Las semanas pasaron y yo seguía sin hablar con Lucas. Él se juntaba con los demás pero cuando me veía venir se iba, y eso me dolía mucho.
Quería arreglar las cosas con él, volver a ser lo de antes, le echaba de menos. Cada vez que lo intentaba el orgullo me lo impedía. Ni siquiera podía mirarle porque me entraba una presión en el pecho y ganas de gritar, gritar que quería que volviese. Y lo peor de todo es que mis amigos lo notaban y me miraban con pena.
A sólo dos semanas para el baile ya estaban todas las cosas preparadas. Sólo nos quedaba elegir el vestido. Sinceramente no me apetecía ir al baile, porque no iría con la persona que quería, pero no podía dejar plantado a Daniel, había estado hablando con él y era muy majo, sólo se comportaba de esa manera estúpida para impresionarme. Es muy mono y me cae muy bien, pero no se compara a Lucas. Debería dejar de pensar en él, ya que estoy segura de que él no piensa en mí.
El sábado por la tarde fuimos Lisel, Vera y yo a comprarnos el vestido. Nos costó muchísimo elegir.
El de Lisel era por encima de las rodillas y de palabra de honor. Estaba estampado con flores rosas, naranjas, verdes...
El de Vera era más atrevido. De cintura para arriba era negro de tirantes cruzados por la espalda y justo en la cruz tenía un lazo también negro. Por delante, más o menos por encima del ombligo había triángulo por el que la tripa quedaba al descubierto. De cintura para abajo era blanco y suelto. La quedaba por encima de la rodilla como a Lisel.
El mío era más sencillo. Era totalmente blanco hueso. Tenía un cinturón de tela a la cintura. La parte de arriba tenía brillantitos pequeños y la de abajo era como una falda pomposa. Era de palabra de honor y también me quedaba por encima de la rodilla.
Supuestamente el viaje a Australia era al día siguiente del baile y yo no estaba muy segura de que Lucas me quisiese llevar de vacaciones con él. Ni siquiera nos decíamos hola. Yo tenía echa la maleta por si acaso, pero eso sólo me hundía más. Era horrible ver a Lucas y que no me sonriese con su jodidamente bonita sonrisa de lado y me llamase enana.
Al final Lisel iba con Alex al baile, y Vera con Rafa. Al principio pensé que no irían juntos, pero, Vera dijo que los chicos de este instituto eran unos idiotas y que no quería ir con un idiota. Rafa se lo iba a pedir a otra chica, pero accedió a ir con Vera. Seguramente tenía miedo de lo que Vera le haría se dijese que no. Cobarde.
Esas dos semanas pasaron muy lentas. Por lo menos para mí. Tenía miedo.¿Cómo iba a ir a Australia si Lucas me odiaba? Bueno no sabía si me odiaba, pero estaba enfadado, eso seguro. Y lo peor es que la que debería estar enfadada era yo. Fue él el que pasó de mi y se fue con Raquel. Pero yo no podía enfadarme con él. Odiaba que causase ese efecto en mí.
Sin darme cuenta llegó el día del baile.
Las clases pasaron muy despacio. En realidad no hicimos mucho. Nos dieron las notas y eso, pero como no, siempre hay profesores pesados, por no decir otra palabra, que aprovecham hasta el último minuto para dar clase.
Me empecé a preparar a las cinco de la tarde para no ir con prisa. Tenía que ducharme, peinarme, maquillarme y vestirme.
Justo cuando me iba a meter en la ducha me sonó un WhatsApp.
Cuando vi de quién era casi me da algo. ¡Era de Lucas!
* inicio de la conversación *
Lucas: tengo que hablar contigo.
Yo: dime lo que tengas que decir.
Lucas: prefiero hacerlo en persona.
Yo:¿no me has hablado en semanas y ahora quieres esperarte a verme en persona?
Lucas: Sí.
Yo: vas a volverme loca.
Lucas: entonces,¿nos vemos en el baile?
Yo: okay.
Lucas: okay.
Yo: okay.
Lucas: esto no es bajo la misma estrella no intentes ligar conmigo con okays.
Yo: okay.
* fin de la conversación *
Cerré los ojos y sonreí. Lucas había vuelto.
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Ángeles sin alas
TienerfictieLisa es una chica de catorce años que vive con su madre en Madrid desde hace unas semanas. Hoy es su primer día en el instituto, en el cual conocerá a seis nuevos amigos que le harán ver la vida de distinta manera y disfrutar de cada momento, y, aun...