Odio quererte

142 18 3
                                    

- Danielle -

- Por fin solos - dijo Joe abrazándome por detrás - Pensarás que estamos locos

- No, para nada - le respondí dejándome acariciar, tal vez esa sería la última vez

Desde que había visto su móvil iluminarse con aquel mensaje, nada estaba bien con él, ni conmigo.

Después de iluminarse aquel mensaje Joe cogió deprisa el móvil y desapareció por varios minutos de la mesa, yo no podía dejar de pensar en a quién pertenecía el número desconocido? Y el por qué de aquel mensaje?

Después de varios minutos eternos apareció de nuevo, ya no era él, estaba tenso, ya no había caricias hacia mi, ni anécdotas divertidas con los chicos. 

Joe besó mi cuello volviéndome a la realidad y no lo aguante más

- Quién te ha escrito? - dije volviéndome hacía él

- Qué?

- Me has oído, quién te ha escrito eso de que los rumores dicen que estás enamorado?

- No ha sido nadie - dijo acariciando mi mejilla

- Joe, nada de secretos recuerdas - dije apartando su mano

Se quedó callado y yo aproveché la ventaja para salir huyendo a la cama. Si él no quería hablar, no hablaríamos, ni de eso, ni de nada.

Me deshice del maquillaje y la ropa y me metí en la cama. Poco después de aquello se escuchó un portazo. Joe se había ido de casa. Supuse que habría sacado a Sirio y llegaría al poco tiempo, pero entonces Sirio apareció en el cuarto.

- Otra vez nos ha dejado solos - Sirio que parecía entenderlo todo se acurrucó junto a mí

Quise llorar al verme allí sola de nuevo, pero no lo hice.

Llame a Vega para contarle cómo había salido la noche, pero para mi sorpresa la pillé llorando.

- Ey, qué pasa cariño?

- Sydney y yo lo hemos dejado definitivamente - no podía creerme aquellas palabras, para mí ellas eran la pareja perfecta, esa pareja que soñaba ser y ahora no serían nada

- Pero qué ha pasado? - dije preocupada por su estado, no dejaba de llorar

- Me ha dicho que ya no siente lo mismo y que por favor me fuera de la casa lo más rápido posible, ya sabes que el piso es de sus padres y bueno - no dijo más, yo a penas sabía qué decirle

- un - Ven a Los Ángeles - salió disparado de mi boca

- Qué? Estás loca - dijo a punto de reír

- No pierdes nada pasando el finde aquí, podemos salir y no encontrarnos con nadie

- Suena bien, pero suena como una locura

- Cuando has sido tú capaz de decir no a una locura

- Es cierto, pero

- Pero qué?

- Pues que seguro que no quedan vuelos, o los que quedan están carísimos, o tal vez tenga que currar que es lo que menos me apetece ahora mismo

- Haz esto, habla con tus compis y que te cubran, o coge unos días de las vacaciones. Y del dinero no te preocupes, mi abuela paga - di gracias a eso, su dinero me estaba viniendo demasiado bien para sobrevivir a todos los lujos de Los Ángeles

- Dios, estás loca y te quiero por ello

- Yo sí que te quiero. Te espero el sábado en el aeropuerto te parece? Así mañana puedes organizarte

- Perfecto

Después de aquella breve conversación, compré el vuelo de ida y vuelta para Vega.

Rece por que para el sábado las cosas entre Joe y yo fueran normales, con aquel pensamiento en mi mente me quede dormida.

Me desvelé poco antes del amanecer, giré mi cuerpo con la esperanza de encontrarme con el suyo, pero no había nadie al otro lado de la cama, de nuevo con las lágrimas al borde de derramárseme, me dormí.

Aquella fue sin duda una de mis peores noches en Los Ángeles, la persona con la que había decidido pasar mis días y mis noches había desaparecido como un cobarde dejándome sola una vez más.

Una vez me desperté y me desperecé, agarré mi móvil, si Joe no me iba a contar nada de aquel mensaje lo descubriría por mi misma. Entre al buscador del teléfono móvil y coloqué su nombre Joe Keery. Un montón de páginas se abrieron a su nombre, fechas de estrenos de películas y series se agolpaban en las noticias, pase página por página hasta dar con la noticia

¡Visto! Joe Keery junto a una nueva chica

Una foto de Joe conmigo de espaldas era noticia de una revista web

Joe Keery reaparece junto a una nueva rubia, nuestra informante nos asegura de que esto va en serio. Joe y la misteriosa rubia estuvieron mirando pisos toda la mañana y después comieron junto con la hermana de él.

Tendremos que esperar para ver qué sucede, si tenéis más información no dudéis en mandárnosla.

Me quedé petrificada mientras releía aquella entrada una y otra vez, alguien nos había visto juntos y había avisado a los medios de ello. Ver que en una revista web hablaban de mí me dio pánico, no estaba preparada para algo así y menos en este momento en el que ni siquiera sabía donde coño estaba Joe.

Me pasé el día mandándole mensajes y llamándolo a cada rato, nadie contestaba en la otra línea. Pensé en mil estupideces por segundo, bien podía estar muerto y nadie lo había encontrado o bien me había abandonado y huido a otro país. Espere y espere su regreso a casa, pero las horas no avanzaban y mi angustia cada vez era mayor, para la noche a penas podía respirar, un dolor insoportable se había apoderado de mi cabeza y las lágrimas brotaban de mis ojos cuando escuche las llaves girar en la puerta.

Salí corriendo de la habitación y entonces lo vi, Ben traía prácticamente a arrastras a un Joe borracho y casi inconsciente

- Danielle, tranquila. Está bien, quería haberte avisado, pero no tengo tu número y Joe no tenía batería cuando me lo he encontrado

- Dónde estaba? - una voz completamente rota consiguió salir de mí

- Ahora te lo cuento todo, pero antes puedes ayudarme - dijo sonriéndome, Ben tenía una de las mayores sonrisas que había visto nunca, su sonrisa me calmo al instante y por fin conseguí reaccionar agarrando el otro brazo de Joe

Entre ambos conseguimos deshacernos de su ropa y meterlo en la cama. Salí del cuarto dirección a la cocina necesitaba beber algo, Ben siguió mis pasos

- Estás bien? - me preguntó entonces

- No - dije comenzando a llorar - No sé en qué momento se ha torcido así - Ben me abrazo y aquello me hizo llorar aun con más fuerza

- Todo estará bien, te lo prometo - quise creerme su promesa, pero no lo hice

- Puedes contármelo, dónde estaba? - Ben me llevo hasta el sofá y entonces hablo

- Ha estado toda la noche metido en el estudio - yo lo miré extrañada - Lo sé suena irreal, pero es así

- Y cómo es que está borracho?

Antes de irse, Ben me contó que a su llegada al estudio se había encontrado todas las bebidas medio acabadas y tiradas por una de las salas del estudio donde Joe solía grabar. Después de observar las cámaras de seguridad lo vio, había sido él. Así que salió en su búsqueda, se recorrió cada bar que Joe solía frecuentar hasta dar con él y traerlo de vuelta a mí.

Un "Odio quererte" salió de mis labios antes de tocar sus labios. Entre lágrimas y a su lado me quedé dormida.

"QUÉ PUEDE SALIR MAL"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora