— Lo siento Hunter, perdóname por favor — Luz lloro haciéndose bolita en la esquina de la cama del mayor. Hunter era un alfa tranquilo, un poco perezoso; tenía un pequeño departamento que solo ocupaba para dormir, en las paredes habían varios posters de artistas urbanos, el típico escritorio de un estudiante lleno de papeles, libros bolígrafos del mismo color y un computador antiguo — No puede hacer nada.
La omega estaba devastada, se había equivocado y descuidado horriblemente; ahora cargaba con la marca de otro alfa en su cuello. La marca de alguien a quien no amaba.
— ¡No me hables! — el alfa le gritó dando vueltas de un lado a otro — No puedo creer que te perdiera. Siempre trate de cuidarte, no me apresure a marcarte para mostrar que te respetaba; trate de no estar cerca en tu celo para que mi lobo no se descontrolara y todo para que viniera otra alfa y te pusiera su asquerosa marca.
— Yo te amo — le dijo la omega — De verdad te amo, no la amo a ella. No se nada de ella, no la conozco como a ti, que has pasado mucho tiempo conmigo Hunter te amo a ti.
— Entonces déjala y vente conmigo — Hunter se acercó y tomo el rostro de la omega entre las palmas de su mano, con cariño, dulzura y una pizca de desesperación por una respuesta asertiva.
Luz recordó todos esos hermosos momentos que pasó con el alfa, sus besos y caricias: la forma en que le hacía el amor y luego recordó a Amity, apresándola contra el piso mientras la violaba. Se estremeció y abrazo a Hunter, quería estar con el, huir con él, pero también recordó el rostro apenado de la alfa.
— Si me voy contigo y dejo que me marques para borrar su marca, su lobo morirá y ella también, además también me afectará a mi.
La separación de las parejas enlazadas era un infierno y una tortura lenta que afecta a ambos física y psicológicamente. No habían muchos casos documentados de lo que pasaría cuando se vuelve a marcar a una omega; después de todo, la población beta, seguía siendo dominante.
Hunter se aparto llevando sus manos a su cabeza y apretándola. Habían tenido problemas recientemente en su relación de pareja, pero nunca algo como esto. La marca de otro alfa les ponía un fin definitivo.
— Entonces no vas a dejarla — no fue una pregunta, si no una afirmación, que le agrio el estómago.
Él alfa estaba tan molesto de perder lo que creia suyo. Los alfas eran territoriales por naturaleza, el hecho de que otra alfa marcara a su chica lo cabreaba de todos las formas posibles.
— Quiero hacerlo, pero no puedo. Tienes que entender el deber de responsabilidad que tengo con esa persona, yo te amo a ti Hunter, déjame demostrarlo.
Luz tomo la mano del alfa y lo atrajo hacia ella; lo beso despacio y lo único que logró sentir fue asco. El rechazo de su propio cuerpo hacia una acción que días antes era como una necesidad. Por primera vez comprendió lo que significaba la maldita marca de enlazamiento.
¿Por qué su cuerpo reaccionaba de esa forma por los besos de la persona que ama?
Hunter la beso con más fuerza y rudeza. La empujó contra la cama colocándose encima de ella. Le quitó la ropa con rapidez y se quitó la suya; entonces entre besos y caricias logró meterse dentro de Luz haciéndola gemir y llorar a la vez. Le hizo el amor como nunca antes lo había hecho, con fuerza, con rabia, enojo y con las ganas de mostrarle que su cuerpo era de él y su corazón también.
Pero Luz volteo su rostro hacia el suelo y vomito; su corazón era de Hunter pero una vez marcada no había vuelta atrás. Los cuerpos de los alfas y omegas estaban malditos y solo aceptaban a una pareja.
— Te doy asco — dijo Hunter rencoroso — Ahora tú cuerpo no me acepta, será mejor que lo dejemos así.
Luz apretó las caderas contrarias rodeándolas con sus piernas. La biología no podía ganarle a sus sentimientos, su amor le pertenecía a Hunter y a nadie más.
— No te detengas Hunter, esto no es nada, sigue por favor. No me importa si estar contigo me hace vomitar, yo te amo.
ESTÁS LEYENDO
𝑬𝒔𝒕𝒂𝒓 𝑪𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐 𝑺𝒐𝒍𝒐 𝑻𝒆 𝑯𝒂𝒄𝒆 𝑳𝒍𝒐𝒓𝒂𝒓
Short StoryAlgo que empieza mal difícilmente resulta bien, Amity violó a Luz a causa del celo de la omega, al marcarla el destino de ambas queda unido por una fuerza que va más allá del amor. Ellas no se aman pero al menos Amity quiere hacer las cosas bien y l...