Julián Cantú guardaba serias sospechas que el ataque montado en su contra por parte del fiscal, podía haber sido planeado por Gastón Curiel. La manera en que lo había obligado a aceptar su sociedad en la constructora, de seguro no lo tendría nada contento. Era probable que hubiera acudido a las autoridades con la finalidad de deshacerse de la opresión que la organización ejercía sobre él.
Compartíamos opiniones en cuanto a las acciones que podríamos emprender en contra del fiscal, cuando Julián perdió la paciencia por los pocos avances conseguidos hasta ese momento.
-¿Alguien se ha encargado de sondear a Curiel? -preguntó Cantú.
-En realidad, no había cruzado por mi mente esa posibilidad -contesté deseando haberlo considerado antes-. Supongo que deberíamos enfocarnos en eso.
-Yo me encargaré de fincar una línea de investigación al respecto -se apresuró Armani a contestar-. Si hay algo de cierto en lo que sospechas, te aseguro que lo descubriré.
-Deberían estar un paso adelante. ¿Cómo no les llamó la atención la cronología de los sucesos? Son parte de la cuadrilla principal para que me cubran las espaldas, no para que les diga en todo momento cómo deben actuar.
-Estamos conscientes, comandante -contestó Nevada-. Nos enfocamos en una sola arista.
-Dejen de buscar excusas. Siento que estamos siendo demasiado suaves. Quiero resultados inmediatos. Tenemos encima una entrega de mercancía que llegará a la ciudad y es preciso que el camino esté despejado para recuperarla. No quiero tener al fiscal detrás de mí.
-Si Curiel tiene la mano metida en esto ¿debemos actuar? -pregunté.
-Me importa un carajo si muere, pero por ahora no nos conviene hacer mucho escándalo. Si está metido en esto ya pensaremos qué hacer. Mientras tanto, prepárense, Darío y tú serán los comisionados para la carga que viene en camino.
Me alegraba no tener que salir de la ciudad para cumplir con la siguiente misión, no quería permanecer lejos de Luciana por un deseo incontrolable de verla cada día. Oír su voz, admirarla mientras se desplazaba por el bungalow, escucharla tocar, eso era lo que alimentaba mis días y no quería privarme ni un instante de esos momentos.
-No haremos un sacrificio estúpido -prosiguió Cantú-. Debemos salvar la misión.
-Acabemos de una vez por todas con Álvarez.
-No, Armani, no puedes matar a un fiscal esperando que eso no traiga consecuencias -externó Julián-. Debemos ser más inteligentes, ir un paso adelante. Me temo que tendremos que echar mano de nuestras mejores artimañas. Jugaremos como Kasparov y obtendremos la victoria. Esta, no será la excepción.
-Estamos poniendo todo nuestro empeño en sacar adelante las pesquisas -aseguró Darío-. No obstante, Álvarez es un hombre escurridizo.
-Se me ocurre que podría citarlo en la caverna -especuló Julián.
-¿Invitarás a los lobos a cenar en tu mesa?
-No lo sé, Armani -contestó pensativo-. Esa podría ser una buena iniciativa. Por otra parte, Urriaga es un nombre atractivo para los federales. Podríamos ofrecerlo como ofrenda.
-¿Estás diciendo que entregarías a Santiago? -preguntó Armani.
-¡Por supuesto que lo entregaría! Tiene la plaza del norte bajo su completo dominio y cada vez pone más trabas para cruzar nuestra mercancía. Ayudar al fiscal con su captura, podría servirnos para tenerlo de nuestro lado. Por otra parte, tomaríamos el control de la plaza ampliando nuestro poderío.
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Sobreviviendo a tu amor
RomanceLeonel Medina es un sicario despiadado; por sus venas corre la sangre de un asesino que no se tienta el corazón para cometer los más atroces crímenes. Sin imaginarlo, encuentra el amor donde menos se lo espera, no obstante, el destino se encarga de...