RETORCIDO CAPRICHO (Ese Es El Trato 1)

16 - no me temas

Se subió a su auto y emprendió camino. Leonardo solo esperaba que no tuviera problemas. Salir a altas horas de la noche, no era bueno para ella, conociendo como eran las personas en la ciudad...

Las calles estaban infestadas.

Mientras, Alexa estaba apoyada en una pared, cerca de un callejón. En medio del pánico, no se le ocurrió nada mejor que salir corriendo sin rumbo, ahora estaba perdida, sin saber a donde ir... y lo peor, no tenía crédito. ¿Qué tan mala suerte podía llegar a tener?

Descubrió que estaba enredada con un mafioso, peor, el asesino de sus padres. Su mente era un caos total, no sabía que hacer. Sus piernas estaban adoloridas de tanto correr, estaba cansada, agotada, con sueño, frío y miedo.

Unos pasos se escucharon cerca del callejón, y ella se forzó a moverse, lo menos que quería era toparse con algún drogadicto o vagabundo de mala muerte.

Pero claro que el cielo no le sonreía a todos.

Dos hombres salieron tambaleándose y con botellas en sus manos, al verla parada en medio de la nada, ambos hombres se miraron entre sí y sonrieron.

Lo dije y lo volveré a decir, el destino me odia.

Alexa se dio la vuelta y caminó a pasos apresurados, los hombres la siguieron despacio, hasta que uno lanzó la botella que tenía en sus manos, cerca de los pies de Alexa, haciendo que se detuviera de golpe, asustada.

—¿Dónde tan rápido, cachorra? —dijo uno acercándose.

La tomó del brazo, apretandola al cuerpo ajeno, susurrando en su oído... El tipo apestaba a alcohol, le dieron ganas de vomitar. Ugh...

El otro se puso frente a ella, impidiendo que corriera.

—Oh, pero mira que tenemos aquí... ¿ofreciéndote putita?

—N-no me toquen... basta... —apenas pudo pronunciar en un hilo de voz, se sentía muy débil.

—No te hagas la difícil, de lo contrario, qué harías aquí... —uno arrastraba las palabras, apretando su agarre en el brazo de Alexa—. Nos darás un buen show...

Alexa forcejeó intentando alejarse. Las ganas de vomitar se volvían más fuertes, y se sobresaltó al sentir como el que estaba detrás de ella, jalaba de su blusa, tirando de ella para quitárselo, el otro hacía lo mismo.

Ella gritaba y forcejeaba, pidiendo a alguien que la ayudara, alguien, quien sea, pero que la sacaran de ahí, no quería terminar así...

Las lágrimas salían unas tras otras, bañando sus pálidas mejillas.

A tirones rompieron su ropa, dejando caer los pedazos al piso, la arrastraron al callejón, también dejando caer su teléfono.

Asco... asco, miedo, eran lo que sentía en ese momento, ¿así es como acabará?  Uno de ellos la sujetaba con fuerza de los brazos, mientras que el otro estaba entre sus piernas, ¿es así...?

Cerró sus ojos, esperando que todo acabara y despertara de un mal sueño..

Escuchó unos ruidos fuera del callejón, pero nada pasó, los hombres aún seguían tocándola y desnudándola...

Desabrochó su pantalón, e iba a bajarlo, pero el sonido de un disparo hizo que abriera los ojos como platos, viendo como el sujeto que estaba entre sus piernas caía de costado, con la cabeza ensangrentada con una herida de bala.

La sangre también salpicó su pecho, con pequeñas gotas.

El que estaba detrás de ella la soltó y se levantó, intentando escapar, pero también recibió un disparo en la espalda, haciendo que cayera de frente.