Wilmington

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- Joe -

Las semanas pasaron deprisa, cada mañana iba al estudio para seguir trabajando en el nuevo disco, por las tardes salía a caminar con Sirio cerca de la playa, a veces con la esperanza de volver a verla, llegábamos hasta el lugar en el que la encontré.

Aquello se convirtió en una costumbre, mi día a día.

Entre medias salía con los chicos, teorizaba junto a Nate y Ben sobre aquella chica. Disfrutaba junto a Olivia cada fin de semana, pues, nos habíamos apuntado a un nuevo curso de cocina, me encantaban esas mañanas de sábados en las que pasábamos horas juntos. Era la niña más lista y amable de la clase, y oye, a decir verdad, descubrimos que no se nos daba nada mal la cocina.

Para cuando me quise dar cuenta las vacaciones navideñas estaban a la vuelta de la esquina, cada navidad viajaba junto a mi familia a la casa familiar que teníamos en el pueblo de Wilmington, Carolina del Norte. Allí nos juntábamos con mis hermanas, mis tíos, mis primos, mis abuelos y claro está mis padres.

Mi abuelo construyó varias casas en un mismo terreno cerca de la playa y al lado del embarcadero, recuerdo pasar todos mis veranos allí, bañándome, pescando, incluso aprendí a navegar, recuerdo como cada cuatro de julio mi abuelo montaba una fiesta enorme con todos sus amigos en la que lanzábamos fuegos artificiales, era increíble y mi momento favorito de todos, las navidades junto al calor del fuego cantando con mi padre a la guitarra y en la larguísima mesa todos juntos esperando por el pavo de mi abuela.

Los días previos a viajar de nuevo allí, realicé las mil y un compras necesarias, una vez tuve todo mandé los regalos por correo postal si no sería imposible viajar con tanto paquete.

Después de aquello, Nate organizó una cena con los chicos para darles la noticia de que junto a Zoë volverían a ser padres, todos nos alegramos muchísimo por ellos. Entre todos mimamos a Olivia con un montón de regalos y celebramos la navidad por adelantado, siempre lo hacíamos así, se había vuelto una preciosa costumbre entre nosotros.

La mañana del 18 de diciembre viaje junto con Sirio a mi querido Wilmington.

- Álvaro -

Llevaba varias semanas planeando el veinticinco cumpleaños de Danielle, sería el viaje sorpresa de sus sueños. Junto con Matt convencimos a Paul de que nos dejara quedarnos con él en la casa que tenía en el pueblo de Wilmington. Sé desde qué conocí a Dani que sé moria de ganas por visitar aquel pueblo, pues, allí se llevó a cabo el rodaje de una de sus series favoritas, One tree hill. Además, estos últimos meses le había vuelto la obsesión por ese lugar a causa de empezarse la antigua serie de Dawson's Creek, serie que también fue rodada allí.

Paul se encargaría de reorganizar la casa para todos, su familia tenía una enorme vivienda señorial en el pueblo. Yo por mi parte llamé a Vega con la esperanza de que pudiera tener unos días libres para venirse con nosotros.

- Vega, nena, ¿te pillo mal para hablar?

- No para nada, dime - dijo ella nada más terminé mi pregunta

- Bueno como sabrás el día veintiuno es el cumpleaños de Dani y le estoy preparando un viaje sorpresa junto con los chicos

- Ay, dios, sí, claro que sí ¿a dónde iréis?

- Wilmington en Carolina del Norte - respondí como si no hubiera mirado donde coño estaba Carolina del Norte - Me preguntaba si tú y Sydney podéis venir también cómo sorpresa, ¿qué me dices?

- Por supuesto, cuenta con nosotras, cambiaremos el turno con alguna compañera y allí nos tendrás

- Genial, te mandó más información luego - no podía creerlo, había conseguido que Vega viniese junto a Sydney, por fin conoceríamos a la famosísima novia que nunca se dejaba ver

Los días previos al viaje junto con Matt en una salida de solamente chicos hablamos del plan con Charles y Luke. Luke hablaría con mi ex jefe para pedirle vacaciones para ambos. Charles se ocuparía de preparar la maleta de Danielle, ya que confiábamos al cien por cien en su buen gusto. Matt se encargaría de alquilar un gran coche para viajar hasta allí, eso sería mucho más fácil que montarla en un tren o un avión.

Y finalmente yo la mañana del 20 de diciembre no sé ni cómo ni de qué forma le vendaría los ojos, la metería en el coche y pondríamos rumbo a Wilmington.

Y así es como todos juntos pasaríamos el cumpleaños de Danielle allí, y aprovechando las fechas, las navidades también.

Desde que nos conocimos con los chicos nos habíamos vuelto un grupo inseparable, las cosas entre Luke y Danielle se arreglaron sin dañar nada, cosa que agradecí muchísimo y siempre estábamos todos para todo, la verdad era genial. Se habían convertido en nuestro hogar lejos de él.

La madrugada del 19 al 20 apenas, pude dormir estaba demasiado emocionado y ansioso por que las horas pasaran. Pase casi toda la noche en vela de los nervios y ahí estaba yo a las 6:00 de la mañana haciendo un ruido insoportable con tal de que Danielle despertara.

- ¿Vas a hacer más ruido? - preguntó apareciendo en la cocina - ¿Has visto qué hora es? - dijo aún con los ojos medio cerrados

- Perdona, ¿he hecho mucho ruido? Pensaba que no - dije sonriendo, Danielle abrió algo más los ojos

- ¿Se puede saber por qué tienes esa sonrisa de bobo? No me lo digas, ayer follaste

- Tía, no - dije muy serio - Tienes que venir conmigo sin hacer preguntas

- ¿Qué? ¿Hoy? Imposible, entro a las 10 a trabajar otro día tal vez - dijo sacando la leche de la nevera para ponerse a desayunar

- Confía en mí, hoy desayunamos fuera - me miro con mala cara, me analizo y luego sonrió

- No me lo puedo creer, mi ocupadísimo amigo tiene tiempo para mí - comenzó a decir en un tono de risa - El chico con el trabajo perfecto, el novio perfecto va a invitarme a desayunar - dijo riendo, adoraba sus bromas. No podía quererla más

- Qué graciosa - dije en tono burlón - Para ti siempre tengo tiempo libre - dije abrazándola - Pero tengo una condición - dije mirándola fijamente - Tengo que vendarte los ojos

- ¿Qué? Ni de broma - dijo abriendo los ojos como platos a la vez que una sonrisa se dibujaba en su rostro

- Confía en mí - respondí sonriendo de oreja a oreja

- Más te vale tener una buena razón para esto - dijo, seguidamente se preparó para salir a desayunar

Una vez nos cambiamos, le vende los ojos. Mientras que nosotros bajamos que nos costó muchísimo, Charles, preparo la maleta a toda prisa, los días anteriores habían estado juntos y él había estado observando la ropa de ella. Una vez abajo, con todo preparado, metí a Danielle en el coche.

- ¿Estamos entrando en un maldito coche? - pregunto alzando la voz

- No puedes hacer preguntas, por cierto saluda a los chicos. A tu lado esta, Charles, a su otro lado Luke, yo estoy delante de ti y Matt en el sitio del conductor - dije riendo

- No me lo puedo creer, espero que esto merezca la pena u os mataré - dijo levantando su dedo índice en modo amenaza a la par que reía

Y así, entre risas por aquella perfecta y loca chica pusimos rumbo a Wilmington.

"QUÉ PUEDE SALIR MAL"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora