-Lucas, ¿ Porqué no me presentas a los demás? - dije rompiendo silencio que se había formado entre los tres.
Lucas pestañeo un par de veces volviendo a la realidad.
- Claro.- dijo mirándome a los ojos. De reojo pude ver como Nathan me miraba descaradamente de arriba a abajo. Lucas pareció no darse cuenta a si que le cogí la mano, le di un beso en la mejilla y entramos dejando atrás al estúpido de Nathan.
Cuando entré en la casa abrí la boca de asombro. Estábamos en un salón con todas las paredes de cristal, menos una columna de piedra que conectaba con una chimenea de piedra natural. Los muebles eran muy modernos y estaban perfectamente colocados. Había una mesa de café pequeña de cristal, con un florero encima para decorar. Las dos personas que estaban sentadas en el sofá todavía no habían notado nuestra presencia. El hombre cogió un mando y presionó un botón, de la colunma se giró una de las piedras y apareció una televisión de plasma. Yo casi me desmayo al ver eso. Si me había sorprendido la cama de agua de Lucas en España, eso me había dejado sin aliento.
- ¡ Hola familia! - gritó Lucas haciendo que los presentes se girasen hacia nosotros.
-¡Luke!- gritó una mujer de unos cuarenta años levantándose del sofá y corriendo a abrazar a Lucas. El hombre que estaba sentado anteriormente al lado de la mujer también se levantó a abrazar y saludar. Yo me quedé un poco apartada esperando.
- Esta es Lisa, mi novia. Lisa, estos son Sam y Lindsey, mis tíos.- dijo Lucas cuando el abrazo había terminado.
- Encantada.- dije abrazándoles también. Lindsey era realmente guapa, a quién quiero engañar, todo el mundo en esa familia eran guapos, parecían la típica familia de revista que salen en la portada con un caballo de fondo.
-Pensaba que iban a venir amigos tuyos no tu novia, si lo llego a saber os preparo la habitación para que durmais juntos.- dijo Lindsey.
-Vienen cuatro más después de las navidades.
- A pues perfecto, que Lisa duerma con Lucy hasta que vengan los demás y cuando lleguen os preparamos el ático para que durmáis los seis.- dijo Lindsey pensativa.
De repente todos entraron en el salón, los primos,los tios, la abuela... Me costaría aprenderme todos los nombres.
Lucy se acercó a mi y pasó un brazo sobre mis hombros.
- ¿ Qué tal vas?-me preguntó.
- Genial.- la contesté sonriendo, realmente estaba muy bien.-Me han dicho que vamos a compartir habitación hasta que vengan los demás.
-¡¿Es en serio?! ¡Eso es genial!.- gritó abrazándome. - Hey Lucas, voy a compartir habitación con tu novia y tu no puedes.- dijo sacándole la lengua.
-¡Eso no es justo!.- dijo Lucas.
Toda la familia nos miraba divertidos.
- Ya os lo he dicho, nada de compartir habitación hasta que haya un anillo en el dedo de esa chica.- dijo su abuela.
Lucas cogió una lata de refresco que Jordan tenía en la mano, rompió la anilla, se arrodilló frente a mí y me miró fijamente a los ojos.
- Lisa, ¿me concederías el honor de compartir habitación contigo?
Me puse una mano en el corazón dramáticamente y contesté:
-Oh Lucas, lo siento, soy demasiado joven para tan grande compromiso, además, alguien ya me ha dicho la misma petición y he aceptado, llegas tarde.- dije intentado no reírme.- pero me quedo con el anillo.-lo cogí y me lo metí en el bolsillo trasero de mi pantalón.
Lucy me cogió de la mano y me llevó hasta la habitación. Mis maletas, sorprendentemente, ya estaban allí. Lucy me indicó un armario para meter mis cosas y empecé a deshacer mi maleta mientras ella hacía lo mismo con la suya. La habitación era increíble también, tenía un gran ventanal que mostraba parte del jardín; había dos camas de matrimonio, eran altas, como del tamaño de una litera pero en vez de haber una cama abajo, había cajones y una escalera para subir; el suelo tenía una moqueta, muy suave; el techo era super alto; en conclusión, era perfecta.
- Por la noche podríamos ir a la playa con Lucas, podría invitar a unas amigas y Lucas que invite a los suyos, y así ves la playa que por la noche se pone preciosa.- me dijo Lucy cuando habíamos terminado de colocar todo.
-Vale, vamos a decírselo a Lucas.
Bajamos corriendo a buscar a Lucas. Le vimos sentado en el sofá con el movil y Lucy y yo nos tiramos encima de él. Le contamos el plan y llamó a unos amigos y Lucy hizo lo mismo.
-Llevaros puesto el bañador. - nos dijo Lucy.
-Yo no tengo.- dije pensando en lo que tenía de ropa.
- No te preocupes, yo te dejo.- me dijo Lucy mientras me ayudaba a levantarme del sofá.
- Vestiros ya, he quedado con mis amigos a las ocho y son ya las siete y media.
Lucy y yo subimos corriendo.
- ¿ Qué me pongo?- pregunté a Lucy.
- Mira, te puedo dejar este bikini rosa, estos pantalones cortos y esta blusa.
El bikini era rosa fosforito con flores negras; los pantalones eran cortos vaqueros y rotos; y la blusa era una blusa sencilla blanca de tirantes suelta. Decidí ponerme mis converse negras, para llevar algo mío. Cogí también una sudadera gris por si luego hacía frío.
Cuando bajamos Lucas nos estaba esperando con Nathan al lado y con cara de fastidio.
- Nathan también viene.- nos dijo a Lucy y a mí.
Lucy susurró un joder, mientras que por mi cabeza pasaba un no por favor.
- Bueno, vámonos.- dijo Lucy bajando al garaje.
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Ángeles sin alas
Teen FictionLisa es una chica de catorce años que vive con su madre en Madrid desde hace unas semanas. Hoy es su primer día en el instituto, en el cual conocerá a seis nuevos amigos que le harán ver la vida de distinta manera y disfrutar de cada momento, y, aun...