RETORCIDO CAPRICHO (Ese Es El Trato 1)

12

Pasaron dos días después de aquella excitante compra, y ahora Alexa quedó más confundida que nunca.

—Ale... Alexa.... ¡ALEE! —gritó Marta, exasperada de que su amiga no la escuche.

—¡Ay! Jesús... Marta, no me asustes —dijo Alexa, llevando una mano en su pecho.

—Es que no me contestas... te estuve hablando y tu estabas en otro mundo, ¿qué es lo que te tiene tan pensativa?

—Mmm... ¿cómo crees que un hombre reaccionaría si lo golpeas e insultas? —La pregunta se le hizo extraño a Marta.

—Ah, pues.... se enojará y hasta incluso también te golpearia, ¿a qué viene esa pregunta?

—Esa sería su reacción, pero en cambio él me trata bien, muy bien.

—¿Mmm? ¿De quién hablas? ¿Del guapote?

—Sí... él en ningún momento me ha insultado o golpeado, más bien, es todo lo contrario.

Ambas estaban recostadas en la cama de Alexa.

—Él me halaga, hasta me mima... eso me confunde, su reacción debería ser de otra forma.

—¿Acaso quieres que te pegue? Eres masoquista —se rieron ante la ocurrencia de su amiga.

—No... su trato es suave y gentil... bueno, al menos fuera del sexo, claro —se dio cuenta de lo que dijo, su amiga no sabía que se había acostado con él.

—¡¿Cómo que fuera del sexo?! ¡Ya lo hicieron y no me dijiste! —Fue más una afirmación que pregunta. Se levantó de la cama, sentándose de golpe—. ¿Cuándo pasó?

—Fue en la noche de mi cumpleaños...

—Ah, entonces con eso se refería al regalo que te tenía en casa. —Marta movió sus cejas insinuantes—. ¿Por qué no me contaste?

—Por qué me preguntarías todos los detalles, descarada —reprochó Alexa.

—Pero quiero saber, yo te lo contaría todo.

—Pero no quiero saber. Ya no me mires así. —Marta la miraba con enojo.

—Dime... ¿te gustó? ¿Te dolió? ¿Es grande? —seguía con sus preguntas.

—Yaaa.... suficiente. Primero, sí, segundo, no mucho, y tercero, no te lo diré. ¿Para qué quieres saber?

—Curiosidad, anda.... dime..

—Si te lo digo, ¿me dejarás en paz? —Marta asintió enérgicamente.

—No sé como decirlo, nunca he visto más de una en vivo, pero diría.... sí, es grande.

Marta chilló, saltando en la cama.

—Veo que te alegra que me haya quitado la virginidad —dijo rodando los ojos.

—Al fin te abrieron la flor, creciste — carcajeó al ver que Alexa le lanzaba una almohada.

...

Para la noche, se preparó para ir al club, esperaba que fuera una noche tranquila.

Ya en el lugar, todo era igual, mucha gente, buena música, y uno que otros borrachos, ojalá no se tope con ellos.

Entre toda esa gente, estaba el hombre que la tenía en la confusión todo el tiempo.

Él estaba sentado en uno de los sofás, junto a otro hombre. Sobre sus piernas estaba sentada una mujer rubia, delgada y sexy, o como lo quieran decir.

Quería ignorar el sentimiento de incomodidad en su pecho al ver eso, pero la molestia seguía ahí.

—Los de allá, pidieron tequila, pero no han venido por ellas —dijo Jonny, apuntando hacia el sofá.