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A la mañana siguiente, Heather se despertó apenas procesando lo que había sucedido la noche anterior, noto que sin saber cómo estaba recostada en una cama, ella sabía que no era su cuarto pues podía reconocer el lugar donde dormía, ¿Tal vez era la habitación de Thomas? No estaba segura después de todo, nunca le permitió entrar a dicho cuarto. Solo portaba su ropa interior aunque un cambio de ropa suyo se encontraba en la orilla de la cama, ella lo toma y comienza a vestirse aun confundida, no veía a su ahora amante en ningún lado.

Tan solo levantarse de la cama siente un dolor en la cadera y vientre, sabía el por que del dolor así que decide aguantarlo hasta que este se detuviera. Abre la puerta y sale del cuarto dirigiéndose al primer piso, ahí se escuchaban las típicas voces de Hoyt o de Monty, hablando de cualquier tontería asquerosa. Luda estaba planchando ropa cerca de ellos, pero Thomas no estaba en ningún lugar. 

— Buenos días Luda, ¿Sabe dónde está Thomas? — Fue la primera pregunta que hizo en el día.

— Buenos días, creo que debe estar en el sótano, ya sabes, es alguien ocupado — Respondía Luda con amabilidad.

— Oh, está bien, yo iré por algo de comer — Heather estaba muy incomoda ahi, no sabia como actuar con Luda después de lo que había hecho con su hijo, ella camino a la cocina y por más extraño que sonara, esta estaba muy limpia a excepción de algunas manchas de sangre que pareciera ya no poder quitarse.

Tomó varias cosas y preparó algo para desayunar, ya eran más de las 12 y no había comido absolutamente nada. Se las ingenia para hacerse una comida saludable sin añadir algo de carne a su desayuno, seguía en contra de hacer tal acto de nuevo. Mientras comía escuchó como alguien azotaba una puerta con brusquedad, acto que sacó desprevenida a la joven que rápido y sin pensarlo mucho toma un sartén de la cocina y se escabulle para evitar ser vista, estando en una casa como en la de los Hewitt era muy probable que cualquier loco viniera armado en busca de algún familiar o amigo desaparecido y tal como lo supuso, un hombre con un revólver había entrado a la casa reclamando por su hermana.

— Baja el arma muchacho, estás hablando con el Sheriff — Decia Hoyt intentando zafarse de esta situación pues aquel hombre armado lo tenía apuntando.

— No me importa alguacil, será mejor que me muestres dónde dejaste a mi hermana, ella me aseguro que estaria en esta casa y ya va un puto dia sin aparecer, asi que sera mejor que hable si no quiere un balazo en su maldita cabeza — Aquel hombre se notaba claramente furioso, el claramente no estaba jugando y dispararia a cualquiera que se pusiera en su camino, Heather veia todo desde la entrada de la cocina, preocupada de lo que llegara a suceder.

— Esta bien, tu ganas deja llamo a mi sobrino el te dira donde esta — Charlie estaba a la defensiva — THOMAS, VEN AQUÍ AHORA MISMO — Gritó sin quitarle la mirada a su atacante — TRAEME A LA CHICA MUCHACHO.

El carcinero estaba en su sótano jugando con el cuerpo de su víctima, inspeccionando cualquier detalle de aquel cuerpo y diseccionando partes de él, en cuanto fue llamado por su tío supo que ellos estaban en peligro, pensó en su madre y pensó en Heather así que se apresuró en tomar un enorme martillo y rapido subio para ver lo que sucedía.

— Ya viene, tu tranquilo — Decía el Sheriff con una sonrisa maliciosa en su rostro.

— ¿Por qué pones esa maldita cara? — El hombre armado arqueo la ceja confundido, pero entonces la enorme puerta de metal se abre, saliendo de ahí aquel intimidante asesino que con arma en mano, se acercó furioso a su siguiente víctima — ¡Vete al demonio! — Maldijo el desconocido al ver la imponente presencia de Thomas, sin pensarla dos veces apuntó al caníbal y disparó dos veces, siendo la primera esquivada pero la segunda por desgracia logró acertar en el hombro de Thomas, provocando que soltara un quejido de dolor.

Get Out Alive | Thomas HewittDonde viven las historias. Descúbrelo ahora