-02-

2.4K 237 9
                                    

El viaje duró mucho, pero después de varias horas Heather finalmente había llegado a el condado de Travis, fue un viaje sin detenerse así que necesitaba un descanso. La chica se estaciona en la orilla de la carretera, abre la puerta y estira las piernas un rato, estaba disfrutando de la leve briza que comenzó a aparecer. Después ella comienza a buscar entre su maletero y los asientos traseros algún periódico donde pudiera ver algún trabajo disponible o noticias relevantes, por el momento no tenía dinero para hospedarse en un hotel, ni un solo peso así que no le quedaba más que dormir en el auto, buscó entre varios de los periódicos, varios de ellos eran viejos como de hace dos semanas o mas, asi que no le daban mucha esperanza que hubiera algo disponible.

Maldición no puede ser que no haya ni un solo trabajo disponible . — murmuraba decepcionada.

Y fue cuando lo encontró, en las últimas páginas, en un pequeño cuadro se podía leer un aviso donde se buscaban nuevos empleados, esa era su oportunidad, el lugar estaba a unos cuantos kilómetros y no se requería experiencia.

— ¿Carnes hermanos Lee? al parecer es un matadero — se dice a sí misma con una extrañeza en su voz, realmente no sabía nada de cortes de carne y de usar una maquinaria tan peligrosa como cortadoras de carne o machetes, lo suyo era la cocina, pero no había de otra, ocupaba el empleo.

Sin pensarla mucho deja el periódico y enciende su coche rumbo a esa tal carnicería para preguntar si todavía había puestos para trabajar. El viaje dura alrededor de 10 minutos y finalmente llega, era un lugar demasiado de mala muerte, con una pinta de estar abandonado y así hubiera creído Heather de no ser por las reses que salían de un pequeño establo y eran mandadas a otra parte seguro para matarlas, eso era algo muy desagradable para Heather considerando que detesta el hecho de cómo son asesinadas esas criaturas y deseaba con todo su ser que no le pusieran un puesto de verdugo aunque ni siquiera sabía si le darían trabajo para empezar.

La chica tocó la puerta de la entrada y no hubo respuesta así que sin más entra a tan lúgubre lugar, tan solo poner un pie dentro pudo presenciar un olor fétido producto de la sangre y carne de los animales, disimulando su desagrado caminó por el lugar, varios empleados se le quedan viendo y uno en especial se acerca a ella.

— Oye niña no deberías estar aquí esto es área de trabajo.

— Disculpe no sabia donde estaba la entrada de la oficina, vengo para pedir información para un puesto de trabajo y quería saber dónde está su supervisor — para complementar su explicación sacó un pequeño recorte de el periódico donde señalaba dicha información.

El hombre se le queda viendo y no solo él, casi varios de los empleados se le quedaban viendo, unos confundidos, otros solo la veían con morbo solo por el hecho de que ella era la única mujer en ese lugar.

— Hmm, ¿Y por qué una mujer tan delicada como tú quisiera tener un trabajo de carnicera?, ¿Acaso buscas ser la secretaria? — el tipo soltó una risa de burla la cual por supuesto irritó a la chica pero con todas sus fuerzas mantuvo la compostura.

— Créame que tengo lo suficiente tanto para ser carnicera como para ser secretaria incluso para ser la administradora, cosa que creo yo, usted no podría... —para rematar, solo suelta una mirada de arriba a abajo y una expresión de disgusto.

Los hombres a su alrededor solo soltaron una risa intentado no ser escuchados, pero lo obvio era que esa mujer de ahí le callo la boca a ese bocón. Mientras casi todos ponían atención al drama, un hombre al fondo se encontraba trabajando sin darle importancia al asunto, pero por un momento fijó su mirada en esa chica, una chica que al entrar se mostró como una y al responderle a ese payaso se transformó en otra muy diferente.

Get Out Alive | Thomas HewittDonde viven las historias. Descúbrelo ahora