Después de entregar algunos trabajos, aún le quedaban varias tareas por realizar. Alexa estaba sobre su pequeño escritorio, haciendo su trabajo. Era un día sábado, pero de igual manera, trabajaba en las tareas.
—Oye... ¿No piensas descansar? Es sábado, deberías estar divirtiéndote —murmuró Marta, a un lado de ella.
Llegó a su apartamento temprano, ya que los sábados se la pasaban juntas, pero al parecer, esta vez no sería así.
—Tengo demasiadas tareas atrasadas, y para más, el profesor eligió los temas para cada uno, y a mí me tocó la más larga... —gimió sobándose la cara—. Creo que pediré un adelanto para pagar las copias.
—Ale, el guapote es tu jefe, ¿no? ¿Por qué no le pides que te aumente el sueldo? Así sería más justo para ti. Yo podría ayudarte, pero también tengo que pagar las copias para la investigación. —Propuso Marta, sentándose en un sofá.
—No lo sé... ¿Y si eso lo enoj- —No terminó de hablar por una llamada entrante. La poca calma que tenía, se fue al ver que quien la llamaba era el diablo—. Ay, no... ahora me está llamando.
—¿El guapote? —Preguntó Marta con una sonrisa—. Contesta.
—Ishh, no estoy para sus juegos ahora. —Contestó de forma brusca—. ¡Escúchame bien! ¡En estos momentos no puedo atender tus necesidades tontas, estoy con una montaña de tareas y trabajos por entregar, y sea lo que sea que me vas a pedir, es un no! —escuchó una risa a través de la llamada y eso la enfadó más.
—Hola para ti también, y estoy bien, gracias.
Dijo sarcástico. No esperaba esa contestación, pero le pareció divertida. Después de una semana de mierda, era la primera risa que pudo obtener.
—Hmm, ya escuchaste. No quiero que me molestes. —Ni ella sabía de dónde sacaba el coraje para hablarle de esa forma, y eso le podría traer problemas—. Al menos, no por esta semana... —dijo de forma más suave.
—Tan explosiva... me gusta. Ya esperé una semana para volver a tocarte, y de verdad necesito quitarme el estrés, solo contigo puedo hacerlo.
Bien, podría ir a unos de sus lugares para poder tener un acostón con cualquiera mujer que tenía a sus pies, pero él quería molestarla. Era más entretenido.
—Pero no tengo tiempo... —gimoteó Alexa.
—¿Entonces, voy a tener que ayudarte para que tengas tiempo para mí?
Él no tenía problemas para ayudarla, a cambio se la cobraría con su cuerpo.
Alexa pensó en lo que dijo Marta. Puede eso alargar un poco más el plazo del trato, pero si ya le ofreció su ayuda, podía aprovechar.
—Si acepto ir, ¿podrías hacer algo por mí?
—¿Qué necesitas, bebé?
Ignorando el apodo, decidió probar su suerte.
—Quiero que aumentes mi sueldo. —Bien, ya estaba hecho.
—¿Eso es lo que quieres, bebé? Está bien, pero sabes lo que te espera, ¿verdad?
—S-sí... después de todo no tengo opción, ¿verdad?
—De acuerdo, iré por ti en treinta minutos.
Y colgó, dejando a Alexa con nervios de punta.
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RETORCIDO CAPRICHO (Ese Es El Trato 1)
RandomPRIMER LIBRO DE LA SAGA (ESE ES EL TRATO) 1 - Retorcido Capricho. 2 - ... 3 - ... 4 - ... 5 - ... Al principio solo sería un solo libro, pero luego me llovió las ideas y no pide contenerme para hacer más. Espero que puedan disfrutarlo Alexa Doria...