Fotografía

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- Joe -

- Hoy conocerás a Danielle - le dije a Sirio - Y tienes que ser el perro más simpático del universo - Sirio me miraba cómo si entendiera cada una de las palabras que salía de mi boca - Está bien, cuando yo te avisé corres hacia ella

- Señoría Keating, hay una persona esperándole - escuché decir al señor al que había pagado por el mensaje

- Oh, gracias, señor - escuché decirla

- Muy bien Sirio, es tu turno, ahora - solté la correa al mismo momento en que ella ponía el pie en la acera, Sirio corrió hacía ella

- Hola precioso - dijo ella acariciándolo - qué guapo eres, y tu dueño, ¿dónde está? - Sirio le lamía la palma de la mano, yo los observaba gracioso - ¿Dónde estás Joe?

- ¡Sorpresa! - dije saliendo de mi escondite - Sirio quería verte, me ha insistido un montón - ella río ante mi estupidez y yo reí con ella

- Claro, Sirio, ¿Cómo sabías dónde estaba?

- Tengo ojos en todas partes - saludé a Natalia en modo de agradecimiento - Natalia me lo ha dicho

- Así que Natalia - preguntó curiosa

- Es mi compañera de trabajo - reí ante sus celos

- Idiota - dijo muy bajito, pero no lo suficiente

- ¿Quieres dar una vuelta con este idiota y su perro? - palideció, pero segundos más tarde recuperó el color

- Claro que sí, idiota - dijo graciosa

Después de dejar su pesado maletín de trabajo y los zapatos de ambos en el maletero de mi coche, paseamos hasta llegar a la orilla del mar. Aún nos encontrábamos a finales de marzo, pero el agua estaba realmente buena para la época.

- Me he pasado el día entero pensando en ti - me sonrojé tras el comentario de aquella preciosa chica

- Y yo en ti, pero me daba vergüenza hablarte - confesé

- ¿Vergüenza? - preguntó confusa

- Sí, o tal vez miedo - quise continuar la conversación, pero entonces Sirio se enredó entre ambos

- Es precioso. ¿Por qué le pusiste el nombre de Sirio? - dijo acariciándolo

- Sirio es la estrella que más brilla en el cielo. Una noche estrellada, mientras regresaba a casa de mis padres oí sus llantos, corrí a buscarlo y lo llevé al primer veterinario de guardia que encontré. El hombre me dijo que era demasiado pequeño, demasiado débil para sobrevivir siquiera a aquella noche, y que lo mejor era sacrificarlo, yo me quedé allí junto a él esperando un milagro y míralo ahora, es el perro más sano y bueno que verás nunca, y supongo que brilló saliendo de la oscuridad en la que lo encontré

- Pobrecito, es una historia preciosa y triste, pero me alegro muchísimo de que lo encontrarás

- Y, ¿tú tienes animales?

- No, siempre quise tener un perro, pero mis padres nunca me dejaron y luego cuando me mudé a vivir sola no pasaba el suficiente tiempo en casa como para cuidar de uno

- Vaya. Bueno, ahora cuando quieras puedes cuidar de Sirio y de mí - dije sin pensar, ella río a carcajadas

- Lo tendré en cuenta - rio conmigo

Era tan agradable pasear junto a ella y descubrir más de aquella poco, nada, extraña.

- Danielle -

Era tan divertido reír junto a él, pasar las horas y no aburrirte de estar a su lado.

- Te propongo un plan, hoy he comprado muchísima comida - comenzó a decir rodando los ojos - Así que, ¿qué te parece si te invito a cenar y cocino para ti?

- ¿Con qué cocinas? - dije vacilona

- Soy el mejor chef de esta ciudad - dijo orgulloso

- Eso habrá que juzgarlo

- Entonces, ¿vendrás? - asentí sonriente - Perfecto, no quería despedirme de ti todavía - mis mejillas se incendiaron ante su comentario

Caminamos entre risas hasta el coche, una vez allí acomodó a Sirio en la parte trasera. Poco después buscó en su galería de reproducción, ¿Nuestra canción? ¿Teníamos canción? No lo sé, pero para mí lo era.

Después de poco menos de media hora de trayecto llegamos a su piso, era enorme, decorado en tonos marrones, blancos y negros. Mientras yo observaba las estanterías del salón llenas de libros, discos, fotos y algún que otro premio, Joe se cambió de ropa, un chándal.

Siempre, toda mi vida había odiado los chándals y hacer deporte, pero a él, solo a él le quedaba tan bien.

Me dejo libertad para seguir descubriendo la casa mientras que él se ponía al mando de los fogones, descubrí un enorme cuarto lleno de guitarras y papeles por todas partes, supuse que serían sus nuevas canciones, esas en las que yo lo inspiré, estuve tentada a leer cada una de aquella hoja, pero me detuve.

Poco después regresé a la cocina junto a él, cantaba a grito pelao mientras cortaba algo de cebolla, estaba perfectamente despeinado con el trapo de la cocina en el hombre y yo, yo lo miraba cómo si no existiera alguien más perfecto en la faz de la tierra, y así era.

- Has vuelto - dijo sorprendido

- Te echaba de menos - me miro aún más sorprendido y algo colorado

- ¿Te gusta la comida asiática? - me preguntó ignorando mi comentario, que esperabas me grite a mí misma

- Sí - respondí finalmente - Lo que he probado hasta ahora estaba bueno

- Esto estará mejor, puedes buscar un vino para la cena, si quieres, tinto mejor - asentí

Junto con Sirio de acompañante busqué la vitrina de vinos que tenía en uno de los cuartos, después de revisar cada uno de ellos sin entender nada de vino y echando mano del móvil agarre un tinto rosado.

- No, no, no. Cierra los ojos - me gritó desde algún lugar, yo inconscientemente lo hice. Quédate ahí, un segundo. Vale, ya puedes abrirlos y dirigirte hacia el salón - caminé recta por el pasillo, Joe me esperaba en la puerta con una sonrisa enorme dibujada en su rostro - Vale, ahora solo tienes que girarte

Hice caso a sus palabras, una mesa blanca decorada con velas y rosas rojas se mostraba ante mis ojos, sin duda era precioso.

- Y bien, ¿qué te parece? - me pregunto expectante

- Me has dejado sin palabras - admití

- Espero que eso sea bueno

- Es buenísimo - reí - El vino - dije dándoselo, él lo observó unos segundos y comenzó a descorcharlo, yo me aplaudí mentalmente, había acertado con mi elección

- Mientras terminó de abrirlo puedes ir al congelador y traer una bolsa de hielo

- Claro, ahora vuelvo - de camino solo podía pensar en lo afortunada que me sentía, hasta ese momento

Una fotografía descolorida de Joe besando a otra chica adornaba la nevera

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¿Acabará bien la cena? El lunes lo descubrimos. PD: escucho ideas para ponerle nombre a la ex. Feliz finde 💘

"QUÉ PUEDE SALIR MAL"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora