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Hoy era un día especial para los Hewitt, pues una nueva integrante se les unirá y no solo eso, seria la fuente para que la familia creciera todavía más, todo era felicidad; claro si quitamos el pequeño detalle de que aquella integrante estaba secuestrada y en contra de su voluntad.

— ¿Heather hija estás bien? — Luda hablaba a través de la puerta pues la chica había puesto seguro — Llevas mucho tiempo en tu habitación y ni siquiera te has bañado.

No hubo respuesta por parte de la mencionada, había estado llorando tanto que sus ojos le dolían y no soportaba su cabeza. A pesar de eso tenía que ser cortés con la anciana, definitivamente no quería verla enojada así que a duras penas se levantó de su cama sin siquiera verse al espejo y abrió la puerta ligeramente dando la cara a la mujer.

— Por dios Heather, tus ojos están rojos — Heather se quedó callada, su mirada estaba apagada y era fácil de entender después de aquel shock emocional que acababa de sufrir — Ven hija deja te acompaño a bañarte, sigues sucia por lo que sucedió anoche.

La anciana toma a Heather de la mano y después la guía a paso lento hacia el baño. Heather por su parte le costaba mantenerse firme ya que sus piernas seguían adoloridas pero como pudo llegó al baño, entró a este y contempló el lugar callada.

— Quítate tu ropa, por mientras yo iré por un poco de jabón y esponja, yo te lavaré solo quédate en la tina — Luda deja a Heather sola en el baño mientras que esta algo indecisa comienza a quitarse sus prendas una por una.

La joven al quedar completamente desnuda se metió a la tina donde se sentó y abrazó sus piernas, esperando a que Luda regresara. La anciana después de varios minutos llega con un balde con agua y varios productos de higiene.

— Mira estas de suerte, también me queda un poco de acondicionador, así dejará tu cabello todavía más hermoso y sedoso.

Heather no respondió así que Luda abrió la llave de la regadera, el agua empapó a la chica y ella aún seguía en la misma posición. La mirada de Luda cambió a una de preocupación, suponía cual era el problema así que no le reclamaría nada. Ella empezó a enjabonar el cabello y cuerpo de la chica quitando la suciedad.

— Se que se te esta siendo difícil adaptarte aquí, pero igual no me gusta verte tan apagada, me gustaría que sacaras una sonrisa así como siempre lo hacías cuando nos visitabas.

— ¿Cómo piensa que podré sonreír ante todo esto? La verdad aun sigo confundida por como mi vida dio este giro y si quiere saber lo que pienso, esto no me gusta para nada.

— Igual nosotros no tuvimos una vida tan fácil, siempre tuvimos que lidiar con gente de lo peor que se la pasaba insultando y humillando a mi querido Thommy, y es por eso que quiero que te quedes aquí, se que serás de gran compañía para él.

Heather pensó las cosas y tal vez en algo tenía razón, Thomas era el más grande de la casa y era obvio que si ella intentaba escapar el primero en atraparla sería ese grandote y el cuerpo pequeño de la chica no le ayudaba, así que la idea de Luda no era mala, si tenía la confianza de la anciana, tal vez el siguiente tenia que ser Thomas, si lograba tenerlo su escape estaría más asegurado.

— Claro, haré lo mejor que pueda — Después de mucho Heather logró sacar una sonrisa, cosa que a Luda la puso contenta de igual forma.

Después del baño, Heather se cambió ahí mismo y comenzó a secar su pelo, Luda ya estaba poniendo todas las cosas en la cubeta así que Heather tomó la opción de adelantar su paso, pero cuando abrió la puerta rápido choco con alguien, era Thomas que estaba frente a la chica mirándola fijamente, pareciera como si él pensara que Heather intentaba escapar por lo cual ella para quitarle la idea dio un paso atrás.

Get Out Alive | Thomas HewittDonde viven las historias. Descúbrelo ahora