en la ducha, el agua caliente recorrió mi cuerpo relajándome al instante y entonces lo recordé. No había dormido mal o poco porque hoy regresará a los escenarios, no dormía bien desde que mi ex pareja me dejará con una nota en la nevera. Esa fue la primera y última vez que me enamoré al 100% de alguien, tiempo después me enteré de que mientras para mí ella era la mujer de mi vida, ella andaba con otros, joder, incluso pensé en pedirle matrimonio, qué idiota.

Salí de prisa de la ducha y me vestí aún más de prisa, todos juntos llegamos al bar donde cenamos unas hamburguesas junto con unas cervezas, entre risas y varias anécdotas, al poco de terminar nos fuimos directos al local. Jimmy aguardaba impaciente nuestra llegada en la puerta, una vez en el camerino comenzamos a prepararnos, por fin después de demasiados meses volvía a colocarme esa peluca rubia y ese mono blanco que tanto me gustaba.

Recuerdo como en el local se hizo el silencio en cuanto Jimmy bajo las luces, recuerdo todas las miradas de ilusión centradas en el escenario, cuando termine de colocarme la guitarra, por fin salí. Fue entonces cuando las sonrisas de los presentes se iluminaron y comenzamos a tocar.

El tiempo transcurrió entre canción y canción, hasta que la vi, allí estaba ella entre toda esa multitud, aburrida. No se sabía ninguna de las canciones, incluso a bostezaba de vez en cuando, yo no puede evitar sonreír al verla, me hacía gracia como fingía cuando sus amigos la miraban y ella sonreía como si fuera el mejor concierto de su vida, mientras que yo, yo podía notar que no era así.

Me concentré en la guitarra y en cantar, prometo que intente no volver a mirarla en toda la noche, lo intente con todas mis fuerzas, pero había algo en ella.

Se podía ver el dolor en sus ojos, y mis ojos no dejaban de mirar hacia aquella chica rubia.

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Hola, espero que os esté gustando y que os gusten también los capítulos narrados por parte de él.

"QUÉ PUEDE SALIR MAL"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora