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Pov Amity

Regresamos tarde a casa, por lo menos no teníamos que cenar con Mamá.

—¿Ella casi nunca está verdad? — me preguntó Luz y asentí.

— Es una mujer de negocios.

—Tu madre no es alfa verdad, pero tampoco es omega.

Asentí —Es una beta y una muy estricta.

—¿Entonces tu papá era alfa?

Negué. No quería recordar a papá, se fue demasiado pronto y me dejo un vacío difícil de llenar. Él me enseño todo y cuando ataque a Luz en su celo, sentí que había traicionado todas las políticas de papá sobre como ser una buena alfa.

—También era beta, murió hace mucho.

—¿Entonces cómo es que eres alfa? —volvió a preguntar intrigada.

— Mis abuelos maternos, ambos eran alfas, también murieron hace mucho, me agradaban, pero eran terriblemente estrictos.

—¿Cómo tu madre?

—Peor —le dije mirando por la ventana del coche—supongo que es por eso que soy una alfa débil como dice mamá, porque no soy nada estricta ni dura, reprimo mucho mis sentimientos porque no quiero parecerme a ninguno de ellos.

— Entiendo, debe ser duro, no debes reprimir tus sentimientos, te dará bilis.

Sonreí volviendo la vista a ella, su mirada estaba clavada en mí. Luz era la que más me hacia enojar en el mundo.

—Me portare como ayer y créeme no me gusta.

—Fuiste muy dura y usaste tu voz de mando contra mí — de nuevo hizo un puchero— odie eso. No vuelvas a hacerlo por favor.

— Lo vez, es mejor que me reprima.

—Pero no quiero que lo hagas, no conmigo porque sé que hice mal, no quería hacerlo, pero de verdad que cuando estoy con él no puedo pensar en nada razonable. Hunter me tiene mal.

—Dobla a la esquina — le ordene al chofer y asintió — quiero mostrarte un lugar — mencioné.

—¿Qué es?

— Es una tienda para cosas de bebé, la vi esta mañana y quiero comprar algo.

—¿Qué quieres comprar? —preguntó emocionada.

Nos estacionamos y la ayude a bajar, ambas entramos a la tienda y caminamos por los pasillos hasta llegar a una cuna de madera verde, de forma ovalada con detalles de estrellas.

— Sé qué falta mucho, pero tengo miedo de que cuando nazca ya no la tengan.

— Es preciosa y espaciosa, no tienes que hacerlo ni siquiera es tu hijo.

—Biológicamente no pero políticamente sí y quiero que tenga lo mejor, probablemente sea lo más cercano a ser madre  que tendré porque no creo que quieras darme un hijo biológico y no podré tenerlo con nadie más.

Ella agacho su mirada apenada y luego volvió a ver la cuna.

— Gracias.

—Vamos, la pagaré y daré la dirección para que lo lleve por paquetería a más tardar mañana.

Caminé y sentí unos brazos rodearme.

—Eres tan buena. Perdóname por no poder amarte.

Luz me abrazó y algo en mi interior se removió. Probablemente angustia.

 Probablemente angustia

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𝑬𝒔𝒕𝒂𝒓 𝑪𝒐𝒏𝒎𝒊𝒈𝒐 𝑺𝒐𝒍𝒐 𝑻𝒆 𝑯𝒂𝒄𝒆 𝑳𝒍𝒐𝒓𝒂𝒓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora