Durante todo el camino, Alexa se entretuvo mirando los alrededores, observando todo con impresión, ya que no salía seguido.
A Leonardo le enterneció como es que ella boqueaba, abriendo los ojos en grande al llegar al lugar donde había un enorme edificio.
—¡Waaahhh!... impresionante, es bellísimo. —Y cómo no estarlo con semejante estructura.
—Sí, lo es —dijo el italiano, aún mirándola de costado—. Es mío —su tono de orgullo.
—¿Tuyo? Fascinante, ahora entiendo como es que tienes tanta comodidad. —Seguramente obtenía muy buenas ganancias.
Leonardo sonrió con su comentario.
Llegaron al lugar indicado, Sam le abrió la puerta a Leonardo e iba a ir por la del lado de Alexa, pero el italiano lo detuvo.—No, déjamelo a mí, tú ve a avisar que ya llegamos. —Asintiendo, el hombre se retiró, y él le abrió la puerta—. Ya llegamos bebé, ven —le extendió su mano.
A pasos lentos, caminaron hacia el interior del edificio.
—¿Aquí será?
—Aquí será la reunión, la cena será en otra parte —murmuró, viendo cómo algunas personas se cruzaban.
—Oh... entiendo. —Adentro todo era tan reluciente. Unas que otras personas posaban su vista sobre ella, poniéndola nerviosa—. ¿Por qué me miran tanto? —dijo agachando la cabeza.
—Ignoralos. —Uno de sus socios se acercó a ellos.
—Al fin llegaron —dijo el hombre, para después posar su vista en la mujer. entendió sumano—. Eric Francis, un placer —dijo, besando el dorso de la mano ajena.
—Alexa Doria, un gusto —sonrió amablemente.
A Leonardo le disgustó esa acción, primero con Sam y ahora con Francis mientras que a él no le había dedicado ni una sonrisa falsa. Solo le daba el ceño fruncido o sus mejillas rojas, nada más. Aquella sonrisa debería ser suya, de nadie más.
Francis notó su cara de disgusto, y se rió un poco.
—Bien, hay que entrar, la reunión está por comenzar. —Se alejó, no sin antes mirar a Alexa de forma lascivia.
Ambos caminaron por un largo pasillo hasta quedar frente a una puerta.
—Voy a entrar —dijo moviéndose, pero unas manitas apretaron su brazo.
—E-espera... ¿me quedaré aquí? —preguntó con evidente miedo— ¿Cuánto tiempo vas a tardar?
—No puedo decirte cuánto será exactamente, ya que los temas verían, pero no te preocupes, puedes recorrer el lugar si quieres, pero no te alejes mucho. —Vio como sus manos le temblaban—. Tranquila estarás bien — dijo, acariciando sus hombros y besando su frente.
¿Por qué hice eso?, a él le sorprendió más su propia acción que a la mujer, que estaba sumida en nerviosismo. Sin más, pasó por la puerta y la dejo afuera.
Respirando ondo, decidió recorrer la instancia, admirando los colores y las decoraciones, había enormes cuadros en las paredes, aquella zona no parecía ser de trabajo por lo cual no pasaba mucha gente eso la calmó un poco más.
Al llegar a una sala, esta estaba repleta de libros junto a unos muebles y bancos con sofás. Se distraería leyendo algunos que otros libros que le llamen la atención.
Y así fue, tan concentrada en su lectura que no se dio cuanta de que alguien se sentó a su lado en el sofá.
—¿Te gusta leer? —Una voz conocida se escuchó a su izquierda.
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RETORCIDO CAPRICHO (Ese Es El Trato 1)
RandomPRIMER LIBRO DE LA SAGA (ESE ES EL TRATO) 1 - Retorcido Capricho. 2 - ... 3 - ... 4 - ... 5 - ... Al principio solo sería un solo libro, pero luego me llovió las ideas y no pide contenerme para hacer más. Espero que puedan disfrutarlo Alexa Doria...