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Después de que se fuera, suspiró al ver el desastre que era su pantalón por los fluidos ajenos y los suyos. Sonrió ante la imagen que aún rondaban en su cabeza. Este fue su segundo encuentro, y ya buscaba el tercero.

Alexa, al llegar a su apartamento, Marta ya no estaba, y vio sobre su escritorio una nota junto a sus cuadernos.

Pude completar lo necesario, pero surgió un imprevisto, y tuve que irme, suerte.

Agradeciéndole por su ayuda, prosiguió con su trabajo, después preguntaría en qué podría ayudarle con su imprevisto.

...

El domingo si se tomó un descanso con su trabajo. Le dolían los ojos y los dedos, también una parte privada.

Estaba viendo un mensaje de su amiga.

MarTA > 3 <

Heee, necesito tu ayuda en algo jeje

—Claro, qué necesitas?

Mañana puedes ayudarme
a faltar a clases?
Debo encontrarme con mi chico

—Ah, loca... y ¿qué quieres que haga?

No sé, algo que te venga a la mente, es que no estoy en la ciudad, te dije que tuve un imprevisto

—Y ¿qué fue lo que paso?

Pues mi mamá se puso mal y tuve que llevarla con mis hermanos, ellos viven lejos. Aprovechando que estoy fuera... hablé con Chris y le dije que nos tomaríamos dos días juntos, o sea éste y mañana—

—¿Qué el no estudia o que?

Es hijo del director de su universidad, así que la tiene fácil

—Mmm, ok, ya veré que hacer y suerte con tu NOVIO ^^

...

—Mmm, ahora, ¿qué haré? —Los domingos se la pasaban con Marta, y ahora no estaría con ella.

Vio entre sus contactos el nombre de El diablo, y tuvo las vagas ganas de enviarle algún mensaje, pero rápidamente la descartó, pensaría que quería volver con él, pero no era así, no se sentía bien con eso.

No tenía a nadie más, Jonny no era opción, porque los domingos salía de viaje con su familia.

Sin tan solo sus padres no se hubieran ido, tal vez estarían juntos en familia. Ser de un país latino hacía que sus costumbres fueran diferentes.

Una madre canadiense y un padre paraguayo, con ella nacida en ese país. Las cosas se pusieron difíciles cuando se mudaron en Los Ángeles.

Una notificación la sacó de sus pensamientos, esperaba que no fuera alguna deuda, porque según ella, todos estaban saldadas, gracias a que Leonardo pagó la mayoría, debido a eso es que el contrato era de seis meses.

Revisando el mensaje, viendo que no era del banco ni del gerente, más bien era del diablo.

El diablo × - ×

Estas ocupada, pequeña?

—No, ¿en qué te puedo ayudar?

Puedes hacerlo de muchas
formas, bebé, por ejemplo
poniéndote en cuatro para mí

—Idiota, si no es urgente, no me molestes

De hecho, sí es urgente

RETORCIDO CAPRICHO (Ese Es El Trato 1) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora