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Su vista se nublo como si de una muerte dulce se tratara, pero al despertar la cabeza de Heather daba vueltas y su cuerpo le pesaba producto a algún sedante que le dieron. Mientras recuperaba la conciencia poco a poco intento ver a su alrededor para averiguar en donde estaba, las paredes, el suelo sucio y aquella ventana ahora tapada por tablones de madera, era su cuarto...

— ¿Qué carajos? — cuando quiso pararse esta fue detenida por algo que la sujetaba, al darse la vuelta vio una cuerda atada a su muñeca — No puede ser.

La joven empezó a desatarse con mucha dificultad pues el amarre estaba demasiado apretado. Su muñeca estaba marcada, casi parecía que de estas comenzaran a sangrar.

— Esto no puede estar pasando — La chica intentaba mantener la calma, aunque era imposible, ¿Cómo iba a mantener la calma si estaba secuestrada? tenía que pedir ayuda — ¡Alguien sáqueme de aquí! — golpeaba la puerta repetidamente hasta que alguien se dignara a abrir.

— ¡¿Quién está haciendo tanto escándalo?! — una voz masculina que Heather podía jurar era Charlie sonó detrás de la puerta seguido de unos pasos aproximándose — señorita será mejor que se encuentre lejos de la puerta si quiere que le abra

La chica accedió dando ligeros pasos hacia atrás, tenía que seguir sus órdenes o si no tal vez no lograría salir de ahí. La puerta comenzó a sonar como si intentara abrirla, lo más seguro era que habían puesto candados para evitar que escapara.

— Veo que ya despertó señorita, el desayuno está servido, será mejor que salga si no le molesta — Charlie parecía más calmado, después de decirle este se dio la vuelta y se fue por la escaleras —

Heather estaba confundida y aterrada, pues la naturalidad al hablar de Charlie después de secuestrarla era tal que daba miedo. Heather se quedó un buen rato de pie en shock, en su cabeza pasaban miles de ideas de como salir de ahí pero todas ellas resultaban en su inminente muerte, esto era todavía peor de lo que imaginaba. La joven bajó por las escaleras tambaleando, sus piernas todavía estaban débiles por el calmante, tenía que apoyarse de los barandales pero finalmente bajó, la casa estaba igual que siempre; frente a ella se encontraba la puerta entreabierta, era su oportunidad, no había nadie o al menos eso parecía notarse. Ella comenzó a acelerar el paso hacia la puerta, sus nervios no le ayudaban ya que seguía sin lograr incorporarse, cuando tenía la puerta a pocos centímetros fue interrumpida por Charlie que se paró frente a ella sujetándola de los brazos.

— ¿Qué crees que haces mocosa? No creas que me vas a engañar a mi y a mi familia, si no quieres que te mate aquí mismo será mejor que camines a el comedor ahora mismo

Heather paralizada y agitada, lo vio con furia, pero luego no tuvo opción que darse la vuelta y caminar hacia el lugar nombrado, detrás de ella se escuchó un portazo que la logró asustar. Al llegar a la cocina la familia ya la estaba esperando, incluso Thomas estaba ahí aunque este no le dirigía la mirada, como si estuviera molesto, Luda se levantó de su asiento y la recibió con una sonrisa.

— Querida ya despertaste, siento que tuviera que dejarte en tu cuarto de esta manera pero estabas muy alterada y queríamos hablar de algo muy importante contigo — Heather miro a Luda con temor, sin idea de lo que estaba hablando — así que anda anda siéntate, tienes que comer

Ella se sentó en su lugar con ayuda de Luda, en todo lo que había pasado Heather no pudo soltar ninguna palabra, era claro que todo esto le estaba provocando un trauma tal que esta no lograba formular frases de su boca. Al sentarse Luda le sirvió en el plato un poco de arroz con carne, Heather miro esa carne por varios segundos pues la textura y forma era muy diferente a la carne que ella conocía, ella no pensaba comer de esa comida ya que temía que estuviera envenenada o algo.

Get Out Alive | Thomas HewittDonde viven las historias. Descúbrelo ahora