Vivir por él

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- Danielle -

- Puedo devolverte el beso?

- Te odio - respondí sin pensar

- No lo haces

Era verdad, no lo odiaba, no podía odiarlo. Lo quería tanto que a veces me dolía, pero no lo odiaba.

Nos quedamos allí, en nuestro banco, no entramos al observatorio, no hicimos nada más que quedarnos sentados, uno pegado al lado del otro.

Todas aquellas palabras no dejaban de repetirse en mi mente y si, por supuesto que me dolió el beso, el que se hubiera mantenido callado tanto tiempo, pero al final, el amor que sentía por el era más fuerte que todo aquello junto.

Llamamos a aquel día, el día cero antes del huracán que arrasaría con nosotros en un futuro.

Al día siguiente de nuestra reconciliación y de dormir juntos de nuevo, el estreno de la serie de Joe se llevó a cabo junto con un artículo en una de las revistas más de moda, en ella destapaban el nuevo romance de Joe conmigo, una foto nuestra adornaba la portada, mi nombre y apellidos estaban escritos, a que me dedicaba estaba escrito, de donde era estaba escrito. Toda mi vida estaba escrita.

En cuanto vi aquello sentí vértigo, miedo, tal vez terror, ahora cualquiera sin mi consentimiento podía saberlo todo sobre mí. Y lo sé, sí, yo era alguien habituada a compartir mi vida en redes sociales, pero subía lo que quería, cuando quería, esto, esto no se le parecía en nada.

A los pocos instantes de la noticia, miles de personas comenzaron a seguir mi cuenta, a comentarla y como no a criticarla, una oleada de más odio que amor arraso conmigo desde adentro.

- Ey, deja el móvil - dijo Joe interrumpiendo en la habitación - Mientras te torturabas leyendo esa basura, he preparado el desayuno, te apetece? - un Joe sonriente sostenía una bandeja llena de comida

- Supongo que si - una pila de tortitas con chocolate y nata adornaban el centro del plato, un café con mucha espuma y varias fresas se situaban al lado 

Joe tomó asiento a mi lado en la cama

- No quería que esto pasara, bueno sí, claro que sí, pero no de esta forma - dijo sosteniendo mi móvil entre sus manos

- Estoy bien - dije sonriendo, a decir verdad no lo estaba, quería perderme en algún lugar y nunca más regresar, pero perderme junto a él

Poco después de terminarme el desayuno, Joe volvió a hablar

- Prepara la maleta, te voy a llevar a un sitio - dijo levantándose apresuradamente de la cama y perdiéndose de camino a la cocina

- Qué dices Joe? No podemos irnos así como si nada - dije siguiéndolo a la cocina

- Qué? Claro que podemos, somos libres de hacer lo que nos da la gana

- Bueno, algunos tenemos que buscar nuevos proyectos para trabajar

- Eso puede esperar al lunes - dijo Joe sujetando mi cara mientras unos pucheros se marcaban en su perfecta cara

- Está bien - dije rodando los ojos - A donde vamos?

- Eso es una sorpresa - estaba a punto de protestar cuando sus labios se pegaron a los míos

Tras preparar la maleta para el fin de semana, Joe me obligo a dejar el móvil en la guantera del coche hasta el domingo, cuando regresaríamos a la vida normal, si es que la podíamos llamar así.

No os miento, el trayecto se me hizo eterno, no poder distraerme viendo las redes sociales, me costó muchísimo, por suerte tenía al mejor piloto a mi lado. Puso cada una de mis canciones favoritas, aún no las entendiera todas las intentaba entonar a viva voz junto a mí.

- Estás preparada para conocer mi escondite del mundo real?

- Por supuesto - sonreí

- Nunca antes de ti he llevado a nadie allí - creo que consiguió derretirme con aquellas palabras

- Excepto a Sirio supongo?

- Excepto a Sirio - rio - Lo cierto es que Sirio siempre me acompaña, sé que suena extraño, que tal vez ni lo entiendas pero a veces siento que es mi mejor amigo

- Creo que estoy un poco celosa de él - dije riendo, Joe acaricio mi mejilla

- Te quiero, te quiero mucho Danielle - dijo seguro de sí mismo

- Yo también te quiero, si no ten por seguro que hubiera huido hace mucho tiempo de todo esto

- De mí?

- No, de ti no, de tu mundo, sí

- Quiero que no le tengas miedo a esto, quiero que sigas siendo tú y que nada nos afecte

- Díselo a mi cabeza

- Cabeza de Danielle, deja de preocuparte - dijo riendo, yo reí junto a él, y justo en ese preciso instante deseé parar el tiempo, quedarme estacionada frente a la casa de la montaña, con Joe riendo, conmigo riendo, con Sirio mirándonos, pero no lo conseguí el tiempo avanzó. 


- Esto es más bonito en invierno - dijo Joe bajando del coche, yo seguí sus pasos - Suele estar todo nevado y enciendo la chimenea y me quedo ahí observando el paisaje tomando una taza enorme de té - dijo sacando la maleta que habíamos compartido para traer todo lo necesario - Volveremos en invierno y lo verás con tus propios ojos, estoy seguro de que te encantara - dijo dejando un beso en mi frente

La casa se encontraba a varias horas de Los Ángeles, cerca de un pequeño pueblo en el que habíamos parado a comprar antes. La pequeña casa o cabaña era de madera, una enorme terraza daba la vuelta a toda ella. Dentro los tonos madera adornaban prácticamente cada rincón, en el salón junto a la chimenea una enorme cristalera con puertas daba salida al lago, nunca antes había visto un lago con mis propios ojos y sin duda era algo mágico.

- Te enseño el lugar en el que más tiempo vas a pasar?

- Que insinúas Keery?

- De algún modo habrá que divertirse aquí arriba - dijo acercándose hasta mí

- Vas a enseñar como divertirme? - pregunte chistosa

Joe no respondió, al instante pego sus labios a los míos y yo simplemente me dejé llevar, a los pocos instantes estaba tumbada sobre la cama sin ninguna prenda esperando que el cuerpo de Joe se acoplara al mío. El deseo porque lo hiciera me hacía arder de placer y él lo sabía y aunque sé que se moría de ganas por hacerlo antes de ello me beso.

- Te quiero

No respondí, solo lo volví a besar dejándole entrar.

Joe había traspasado cada uno de mis obstáculos, nunca había sido fácil de querer, ni siquiera yo misma sabia querer, no al menos del modo que había visto en las películas, que había leído en los libros o que había visto en mis padres, Joe se enamoró de una persona deprimida, triste con ganas de terminar con todo que empezó a vivir por él.

- Y si mientras preparo algo de cenar enciendes la chimenea - dije jugando con mi dedo sobre su pecho

- Estás segura? Moriremos de calor

- Ya he muerto de calor antes contigo

Él soltó una leve carcajada, yo me levante de la cama y recogí su camisa del suelo, me la coloque abotonándome simplemente cuatro de los botones. Me encaminé hacia la cocina con la vista perdida en él y en la manera en que se agachaba a encender la chimenea, poco después di por perdida la cena, me acerque a sigilosamente él, me agaché a su lado acariciando su espalda y me acerque a su oído susurrando

- No la has encendido y ya hace calor

Él elevo su mirada hacia la mía con una sonrisa de medio lado.

Solo puedo decir que al día siguiente aquella alfombra fue directa a la tintorería.

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De mí para vosotros por mi cumple un nuevo capítulo que espero que disfrutéis mucho. 💘🌸🤍

"QUÉ PUEDE SALIR MAL"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora